Villa Urquiza: dos presos se fugaron de una comisaría del barrio

15.4.2024

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires continúa sin dar respuesta a una problemática que continúa y suma nuevos capítulos. En esta oportunidad, dos presos se escaparon de una comisaría en el barrio porteño de Villa Urquiza y se acumula el cuarto episodio en 15 días.

Los detenidos se fugaron por la noche de la Comisaría Vecinal 12 C de la Policía de la Ciudad y son buscados de forma intensa. Según precisaron en el primer informe oficial, habrían limado los barrotes y escapado por una ventana. Las fuerzas de seguridad dieron cuenta de la situación en el conteo matutino.

Uno de ellos fue identificado como Héctor Fernando Montoro, de 37 años, que fue detenido por el delito de robo y estaba con prisión preventiva en la Comisaría ubicada en la calle Juramento al 4.367.

El otro detenido se llama Javier Mauricio García, de 35 años, quien fue capturado por “portación de arma de fuego de uso civil” y que estaba a la espera de situación procesal.

Se trata de la cuarta fuga de presos en la Ciudad en los 15 días. La primera ocurrió el domingo de Pascuas en la Alcaidía Número 1 de la Policía de la Ciudad que está ubicada en la calle Perú al 1.000, barrio porteño de San Telmo. El lunes 1° de abril, horas después de la huida de casi una decena de ladrones en San Telmo, dos delincuentes se escaparon de la alcaldía 3º del barrio de Balvanera después de cortar la reja de uno de los calabozos.

Una semana después del primer caso, se dio a conocer que otros cuatro presos se fugaron de la Comisaría Vecinal 6 B de la Policía de la Ciudad localizada en Caballito, dos de los cuales fueron recapturados.

La fuga de presos desató un conflicto interno entre la dirigencia de la Ciudad, con Jorge Macri a la cabeza, y la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, ya que el alcalde porteño argumentó que las comisarías albergan más detenidos de los que deben y la responsabilidad recae en la gestión de la ex titular del PRO.

Subte: denuncian que a las líneas C y D les falta un 40% de formaciones en las hora pico

12.4.2024

Las seis líneas de subte tienen déficit de material rodante y en algunas jornadas llegan a circular con la mitad de los coches necesarios. Las líneas C y D son las más comprometidas: tienen un faltante de formaciones que llega al 40% en hora pico.

El malestar y las quejas por el servicio de subtes se multiplica. La Línea D reabrió en marzo tras dos meses cerrada y, a pesar de la publicidad del Gobierno de la Ciudad, la frecuencia es muy inferior a la deseada.

Salvo la Línea H, todas las demás tienen déficit. En el ambiente de los subtes se llama “máxima” al momento en que circula la mayor cantidad de trenes en simultáneo. Ese momento, lógicamente, se produce en las horas pico, entre las 9 y las 10 de la mañana y entre las 17 y 19 horas.

La cantidad de trenes necesarios para cubrir la demanda en horas pico con una frecuencia aceptable depende de la extensión de cada línea, de la cantidad de estaciones y de la cantidad de pasajeros.

Además, todas las líneas deberían tener 3 formaciones de “reserva”: una para cubrir las revisiones generales, otra para las periódicas y otra por si ocurre una avería. La realidad es muy diferente: de las 6 líneas que circulan por la Ciudad, solo una cuenta con la cantidad de formaciones necesarias.

La Línea A tiene 10,8 kilómetros de extensión y 18 estaciones. Circulan trenes CNR fabricados en China. Debería tener 18 formaciones durante la máxima, pero solo cuenta con entre 13 y 15 trenes.

La Línea B transporta casi 145 mil pasajeros por día y es la más utilizada de todo el sistema. Sus trenes recorren 11,8 kilómetros y cubren 17 estaciones. La flota está compuesta por trenes Mitsubishi comprados hace casi 30 años a Japón. Se trata de coches que llegaron con décadas de uso.

