23.12.2022
POR AGUSTÍN MINA, DIEGO MONETA, MANUELA BARES PERALTA Y JOSÉ CORNEJO
Diálogo con Mónica Santino, ex jugadora de fútbol y directora técnica de La Nuestra, en la Villa 31. El crecimiento del fútbol los últimos años, los avances del movimiento feminista y las reacciones frente a ello, y la influencia de la tecnología en el deporte.
¿Qué expectativas tiene con Argentina en el Mundial de Qatar?
Mónica Santino: El debut fue un garrotazo en la cabeza. Creo que hubo condicionamientos, no son excusas. Esas posiciones adelantadas, el uso tecnológico del VAR, los offside semiautomáticos y otras denominaciones raras influyeron, y también cómo llegaron algunos jugadores a la competencia. Quizás un primer tiempo que se tomó de una manera relajada y esos seis minutos que tuvo Arabia Saudita los aprovechó al máximo.
Hay espacio para recuperarse de esa derrota. Hay con que, cuestiones en las que se puede confiar que es a lo que este grupo nos acostumbró con ese invicto prolongadísimo. Ese debut fue una sombra de lo que el equipo puede dar. Hay espacio para recuperarse.
¿La tecnologización del fútbol lleva a que parezca otro deporte?
M.S: Sí, coincido plenamente. Asistimos al cambio de la esencia del juego. Muchas de nosotras y nosotros crecimos jugando a la pelota en ámbitos donde, de alguna manera, el reglamento del fútbol habilita la subjetividad, la interpretación y la intención. Crecimos en la calle o en los potreros jugando así, con un fútbol con espacio para la creatividad y la picardía. Me parece que esta tecnología exacerbada lo liquida.
Podemos aplicar tecnología para saber si la pelota pasa o no la línea del arco, en algunos goles discutibles. La posición adelantada de esta manera es otra cosa. Cuando vemos los goles anulados, con ese dibujo final, no se ve el que lanza la pelota, que siempre históricamente se pensó para la posición de los demás. Vemos sólo dos y el apenas hombro de Lautaro Martínez por sobre esa línea. Eso me parece una locura y creo que así el juego se destruye.
Como otras cosas a las que asistimos, como el boicot hipócrita de algunos países europeos al mundial, cuando en realidad disponen de fondos árabes para sostener clubes tan poderosos, como el Paris Saint Germain, las violaciones a los Derechos Humanos, tuvimos nuestro Mundial en 1978. Esa dirigencia que goza de muchos privilegios está llevando al límite lo que el fútbol puede cambiar en función de ese negocio. Ahí la figura de Diego aparece con mucha fuerza, lo extrañamos más que nunca y volvemos a pensar la necesidad de organizar futbolistas, tanto mujeres como varones, frente a estos ataques de quienes viven del fútbol como negocio.
¿Hay una explosión del fútbol femenino?
M.S: Sí, no podemos dejar de leer esa irrupción en la vida pública al calor del movimiento feminista de mujeres en la calle. Para nosotras hubo un cambio sustancial a partir del 2015. Entendemos que en esa agenda de demandas también entró el derecho a poder jugar al fútbol. Todo lo que vivimos en el último tiempo no se puede leer sin el feminismo presente.
En cualquier espacio público vas caminando y vas a ver una nena pateando una pelota con su papá, clubes con filas de pibas que quieren jugar, y eso culturalmente es muy alentador. Hace muchísimos años que jugamos al fútbol y este es un momento político y social que hay que aprovechar. Hay mundial femenino el año que viene, en Nueva Zelanda y Australia, y una selección argentina que vuelve a clasificar a esa instancia, a pesar de que todavía hay mucha distancia con las potencias. Hoy ser futbolista forma parte del cotidiano, algo que nosotras celebramos mucho y hay que seguir por ese camino para no perder ninguna conquista.
Sos hace muchos años DT de La Nuestra en la Villa 31. ¿Qué le diría hoy a una piba que no se anima a entrar a una cancha pero tiene ganas?
M.S: Que observe a su alrededor, mire a todas las compañeras que hay y que se anime y lo haga, porque no está sola. Nadie se va a burlar, nadie le va a decir que no puede hacerlo. Nadie le va a decir que es mala por el solo hecho de ser mujer. Nada se vive en soledad, las transformaciones y las solidaridades son colectivas. Podes ser una gran futbolista o no, pero la experiencia del fútbol te ayuda a ser mejor persona. Para todas nosotras fue así. Sola no podes absolutamente nada, lo aprendimos muy bien en el barrio. Es una puerta abierta muy grande para ser libre y mejor persona.
Gracias por poner en valor el laburo en La Nuestra, un trabajo territorial muy zarpado e intenso. No es un grupo de pibas que tira la pelota en la canchita. Muchas veces nos bajan el precio y lo hacen también con el deporte social, con lo importante que tiene que ser en Argentina con políticas públicas que lo sostengan.
El partido de Camerún-Suiza fue la primera transmisión argentina con una dupla femenina en relatos y comentarios, con Lola Del Carril y Ángela Lerena. ¿Cómo vio el hecho, en términos de lo que significa, pero también la reacción conservadora que generó?
M.S: Creo que asistimos a un hecho histórico, en una señal pública. Sobre todo Ángela Lerena, que lleva más de dos décadas de periodismo y después de tanto tiempo le llega este momento. Lo vivimos como un triunfo colectivo. Les toca a ellas dos pero hay una cantidad de brazos, luchas, que se fueron entrelazando para que pase.
Como ocurre en las canchas de fútbol, también ese lugar del periodismo estuvo reservado a varones, donde se supone que por esa condición sabes más y podes opinar y nosotras no. Son lugares de mucha violencia. Son círculos en los que tratas de intervenir y nadie te escucha. La cantidad de tiempo en televisión en que éramos nada más que figuras decorativas, más parecidas a modelos y a obedecer a una línea estética que a que se nos escuche con profundidad cuando estamos hablando de fútbol.
La reacción es parte de la cultura patriarcal que sostuvo durante años esos lugares de privilegio. Más allá de los ataques que sufrió Lola Del Carril en redes sociales, la transmisión fue sólida y de un gran profesionalismo, en comparación a periodistas y relatores varones que dejan mucho que desear, donde se imponen los gritos y quizás más chimento que hablar del juego. Hay cantidad de horas en televisión, radio y medios gráficos donde lo que prevalece es el chiste y del juego se habla poco y nada.
Celebro la transmisión porque fue impecable y muchas tenemos que seguir ese camino, como también el rol de directora técnica, que es otro lugar asignado a varones. Cuando repasas el campeonato de la liga profesional femenina argentina el 98% de los equipos están dirigidos por varones, y todavía es un lugar de saber que se les atribuye cuando muchas hicimos el mismo curso y tenemos exactamente el mismo título. Sin embargo, tenemos que demostrar el doble. Creo que ahí hay una batalla grande que recién empieza, pero celebrar y felicitar profundamente lo que pasó con Lola y Ángela en esta transmisión.