LA LUCHA DE LOS ESTUDIANTES PORTEÑOS
29.8.2010
Por Santiago Barbeito, militante de la Organización Estudiantil Lobo Suelto.
Ya desde el comienzo del gobierno de Mauricio Macri los estudiantes secundarios hemos sido uno de los actores políticos centrales en la lucha por la defensa de lo público. En el 2008 el detonante de las tomas y la movilización fue la reducción a la mitad de las becas de ayuda económica. Hoy es el recorte del 50% del presupuesto para infraestructura y su subejecución lo que ha puesto a miles de estudiantes nuevamente en las calles. Esto, sin embargo, es sólo la cara visible de un proceso de reconstrucción del movimiento estudiantil secundarios como sujeto político en la Capital Federal, que se vislumbra también en la aparición de nuevos centros de estudiantes, organizaciones y en una nueva camada de activistas surgida al calor del 2008.
¿Por qué reclamamos?
Al poner un pie en las escuelas porteñas los problemas saltan a la vista fácilmente. Desprendimientos de mampostería obligan a que haya colegios cubiertos con andamios, el gas es un artículo de lujo y las estufas son remplazadas por caloventores que las antiguas instalaciones eléctricas no se bancan. Se han caído techos en varios colegios (incluyendo en aulas donde funciona el jardín de infantes) y están a la vista las grietas en las paredes. A ese estado edilicio se le suma que no llegan todas las becas que se necesitan y las viandas llegan en menor cantidad y en peor estado.
Y es que todo esto parte de una política de Estado que lleva el macrismo frente a lo público combinando el desfinanciamiento y el aumento de los privilegios para lo privado. Para dar un ejemplo, a la vez que se recortó el presupuesto para infraestructura en los colegios públicos, el presupuesto para educación privada se duplicó, mientras las cuotas de la misma seguían subiendo. A la vez que Bullrich nos dice a los secundarios que "la plata no alcanza" (1) tiene encanutado un 93% del presupuesto de infraestructura para este año, es decir que ha ejectutado hasta ahora solamente el 7%, y pone el inicio de las obras para el 2011 quedando estas en la mitad del período electoral y pasando el problema a la gestión siguiente.
¿Qué hicimos los estudiantes?
Ya desde principio de año, al enterarnos de todo esto, los estudiantes comenzamos a movilizarnos a la Jefatura de Gobierno de la ciudad, a hacer un relevamiento de las cosas que faltaban en los colegios y a exigir respuestas tanto de la legislatura como del gobierno. Dichas respuestas, al igual que la repercusión mediática, estuvieron ausentes hasta que el lunes 23 de agosto nos lanzamos a la toma generalizada de colegios, que incluyó 24 instituciones educativas. Este hecho demuestra por un lado lo legítimo de nuestro reclamo, que se extendió muy rápidamente, y por otro, el grado de organización al que hemos llegado en el movimiento secundario.
Ante esto, el Ministro de Educación se vió obligado a recibirnos el viernes último y nos presentó un plan de obras que rechazamos por no contemplar los problemas centrales de cada colegio. A esa reunión llegamos con más de 2.500 estudiantes convocados por la CUES y, ante nuestro rechazo a su propuesta, Bullrich tuvo que comprometerse a presentarnos un nuevo plan de obras serio para el lunes 6, donde se incluyan todos nuestros reclamos.
A pesar de que las respuestas del Ministro de Educación no nos han convencido reconocemos que hemos avanzado un gran paso. Gracias a nuestra fuerte lucha hemos logrado que el macrismo tire por la borda la política histórica de su gobierno de no reconocer a los sectores en lucha como válidos y, por lo tanto, no negociar con ellos. Empezaron diciendo, como siempre, que no iban a negociar mientras los colegios estuvieran tomados, y finalmente les torcimos el brazo. No sólo eso, sino que hemos quebrado su estrategia de persecución cuyo punto culmine se encontraba en el memorandum declarado inconstitucional recientemente3 que obligaba a las autoridades de cada colegio a armar "listas negras" con los activistas de cada toma recordando a los tiempos más trágicos de nuestra historia. Todo esto se logró con la unidad, lucha y organización de los estudiantes. Por eso resulta indignante la cobertura mediática y los dichos del propio macrismo respecto de la “polítización del reclamo” y los supuestos “oscuros” objetivos de las tomas.
Por un lado, porque la propia masividad del movimiento muestra lo legítimo del reclamo y lo extendida que está la crisis educativa de la ciudad. Y fueron las tomas las que visibilizaron este vergonzoso deterioro, que el macrismo promovió y que todos los medios de comunicación que ahora se preocupan por los estudiantes “politizados” y los días de clase perdidos ayudaron a ocultar. Por el otro, porque somos estudiantes que reivindicamos nuestro derecho a organizarnos, a defender lo nuestro y a hacer nuestra política. Porque eso es lo que realmente debe molestarles: nuestra política de defensa de la educación publica, gratuita y popular, cuando su política es destruirla.
Somos concientes de que todavía falta mucho, por lo que hemos decidido mantenernos en estado de alerta. El martes marcharemos hasta la Legislatura de la Ciudad, en cuya comisión de educación van a interpelar a Bullrich, y el jueves vamos a realizar cortes de calles en 6 puntos centrales de la capital. Sabemos que esto solamente es el principio de una gran lucha por la educación pública y que si hoy conseguimos algo va a ser, no sobre la base de la negociación trucha que plantea el PRO sino continuando con las medidas de protesta.
Los estudiantes ya venimos mostrando a la sociedad la emergencia en la que está sumergida la educación pública hoy. Es necesario que alguien se haga cargo ya, sea el gobierno PRO o la legislatura, de esta situación que es insostenible y peligrosa para quienes asistimos día a día a nuestras escuelas. A su vez convocamos a todos los sectores de la sociedad a sumarse a esta lucha que no es sólo por la educación pública sino contra un modelo de Estado ausente y funcional a los negocios de grandes grupos empresarios.
Por todo esto reclamamos:
-Reformas edilicias ya.
-Ejecución del 100% del presupuesto educativo.
-Aumento del presupuesto necesario para las Obras.
-Comisión de seguimiento docente-docente estudiantil para controlar el presupuesto.
-Becas y viandas para todos los que las necesiten.
-Investigación a todos los funcionarios responsables de la emergencia en que se encuentra la educación hoy. Si no defienden nuestra educación ¡Que se vayan!