Puerto de Buenos Aires: una salida de fondo para terminar con el saqueo y defender los puestos de trabajo
5.7.2022
Los trabajadores de la Terminal 5 siguen peleando por sus puestos de trabajo y contra la tercerización. En medio de la crisis, un puñado de empresas se reparte el saqueo del país. ¿Cómo pelear por una salida de fondo?
El último día de junio, con una asamblea y concentración, trabajadores volvieron a reclamar el reparto de la carga en la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires. 800 familias portuarias esperan una solución. Por parte del gobierno nacional, la AGP (Administración General De Puertos) y la Federación (Fempinra), no le dieron ninguna salida a su situación.
Los portuarios confirmaron que llevarán adelante acciones programadas para seguir con su reclamo de continuidad laboral y el reparto de la carga. Como dijo uno de sus delegados, “los trabajadores defendemos puestos de trabajo, no empresas, y de todos, no solo de la Terminal 5. Porque lo que pase en la T5 será un caso testigo para precarizar a todos los compañeros”.
Estuvimos desde el primer momento apoyando su reclamo, desde el año pasado cuando bloquearon la terminal por 12 días siendo desalojados por la prefectura a raíz de que grandes empresas como Mercedes Benz, Toyota, Volkswagen, avícolas entre otras, pegaron el grito en el cielo porque no podían ingresar sus cargas para seguir amasando fortunas.
Esto para nosotros es una gran demostración de la fuerza de un sector estratégico como el Puerto de Buenos Aires, donde se comercia una gran cantidad de productos y un caudal enorme de dólares que lo monopolizan empresas privadas.
Pero el conflicto nos ayuda a entender quiénes son los que hacen fortunas en un país donde millones pasan hambre y otros pelean por defender sus puestos de trabajo. Y además cuáles son las salidas que proponen las grandes empresas y los partidos tradicionales. Pero hay otra salida.
Hoy la crisis económica muestra como un puñado de empresas concentran el comercio exterior, las importaciones y exportaciones, según sus propios intereses y negocios, haciendo todo tipo de maniobras contra el Estado para multiplicar sus ganancias y acumular dólares. Mientras, en el país se profundiza la crisis y millones pasan hambre y pobreza.
Nos parece que una herramienta fundamental en el camino de terminar con los ganadores de siempre es el monopolio del comercio exterior en manos del Estado, ya que así podríamos saber qué entra, qué sale, y utilizar esos recursos para las necesidades más urgentes que hoy tiene la sociedad. Con Vicentín, por ejemplo, se perdió la posibilidad de tener un control de las exportaciones, ya que todo el grano y recursos del agro salen del país a través de empresas privadas, empresas monopólicas que manejan a su antojo este gran negocio. En el Puerto pasa lo mismo.
Por eso opinamos que, para terminar con este saqueo, el puerto debería ser estatizado y gestionado por los trabajadores y no por un puñado de multinacionales. Así podría estar al servicio de las necesidades del pueblo trabajador.
El problema del empleo y el salario también tienen una salida, pero no va a venir de los que amasan fortunas a costa del país y el pueblo trabajador. No se puede perder un solo puesto de trabajo en medio de esta crisis. Podemos ver en los puertos, o como pasa con millones de trabajadores y trabajadoras, que hay que hacer jornadas de 10 o 12 horas, extras, para llegar a fin de mes. Mientras, otra parte no tiene laburo o sobrevive con planes sociales o “changas”.
Hay una solución sencilla. La idea de la reducción de la jornada laboral a 6 horas, para generar nuevos puestos de trabajo, sería una forma de combatir la desocupación y la pérdida de puestos de trabajo, en el Puerto y en todo el país. La medida tiene que ser sin ninguna rebaja salarial, con un mínimo que cubra la canasta familiar que necesitamos para vivir, porque está clarísimo que las empresas que hoy operan las terminales tuvieron ganancias récord, aún durante la pandemia.