Durante la segunda gestión de Mauricio Macri en la Ciudad, el gobierno adquirió 6 formaciones del CAF 5000 en España, pero los trenes estaban tan deteriorados que nunca llegaron a circular. Más tarde el estado adquirió otras seis formaciones del CAF 6000, de las cuales circulan cuatro. Se suman a los once Mitsubishi que hoy funcionan, un total de 15 formaciones para una máxima en hora pico que requiere 16 formaciones.

“Lo ideal sería contar con 24 formaciones, pero la realidad está muy lejos”, explicó una fuente del sector a La Política Online. Recordó que en 1996 la B llegó a tener 29 formaciones de Mitsubishi en condiciones de funcionar, y que en esa época la B tenía 4 estaciones menos.

La C es otra línea catastrófica en términos de necesidad: la máxima debería ser de 15 formaciones, pero solamente tiene 9 formaciones en condiciones de circular. Eso hace que no pueda disponer de ninguna otra para casos de emergencia. “Es un círculo vicioso. Si no tenés trenes para hacer mantenimiento, la flota se te empieza a ‘gastar’ más rápido. Fatigás a los trenes que tenés operativos y tenés averías cada vez más seguido”, explicó un especialista.

La Línea D recorre 10,6 kilómetros y cubre 16 estaciones con trenes Alstom 100 y Alstom 300. El viernes pasado circularon 13 formaciones, pero la máxima de la línea debería darse con 22. Ese déficit sumado al cambio de señales, ocasiona esperas mucho más largas de las deseables y la furia de los pasajeros.

La Línea E, el patito feo del sistema de subterráneos cuenta con 11,9 km de extensión y 16 estaciones, que son cubiertos por trenes Alstom y Fiat descartados de la línea D. Debería haber 14 en funcionamiento durante la máxima, pero solo hay entre 9 y 10 formaciones para circular.

La situación se volvió tan caótica que, para combatir el malhumor de los pasajeros, la empresa concesionaria comenzó a pasar audios en las estaciones culpando a medidas sindicales por las demoras. Eso le valió a Emova una denuncia en la Secretaría de Trabajo.

“Por más publicidad que hagan, si no compras material rodante, el servicio se cae”, dijo un especialista en transporte respecto de la última campaña del Gobierno porteño.

Rige el paro de colectivos en el AMBA

11.4.2024

Desde la medianoche, algunas líneas de colectivo dejaron de circular en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), por una retención de tareas, confirmada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA). El motivo se debe al reclamo de un aumento salarial que las empresas ya anunciaron que no están en condiciones de afrontar. Frente a dicha situación, los conductores iniciaron la medida de fuerza que afectará a una gran cantidad de la población.

Más de 400 líneas de colectivos se encuentran agrupadas en las cámaras de AAETA, CEAP, CETUBA, CTPBA y CEUTUPB. Por tal motivo, se estima que se verán afectados cerca de 9 millones de pasajeros, según informó la comisión directiva del gremio a Infobae.

Ayer miércoles, la UTA emitió un comunicado donde explicó que “en atención a que el sector empresario se niega a pagar los salarios en los montos acordados, a pesar de que los gobiernos nacional y provincial aportaron en subsidios la suma de más de $122.000.000.000, con un aumento respecto al de los meses anteriores de 42% y aumento del valor del pasaje que pagan los usuarios en un 250%, pese a lo cual manifiestan que los gobiernos deben aportar una suma superior porque los montos recibidos no son suficientes para cubrir los costos”.

Pese a ello, “ahora niegan lo acordado, intentando borrar con el codo lo que se escribió con la mano y ante la misma autoridad de aplicación”, sostuvieron. Ante tal situación, los trabajadores optaron por iniciar con la medida de fuerza anunciada. La misma consiste en una retención de tareas con presencia en los lugares de trabajo. A diferencia de un paro de actividades, los choferes acudirán a las empresas al inicio de la jornada, y esperarán allí el pago del 100% de los salarios. Tal como aclararon en el comunicado, dicha postura será el único “requisito previo a iniciar las tareas”.

Por tal motivo, la retención de tareas de los choferes de la UTA en el AMBA se mantendrá hasta que se depositen los aumentos salariales, caso contrario, los recorridos no saldrán. El vocero del gremio, Mario Calegari, reafirmó que “si aparece la plata estamos dispuestos a trabajar”.

