El Gobierno multa a Edesur por la mala calidad del servicio

16.02.2023

El monto es de mil millones de pesos y la sanción se da en el marco de reiterados y prolongados cortes de luz que generaron descontento en los usuarios.
El Gobierno definió multar a la empresa Edesur por el deficiente servicio de energía eléctrica que presta. El monto es de mil millones de pesos y la sanción se da en el marco de reiterados y prolongados cortes de luz que generaron descontento en los usuarios.
Ayer por la tarde familias de Villa Lugano que llevaban varios días sin servicio salieron a la calle a protestar y fueron reprimidas por la Policía de la Ciudad. Incluso la violencia policial alcanzó a varios trabajadores de prensa.
La decisión fue anunciada anoche por Sergio Massa, ministro de Economía, quien instruyó a la Secretaría de Energía y al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) para su aplicación. Fue tras reunirse con el presidente Alberto Fernández.
Edesur debe “devolver a los usuarios que hayan sido víctimas de cortes superiores al promedio establecido en el contrato de la totalidad de la factura del último mes y habilitar un ámbito de reclamo por daños a electrodomésticos domiciliarios” informó el titular de la cartera económica, a través de su cuenta de Twitter.
Asimismo, anunció que van a “poner en marcha una veeduría con auditoría, convocando a la Universidad de Buenos Aires para revisar el valor de activo regulatorio, cumplimiento del régimen de inversiones, el tiempo de respuesta a los usuarios y la calidad en el servicio de transmisión de Edesur”.
El control mayoritario de Edesur lo tiene el grupo italiano Enel, que controla además la represa de El Chocón, la ex Central Costanera y la Central Dock Sud, vende energía y combustible a grandes usuarios y participa del negocio del transporte de energía desde las centrales eléctricas.

A 38 años de la siembra de Alí Primera, el cantor del pueblo, fue recordado este jueves en Buenos Aires

16.02.2023

Alí Primera fue recordado por todo lo alto en una actividad organizada por la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Argentina. La música y la poesía del gran trovador nacido en Falcón, surgió desde un video en el que su hijo Sandino Primera, habla de su padre y su compromiso permanente con las causas populares. Posteriormente, otro video ideado por la propia embajadora Stella Lugo, evoca paso a paso cada una de las intervenciones revolucionarias de Alí a través de su canto y de sus testimonios en la gran batalla cultural que acometió.

Así, el público que desbordó el salón principal de la Casa Patria Grande, pudo escuchar fragmentos de los homenajes del cantor al Che, a Allende, a Tania, a las Madres de Plaza de Mayo, a Ho Chi Minh y tantos otros y otras luchadores del Tercer Mundo.
La embajadora Lugo, recordó también las batallas culturales y de militancia política que libró el trovador en defensa de su pueblo, y luego incursionó en la necesidad -como predicaba el mismo Alí- de unir a los pueblos: «Si la lucha por la libertad se dispersa, no habrá victoria popular en el combate».
Stella Lugo recordó el avance del imperialismo yanqui en todo el continente, y el descaro de la jefa del Comando Sur, reivindicando como propias las grandes riquezas nuestramericanas.
Lugo expuso todos los daños que les ha ocasionado Estados Unidos y el imperialismo:
El final de sus encendidas palabras fue de esperanza revolucionaria. Con la convicción que «vamos a vencer», al imperialismo, al colonialismo y al racismo, como en su momento hicieron San Martín y Bolívar con los españoles. Desenvainando una espada, réplica de la de los Libertadores, la levantó en alto y ratificó su seguridad de la victoria de los pueblos del continente.
¡El emocionante acto culminó con la actuación de la Agrupación «Canto a la Vida» que entonaron varias canciones de Ali Primera que fueron acompañadas por todas las personas presentes, terminando con el histórico «Yanki go home!»,

Alí Primera: Una trova revolucionaria, internacionalista y de amor por los humildes

