Gatillo fácil de Lucas González: “La única manera de aliviar tanto dolor es con verdadera justicia”
7.12.2022
Por Juan Borges
Se inicia el juicio finalmente en marzo de 2023…
Mario González: Finalmente llego la fecha para el juicio. Tendrá fecha inicial el día 16 de marzo de 2023. Mis sensaciones son de muchísimo dolor, tristeza, bronca, impotencia. El deseo más grande es obtener la condena ejemplar que se merecen los culpables. Ahí considero que se haría verdadera justicia. Sería la única manera de calmar tanto dolor. Nuestra familia sufrió una pérdida irreparable.
¿Considera a un año del crimen de Lucas que se realizó bien la investigación?
Mario González: Consideramos que sí. Gracias a la labor de nuestro abogado Gregorio Dalbón y al fiscal Lionel Gómez Barbella que intervino en la causa con suma responsabilidad y compromiso para con el caso y más aún con la familia. Ambos realizaron una tarea intachable. Gracias a ellos se llegó a esta instancia. Estamos muy agradecidos.
¿En total son 14 los acusados? ¿Está conforme con eso?
Mario González: Eran 16 acusados en principio, pero el juez dejó a las dos mujeres policías que participaron libres por falta de mérito. Los 14 que hoy siguen en prisión preventiva van a ser juzgados. Pero las dos mujeres policías fueron las culpables de manipular el arma de plástico en el baúl del vehículo donde los chicos viajaban. Es una pena que no sean juzgadas por complicidad.
¿Cuáles fueron los motivos para tanto ensañamiento con Lucas y los demás jóvenes?
Mario González: El motivo no lo entiendo, el accionar tampoco. Me gustaría saber porque tanta bronca hacia 4 niños de 17 años que volvían de entrenar. Tal vez porque eran morochos y humildes. A mi hijo hasta me lo quemaron con cigarrillo y él estaba con vida en ese momento. No tuvieron piedad con Lucas y mi familia no los perdona. No sé si estarán arrepentidos, pero deseo que la justicia y Dios se encarguen de que paguen lo que hicieron.
¿Qué expectativas tienen sobre el juicio?
MG: Nosotros solo queremos justicia por Lucas y por los chicos sobrevivientes. La única arma de mi hijo era su botinero y sus ganas de jugar al futbol. Cada mañana nos íbamos juntos a tomar el colectivo, a entrenar y yo a trabajar. Éramos muy compañeros. Se esforzaba mucho para llegar a ser un jugador de futbol. Lucas descansará en paz y nosotros tendremos un alivio al corazón porque hemos peleado durante todo este tiempo para demostrarles a ellos y a toda la argentina quien era mi hijo. Nos costó mucho criarlo a él y a sus hermanos, sin embargo, seguimos de pie con respeto y humildad.