Dado que son miles de usuarios los afectados por la medida de fuerza, la UTA expresó que esperan que “los empresarios asuman la responsabilidad que les corresponde como empleadores” para evitar así complejidades al momento de circular.

Si bien los choferes se encuentran pidiendo un aumento salarial; desde el sector empresario informaron que no hay sumas adeudadas y subrayaron que quien no trabaje, “además de las sanciones que puedan corresponder por falta injustificada”, no cobrará su salario completo.

En la última reunión realizada vía Zoom, entre los representantes de la UTA, las cámaras empresarias y la Secretaría de Transporte de la Nación, cada sector mantuvo su posición. Allí los empresarios afirmaron que sin mayores ingresos no podrán afrontar los ajustes salariales y el sindicato exigió que se cumplan los acuerdos previos.

Al no llegar a un acuerdo y con la medida de fuerza de por medio, se espera una nueva reunión a realizarse el próximo lunes, a las 15 horas, nuevamente con el arbitrio de los funcionarios de la Secretaría de Transporte.

Por su parte, el sindicato sostiene que, en función del convenio colectivo de trabajo firmado, les corresponde un sueldo básico de 987.000 pesos, que además debe ser ajustado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de febrero, es decir un incremento por la inflación de ese mes. Esa suma es la que la UTA plantea como un derecho adquirido y le reclama a los empresarios que la depositen con los sueldos del mes de marzo, a cobrarse en abril. Las empresas, en tanto, reiteraron que pagando $737.000 como básico por el mes de marzo, nada adeudan en materia salarial. Y es en esa diferencia de $250.000 donde se centra el conflicto.

Hasta que la situación se resuelva, varías líneas de transporte que circulan por el AMBA ya confirmaron su adhesión a la medida de fuerza. De esta manera, los colectivos 1, 2, 4, 10, 12, 15, 17, 19, 22, 29, 32, 33, 34, 37, 39, 41, 42, 45, 46, 47, 49, 53, 55, 59, 61, 62, 63, 64, 65, 67, 68, 70, 71, 75, 85, 86, 87, 88, 90, 92, 93, 96, 97, 98, 99, 102, 103, 105, 106, 109, 110, 113, 114, 118, 119, 123, 124, 126, 128, 129, 133, 136, 140, 143, 145, 148, 151, 152, 153, 154, 158, 159, 160, 163, 166, 169, 172, 174, 176, 178, 179, 180, 181, 182, 184, 185, 193, 194 y 195 no están disponibles.

Línea D del subte: tras 2 meses cerrada crecen las quejas de los usuarios

10.4.2024

El subte D estuvo cerrado dos meses, producto de la modernización del sistema de señales y el reemplazo de las máquinas de cambio de vías. Y a un mes de la reapertura, se acumulan quejas de los usuarios por demoras de hasta 10 o 15 minutos entre trenes, pantallas que no indican el horario de llegada, escaleras mecánicas en reparación, ascensores rotos, filtración de agua y detenciones repentinas entre estaciones.

Los usuarios dicen que antes del cierre, de lunes a viernes, la línea operaba con una frecuencia de 3 minutos y un recorrido de unos 26 minutos entre cabeceras. Ahora pueden pasar entre 10 y 15 minutos entre trenes, y por las detenciones repentinas en medio de los túneles, el viaje entre Catedral y Congreso de Tucuman puede tardar hasta 38 minutos.

Desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), la empresa del Gobierno porteño que gestiona el subte, aseguraron a Clarín que “desde su apertura, se está terminando de calibrar el nuevo sistema CBTC y en las próximas semanas se podrá ver la mejora en el servicio, propia de una tecnología de punta en materia de señalamiento”.

Según las autoridades, cuando anunciaron el cierre momentáneo de la segunda línea con más usuarios, lo hacían con el fin de poder avanzar con el reemplazo de las 31 máquinas de cambio de vías y, una vez renovado el sistema de señales, “verificar que todas las rutas posibles cumplan con los estándares de seguridad, identificar eventuales fallas y finalizar la instalación del nuevo sistema a bordo de los trenes”.