Ely Rafael Primera Rosell, mejor conocido como Alí Primera, fue un cantautor, músico, poeta y activista político venezolano nacido el 31 de octubre de 1941 en Coro, estado Falcón. Gracias a su compromiso con las causas justas, fue bautizado como “El cantor del pueblo”.
En su entorno familiar se apodaba “Alí” porque sus abuelos eran árabes. Sus padres fueron Antonio Primera y Carmen Adela Rossell. Lamentablemente, a los tres años quedó huérfano debido a que su padre falleció accidentalmente en la ciudad de Coro.
En el año 1960, él y su familia se trasladaron a Caracas donde egresó como bachiller del “Liceo Caracas” y en 1964 ingresa a la Universidad Central de Venezuela (UCV) para cursar estudios de Química en la Facultad de Ciencias.
Alí Primera inicia su fase de compositor y cantante en la época universitaria, primero como pasatiempo y luego una actividad central de su vida. En ese momento, surgen sus primeros éxitos “Humanidad» y «No Basta rezar” con los que se dio a conocer a gran escala.
Entre 1969 y 1973, cursó estudios de Tecnología del Petróleo en Europa gracias a una beca que le otorgó en 1968 el Partido Comunista de Venezuela (PCV). Sin embargo, no ejerce su profesión al regresar a Venezuela en noviembre 1973, sino que se dedicó a la música y a la lucha política.
En su trayectoria artística, “El cantor del pueblo” realizó 12 producciones discográficas, las cuales lo convirtieron en un referente de la “canción necesaria” latinoamericana. Entre ellos destacan “Volumen 2”, “Lo primero de”, “La Patria es el hombre”, “Entre la rabia y la ternura”, “Cuando nombro la poesía”, “Con el sol a medio cielo” y “Abrebrecha”.
Además, participó en numerosos festivales musicales de Latinoamérica y se presentó en varias ocasiones en el Aula Magna de la UCV, así como en liceos, sindicatos, fábricas y sitios populares para llevar su ideal revolucionario a todos los rincones del país.
Su lucha por las causas justas nunca se detuvo. Después de militar en el Partido Comunista de Venezuela (PCV), colaboró en el partido Movimiento al Socialismo (MAS), durante la primera campaña electoral de José Vicente Rangel en el año 1973.
Entre las canciones más conocidas de Alí se encuentran «Paraguaná paraguanera», “Tin marín”, “No basta rezar”, “Los que mueren por la vida” “Techos de cartón” “Madre déjame luchar” y “América Latina Obrera”.
El 16 de febrero 1985, Alí Primera conmocionó a Venezuela con su fallecimiento en un trágico y muy dudoso accidente automovilístico ocurrido en la Autopista Valle-Coche, en Caracas, después de salir de una sesión de grabación. En varias oportunidades Alí había denunciado que lo estaban amenazando de muerte y temía -lo dijo explícitamente- algún accidente de tránsito.
Su legado musical quedó grabado en la memoria colectiva del pueblo venezolano y latinoamericano. Sus letras han calado de generación en generación, gracias a su vigencia y a que recogen el sentir de las mayorías.
Su música y poesía fueron el abrevadero y el ideario, que sirvieron de inspiración, de consignas, de arengas y de gritos de guerra en las batallas políticas de la Venezuela post-perezjimenista, así como cura de las heridas y consuelo en las derrotas; su canto se alzó como himno festivo en las victorias.
La izquierda venezolana le debe a Alí Primera una coherencia que difícilmente hubiese logrado sin un poeta. Por otra parte, más allá de los tintes ideológicos –de comunista, antiimperialista y de izquierda– Venezuela entera deberá reconocer al prolífico compositor que era Alí, a su amor profundo por Venezuela, por su música y por su gente; tanto en su canción necesaria como en los cantos costumbristas y sus canciones de amor.
Sin lugar a dudas, Alí Primera – El Cantor del Pueblo Venezolano – tiene un lugar especial reservado entre los hombres ilustres y héroes nacionales. “Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos…”, como él mismo trovaba.

Familiares de pacientes del hospital Ramos Mejía llevan ventiladores porque no anda el aire acondicionado

15.02.2023

Por Martín Suárez

Sólo en clínica médica hay más de 120 internados y otros tantos en cirugía. Personal de la salud asegura que las altas temperaturas y la falta de ventilación, pueden empeorar el cuadro de muchos pacientes.

