CABA. Larreta extendería licitaciones de las concesionarias de comedores escolares hasta 2025
16.6.2022
Se trata de las “concesionarias del curro”, las mismas que abastecen a las escuelas con comida podrida, cometen fraudes, negocios y realizan aportes de campaña con las ganancias provenientes de los comedores escolares porteños.
El gobierno de la Ciudad, extendería las licitaciones a las concesionarias de comedores escolares, que entregan comida podrida en las escuelas porteñas hasta 2025. El Frente de Izquierda Unidad, (FIT-U), recibe cientos de denuncias por la mala calidad de la comida en las escuelas, mientras que el Gobierno porteño no cumple los fallos que lo obligan a garantizar una alimentación saludable. La izquierda denunció en la Legislatura, terminar con el negocio de las concesionarias de comedores escolares y propuso que la comunidad educativa controle la calidad de la comida.
Son 19 las compañías que hoy tienen a cargo el servicio y que se presentaron a una licitación que tiene irregularidades. A partir de las denuncias de la comunidad educativa junto a organizaciones y sindicatos, movilizaciones y presentaciones en la Legislatura porteña, la Justicia emitió fallos que obligan al gobierno de Rodríguez Larreta a garantizar una alimentación saludable, debiendo modificar los menúes que ofrecen los comedores escolares.
Sin embargo, el Ejecutivo porteño no cumplió ninguno de estos fallos y los niños y las ninas continuaron recibiendo viandas insuficientes y de pésima calidad: fruta machucada, gusanos en la lechuga, pollo crudo, yogurt vencido, etc. Así y todo, el gobierno de la Ciudad, a cargo de Horacio Rodríguez Larreta, parece estar conforme, ya que abrió una licitación donde estas 19 empresas privadas, que dan el servicio, hoy extiendan su contratación hasta 2025.
Se conocieron datos sobre la Licitación 7192-1818-LPU21, para entregar el servicio de viandas en escuelas porteñas que contiene la comida de más de 291.000 estudiantes. Así se supo que se inscribieron las mismas 19 empresas y cada una de ellas ofertó el mismo valor para las diferentes viandas: cada desayuno a $ 35,57, cada almuerzo a $ 302,95 y cada refrigerio a $ 105,17.
Este dato, sobre lo ofertado, llamó la atención de diferentes sectores de la sociedad que advirtieron de acuerdos previos existentes, entre las empresas privadas y la administración pública de la Ciudad, más cuando muchas de las firmas que manejan los comedores escolares son aportantes de campaña de Juntos por el Cambio.
Estas empresas concesionarias manejan los comedores porteños, ofreciendo comida barata y escasa, para obtener mayores ganancias, y cobrando dobles subsidios. Luego de meses de idas y vueltas, el Ministerio de Educación finalmente informó sobre el servicio de comedores. De estas cifras surge que en solo 7 meses de servicio existe una diferencia de alrededor de 860 millones de pesos entre el costo total del servicio de comedores y el presupuesto realmente ejecutado por el gobierno. Es grave el hecho de que se subejecuta el presupuesto en comida de los chicos.
Algunas de las concesionarias beneficiadas por este esquema son: Alfredo Grasso, Arkino S.A., Bagala S.A., Caterind S.A, Dassault S.A. E Hispan S.A., Diaz Velez S.R.L., Enrique Tavolaro S.R.L., Friends Food S.A., Servicios Integrales de Alimentacion S.A., Servir´C S.A, y Treggio S.R.L.”.
Gran estafa a costa de la alimentación de los chicos y chicas
Además, G 25 y Formar, ONG vinculadas a Guillermo Dietrich y Esteban Bullrich, recibieron durante la campaña más de 14.000 dólares en concepto de donaciones por parte de la empresa Friends Food SA. También obtuvieron financiamiento de Teylem SA y de la Cámara de Concesionarios de Servicios de Comedores y Refrigerios, de la cual participan ambas firmas. En ese período aportaron más de 18.000 dólares, según consignó Chequeado, que accedió a los balances presentados ante la Inspección General de Justicia.
Para terminar con este negocio millonario y fraudulento que lucra con el hambre de miles de pibas y pibes, resulta urgente terminar con la privatización del servicio, que los comedores escolares vuelvan a ser públicos y sean gestionados por sus trabajadores y la comunidad educativa, con la guía de nutricionistas y controles de las cooperadoras y comisiones de padres y madres, junto a las y los trabajadores de cocina.