“El CBTC es un sistema de última generación cuya tecnología es adoptada por los subtes más modernos del mundo. Trabaja mediante la comunicación entre formaciones, permitiendo el máximo acercamiento de forma segura y reduciendo el intervalo al mínimo posible”, explicaron desde el Gobierno porteño.

Lucas Romero (29) hace el recorrido entre cabeceras de lunes a viernes, para poder llegar a su trabajo. Lo que antes significaba un atajo rápido ahora es un viaje tedioso. “La verdad es que después de dos meses pensaba que iban a funcionar muy bien y no fue así. En frecuencia no cambió en nada, de hecho, demora más. Además, si querés llegar rápido algunas escaleras mecánicas no funcionan”.

En la estación Juramento, Ana Miernik (30) dice que “Desde que volvió, la verdad es que viene con poca frecuencia y se empiezan a amontonar las personas. Desde las primeras semanas notamos que va mucho más lento que lo normal. Llegar a Catedral demora mucho más de lo habitual”, explicó.

Los pasajeros también protestan por las pantallas que indican cuándo viene el próximo tren. Solo se ve la hora. “No he visto grandes cambios, no le encuentro modificaciones. Los horarios no se ven, sigue todo sucio, cae agua por la pared, la frecuencia es de 10 minutos o más. A veces pasan tres subtes y no los podés tomar porque vienen colapsados”, dice la usuaria Génesis Gutiérrez (33), que viaja desde Palermo a Catedral.

En Congreso de Tucumán y en Juramento los ascensores no funcionan. Son muchos los usuarios que necesitan utilizarlos, como Ana Arce (65) que intenta subir hasta la salida. “Mirá como voy. Tengo un problema en las piernas. La verdad es que tenemos que reclamar porque cada día es peor. Ahora estoy subiendo por las escaleras comunes porque ni los ascensores ni las escaleras mecánicas funcionan acá en Juramento. Tampoco podés ver a qué hora viene el subte. Es un desastre”.

Las escaleras mecánicas no funcionan en siete de las 16 estaciones de la línea. No solo en su interior, sino también en las bocas que dan a la calle. Por ejemplo en Bulnes (la que está dentro del shopping Alto Palermo), Juramento y Pueyrredón. A su vez, esto significa un gran problema en las combinaciones, como en 9 de Julio, donde la multitud debe pasar por una sola escalera para unir las líneas D y C.

La respuesta de Emova, la empresa que tiene la concesión del servicio, es que se hacen relevamientos constantes de escaleras y ascensores que sufren desperfectos. “Todas las escaleras de la estación Facultad de Medicina se encuentran funcionando. Respecto del resto, es una situación dinámica, ya que las escaleras mecánicas y ascensores de la red de subte cuentan con mecanismos muy delicados que reciben un uso intensivo y muchas veces están expuestas a hechos de vandalismo”, dijeron desde la compañía, y agregaron: “Los tiempos de reparación varían según el tipo de avería y la necesidad de repuestos que suelen ser importados”.

Los días de lluvia también hay problemas por filtraciones. Félix Cardozo y su esposa, Cecilia, intentan ir despacio porque en el interior de la estación Palermo todo es un gran charco de agua. “No se sabe si llueve más afuera que adentro. La verdad es que no tomamos siempre este subte, solo lo hicimos porque hoy teníamos que ir a Los Arcos. Había muchísima gente y los horarios en las pantallas no se veían”, explicó.

En ese sentido, fuentes de Emova explicaron que pueden ser consecuencia de “pérdidas o desbordes en superficie de las redes de agua corriente que circulan encima de nuestros túneles. Son cuestiones que se van canalizando en la medida que impactan en la red, pero la solución sobre la pérdida inicial es ajena al Subte”. Además, agregaron que en algunos casos también están vinculadas a las lluvias, “que pueden ser atípicas, como las de marzo”. En cuanto a Palermo específicamente, afirmaron que están finalizando una obra para reforzar la canalización de agua.