Mientras el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recorre la Argentina en medio de su campaña electoral, cientos de pacientes de diferentes hospitales públicos de la Ciudad padecen la desidia de una gestión ausente. En el Hospital Ramos Mejía, hace más de diez días que el sistema de aire acondicionado dejó de funcionar en todas las salas de internación de clínica médica y cirugía. Así lo denuncian los trabajadores y trabajadoras de ese nosocomio que, por estas horas, debaten si tomarán alguna medida de fuerza en los próximos días. Ante esta situación, familiares de los pacientes internados, llevan sus propios ventiladores para que no sufran las altas temperaturas y, evitar en muchos casos, que empeore el cuadro. La situación se suma a lo que ocurre en los hospitales Durand y el Oftalmológico Pedro Lagleyze que, desde la semana pasada, suspenden alrededor de 25 cirugías diarias por falta de funcionamiento del sistema de aire acondicionado.
El personal de la salud asegura que no es un tema menor y que no debe tomarse a la ligera. “La falta de aire acondicionado puede empeorar la situación de algunos pacientes. Por ejemplo, en aquellos que tienen meningitis o neumonía. A muchos de ellos les sube la temperatura, pero no es por su patología ni porque estén infectados, sino por no tener el ambiente refrigerado en condiciones”, cuenta Luis Ledesma, Licenciado en Enfermería y delegado del Ramos Mejía. Prácticamente todo el hospital se encuentra en la misma situación, “en la sala de espera de la guardia, por ejemplo, tampoco funciona la ventilación. Eso pone de muy mal humor a los pacientes que llegan con diferentes lesiones o infecciones que, sumados al calor, nosotros tenemos que salir a poner paños fríos para bajar los ánimos de quienes se ponen efusivos y se crean algunos conflictos en el lugar”, agrega Ledesma.
En las salas de clínica médica se encuentran pacientes de complejidad media con problemas respiratorios, neurológicos, infecciones renales y demás. En planta baja, primer y segundo piso hay alrededor de 120 pacientes. Los pacientes internados en cirugía incluso padecen la falta de ventilación natural porque en muchas salas las ventanas están selladas. “Para poner un ejemplo, en una sala puede haber veinte pacientes que actualmente tienen dos ventiladores que no ventilan nada porque tiran aire caliente. Al ver esto las familias traen sus ventiladores de pie o portátiles, pero tampoco ayuda al estado de nuestros pacientes”, suma Ledesma, al mismo tiempo que destaca que ante esta situación, “muchos internados se tienen que bañar más de una vez por día con el agravante de que tenemos muy poco personal de salud”.

Falta de respuesta del ministro de Salud

Los trabajadores del hospital aseguran que hace varios días que vienen comunicando la ausencia de ventilación central y la falta de funcionamiento del sistema de aire acondicionado. “Advertimos en varias ocasiones que si no solucionaban los problemas íbamos a tomar medidas, pero el gobierno porteño es totalmente indiferente a los reclamos. No siquiera se comprometieron a conformar una mesa de diálogo para ver de qué manera solucionamos esta problemática”, explica Ledesma. Entre jueves y viernes de esta semana, los trabajadores y trabajadoras de hospitales porteños evalúan tomar alguna medida de fuerza si todo sigue igual.

La situación en el Durand y Lagleyze

El viernes de la semana pasada, personal de la salud de ambos hospitales, denunciaron la suspensión de alrededor de 25 cirugías diarias, por falta de funcionamiento del sistema de aire acondicionados en los quirófanos. Es a raíz de las diferentes situaciones ocasionadas como: pacientes descompensados, médicos deshidratados y con mareos; generadas al interior de las salas quirúrgicas cuando la falta de ventilación provoca el sofocamiento de trabajadores y pacientes. “Hace meses que no funciona el aire acondicionado ni en el quirófano grande, ni en el más chico. En noviembre y diciembre, a medida que iba aumentando la temperatura, se realizaron igualmente las operaciones, pero últimamente no pudimos avanzar porque se descompensan los pacientes y hasta nuestros compañeros”, contó Myriam Murúa, Técnica en Cardiología y delegada del Hospital Lagleyze. El promedio anual de cirugías realizadas en ese nosocomio se acerca a las 30 operaciones diarias, pero estos últimos días estuvieron realizando entre tres y cuatro intervenciones en cada jornada. “No podemos arriesgar la salud de los pacientes que necesitan estar en condiciones seguras en la sala de operaciones, pero tampoco podemos arriesgar la salud de los compañeros y compañeras de trabajo”, agrega.

Cortes sistemáticos de luz en el barrio de Lugano Comuna 8

14.02.2023

Por Nancy Karina Sayo

En medio de la peor ola de calor, los cortes están afectando a los vecinos del barrio Piedrabuena y alrededores. Vecinos denuncian y realizan reclamos sin obtener respuestas. La empresa Edesur manda cuadrillas a realizar “arreglos” que no solucionan el problema de fondo.

El sábado 11 de febrero, los vecinos del barrio Piedrabuena estuvieron sin luz desde las 15 horas, la cuadrilla de Edesur, llego recién a la noche, cerca de las 22 horas. Una de las vecinas (M), comentó: “No sé qué tema tienen que solucionar, ya que después del “arreglo”, se rompe todo tan rápido, si tenés algo que no anda y supuestamente, lo solucionas, no puede ser que al otro día te pase lo mismo. ¿Tendrán que cambiar generadores? El suministro que nos brindan no alcanza para todo el barrio”. También se refirió al llamado “barrio viejo”, donde se encuentran “las casitas de Piedrabuena” y dijo: “Ahora, los de las casitas están sin luz, les viene durante tres horas y después la cortan nuevamente, todo el tiempo. Llevan varios días así”.
Otra vecina (MR), manifestó: “Hay bronca, sufrimos una ola de calor, cortes de luz cada cinco minutos, que incluye corte de agua inmediatamente. Se te queman las cosas. Encima, si te quejas o haces un corte, viene la policía y te saca. Desde el viernes 10 de febrero, venimos sufriendo cortes generales, tenés personas discapacitadas que tienen que bajar y subir por escalera, 12 pisos. Además, en la factura te cobran un montón y tenés que cuidar el consumo. No saben la dimensión del desastre que provocan. Ya no sabes qué hacer”. Y siguió: “La empresa no te soluciona nada, llamás y no contestan, no dan explicaciones. Si a los problemas edilicios, le sumas esto, todo va a ser cada vez peor. Edesur no se hace cargo y el gobierno no hace nada para solucionar el tema, pero para cobrarte no tienen problema”.
Otro testimonio fue el de la vecina X: “Me cansé de hacer reclamos y ¿qué solución nos dieron?, ninguna. Si no nos unimos, nos van a seguir boludeando. Tenemos que poner horario para ir a Edesur y también ver si se puede encontrar a este señor de la comuna 8”, refiriéndose al presidente de la junta comunal N°8, Miguel Ángel Eviner, referente del Frente de Todos. Y continuó: “No quieren intervenir para pelear por un mejor servicio y el estado es responsable. El jefe comunal tendría que convocar los cortes, pero está del lado de la empresa Edesur”.
Todo esto pasó durante una semana donde hubo alerta naranja debido a las altas temperaturas. Queda claro que nadie se hace responsable, ni el jefe comunal, ni la empresa Edesur, que solo se dedica a hacer remaches sin aportar soluciones de fondo, tampoco se invierte en mantenimiento. Ninguno de los gobiernos, hizo nada para cambiar esta situación, desde que se privatizó el servicio eléctrico en los 90.
Tanto las empresas, Edesur como Edenor, mantenían deudas extraordinarias con el estado. La deuda llegaba a un monto de $219.615 millones y ante esta situación, el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Sergio Massa, acordó con ellas una refinanciación que redujo aún más la deuda, mientras al pueblo trabajador le aplican tarifazos sin brindar un servicio acorde.
La solución no es terminar el contrato de concesión como dijo Flavia Royón, secretaria de energía de la Nación, con Edesur para entregar el servicio a otra empresa privada.
Es necesaria la nacionalización del servicio eléctrico bajo control de los trabajadores sobre estas empresas, en conjunto con los usuarios, teniendo en cuenta las necesidades sociales de las mayorías y no los intereses individuales de unos pocos.
Tanto la luz, el agua como el gas, son derechos básicos humano, no debería ser un servicio y no debería faltarle a ninguna persona.