Saavedra: dos escuelas están sin luz hace un mes

9.4.2024

Las escuelas públicas porteñas están sufriendo robos, problemas de infraestructura y falta de mantenimiento escolar. En el barrio de Saavedra hay dos escuelas que sintetizan el abandono por el que atraviesan los edificios escolares en la Ciudad de Buenos Aires, una situación que arrastran desde hace años y que incluyen deterioro edilicio, precariedad en el tendido eléctrico y filtraciones de agua.

Desde la lluvias ocurridas a inicios de marzo, tanto la Escuela Primaria N° 15 Provincia de Santa Fe como el Jardín N° 5 DE 10 Pablo Picasso, están sin servicio eléctrico. Ambos establecimientos educativos ocupan el mismo edificio situado en la calle Pico y Vidal en el barrio de Saavedra. Las docentes tienen que dar clases con linternas encendidas y aprovechando la poca luz del sol que ingresa por las ventanas.

“Sumate a la ‘Faroleada’, intervención artística en defensa del Pica y de la educación pública”, subraya una frase del folleto que invita a la comunidad educativa a una jornada de protesta mañana miércoles a las 12.30 horas.

“La escuela viene muy castigada desde hace años y para colmo antes de empezar las clases sufrimos un robo muy grande donde rompieron puertas, candados, se llevaron computadoras, la consola de música y luego vinieron las lluvias del 12 de marzo y desde entonces estamos sin luz”, contó Inés Duacastella, presidenta de la cooperadora y mamá de Ramona que asiste a sala de 2 del jardín Picasso.

En el caso del Jardín Picasso en cuatro de las cinco aulas no tiene luz. Hace muchos años que funciona mal el tendido eléctrico en todo el edificio y, tanto la dirección como las familias del jardín vienen reclamando para que se repare.

“Se hicieron todos los reclamos pertinentes, de cada documento hay un número de expediente y la única respuesta que obtenemos del Ministerio de Educación es que ya pasaron todo al área correspondiente. El año pasado se cortaba la luz una vez por semana y teníamos que esperar que el Gobierno envíe a alguien de mantenimiento para volver a tener luz y lo que sucedió este año es que colapsaron todos los arreglos provisorios juntos”, agrega Duacastella.

Las familias aclaran que, para este caso, un generador de energía eléctrico no sería útil porque el problema se encuentra en todo el cableado eléctrico interno de ambos edificios escolares, donde asisten más de 800 estudiantes: 600 en Primaria y 218 en el Jardín de Infantes.

“Las filtraciones de agua llegaron al tendido eléctrico y está comprometido. La situación es muy compleja porque está todo a oscuras y los más chiquitos tienen miedo de ingresar a las aulas, a los bebés de un año les cuesta mucho hacer la adaptación, y obviamente con este calor no anda la ventilación. La respuesta del GCBA es nula, no brindan ninguna solución”, agrega la presidenta de la cooperadora escolar y termina: “La desidia en nuestras escuelas es total y es por eso que realizamos una faroleada este miércoles a las 12.30 en Pico 2629, e invitamos a todos los que quieran sumarse a esta movida artística para iluminar nuestro jardín con linternas y celulares, con el objetivo de visibilizar esta situación y reclamar a las autoridades del Gobierno porteño para que se hagan cargo de la infraestructura escolar de nuestra escuela”.

En febrero pasado, la Escuela N° 15 DE 10 Provincia de Santa Fe, y el Jardín de Infantes común N° 5 DE 10 “Pablo Picasso”, fueron víctimas de un nuevo robo. El segundo hecho delictivo que sufrieron ambos establecimientos educativo en apenas ocho meses. Esta última vez se llevaron alrededor de 210 notebooks de la primaria y una consola de sonido del Jardín de Infantes.

Además del abandono del edificio escolar y la falta de mantenimiento, denuncian que no hay cámaras en la zona, que no quieren más cámaras dentro de las aulas y exigen mayor iluminación y dispositivos de filmación y transmisión en veredas y alrededores. Las computadoras fueron robadas desde el “Espacio Seguro” creado por el Ministerio de Educación de la Ciudad, un aula acondicionada con una cámara y una alarma.

Usted es el visitante N°