En plena ola de calor, Edenor y Edesur dejaron sin electricidad a 200.000 usuarios

13.02.2023

Esa cifra se registró durante el fin de semana en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Fue en días con temperaturas récord. Sale a la luz el desprecio empresarial por la salud de la población y la mirada pasiva del Gobierno que les dio tarifazos inflacionarios.

Durante el fin de semana en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se sufrieron altísimas temperaturas, con sensaciones térmicas que en algunas zonas superaron los 40 grados. Según el Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE), entre viernes y domingo hubo más de 200 mil usuarios de Edenor y Edesur que, además del calor, sufrieron la falta de servicio eléctrico. En la mañana del lunes, aún se registraban más de 40.000 usuarios sin luz.
El ENRE informó que, al menos hasta las 11 de la mañana, seguían sin electricidad 42.296 viviendas en el AMBA, de las cuales 31.653 eran de usuarios de Edesur y 10.643 de Edenor.
Entre las zonas más castigadas con los cortes ejecutados por las empresas hay barrios de CABA como Caballito, Almagro, Balvanera, Flores, Mataderos, Lugano, Belgrano y Palermo; y otros del conurbano ubicados en La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes, Berazategui, Lanús y José C. Paz.
Con total cinismo, la secretaria de Energía de la Nación Flavia Royón dijo en las últimas horas que reportes que indican “que cientos de familias llevan días sin electricidad” y que, en consecuencia, instruyó al ENRE “para que inicie las actuaciones administrativas correspondientes para solucionar de forma inmediata, y definitiva, este tipo de situaciones que se repiten año tras año”. Como si ella no formara parte de un gobierno que lleva más de tres años de gestión y de un frente político que gobernó, además, entre 2003 y 2015.
“No nos va a temblar el pulso si eso implica tener que terminar el contrato de concesión del servicio de distribución eléctrica a cargo de la empresa Edesur”, advirtió Royon. En boca de una servidora de las grandes corporaciones mineras y extractivistas, esas declaraciones suenan a puro palabrerío.
Un dato brindado por el ENRE es de suma importancia: la empresa Cammesa , operadora oficial del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), confirmó que “no solicitó ningún corte en ninguna de las áreas o regiones del país dado que el pico (de consumo) se operó con reservas óptimas”. Es decir que Edenor y Edesur decidieron esos cortes de forma unilateral. Como siempre lo hacen, ante la mirada pasiva de los funcionarios de todos los gobiernos que pasaron desde que se privatizó el servicio eléctrico en la década de los 90.
Más allá de las declaraciones de Royón y compañía, lo cierto es que las empresas concesionarias de distribución eléctrica llevan décadas haciendo lo que quieren sin rendir cuentas. Y encima (más alá de episódicas multas que casi nunca pagan) el propio Estado las “premia” con tarifazos que recaen sobre los bolsillos populares y con beneficios para que sus ganancias no sean alteradas.
En enero, sin ir más lejos, el Frente de Todos acordó con Edenor y Edesur una refinanciación de las deudas de las compañías para con el Estado. Así, de los $ 219.615 millones que debían a Cammesa sólo le pagarán $ 80.210 millones en 96 cuotas. Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa decidieron perdonarles a estos pulpos los intereses punitorios y pactaron una “compensación” que redujo aún más la deuda. A la par de la suba de tarifas y el empeoramiento del servicio, las compañías reciben un premio que es parte del plan de ajuste que exige el FMI.
Está claro que la nacionalización del servicio eléctrico, bajo control de trabajadores de estas empresas y comités de usuarios, poniendo la generación y distribución de energía realmente al servicio de las necesidades sociales, no es parte del programa de quienes vociferan un supuesto proyecto “nacional y popular”. Mal que les pese a quienes aún defienden al peronismo, eso sólo se le “ocurre” a la izquierda, que tiene un programa y un plan para transformar de raíz este sistema energético inhumano y criminal.

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