Trabajadora de la salud es la que lucha

10.3.2022

Por La Retaguardia

Trabajadoras de la salud del Hospital Santojanni y de los Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) de su Área Programática conformaron una Comisión de Género y Diversidad. Este 8M hicieron visibles sus reivindicaciones con una acción en las escalinatas del Hospital contra la violencia machista, por la aplicación del cupo travesti trans en salud, reclamando políticas de cuidados integrales y la efectiva aplicación de la ley Micaela.

Cerca de las 8 de la mañana, una decena de mujeres pegaba prolijamente un afiche junto a otro en el pasamanos de las escalinatas del Hospital Santojanni de la Ciudad de Buenos Aires. Las batas o guardapolvos que vestían algunas daban cuenta de que son trabajadoras de la salud. Otras estaban con ropa de calle, pero todas con barbijo. Saludaban a quienes llegaban y se sumaban a la entusiasmada pegatina. Las menos tímidas se acercaban a quienes ingresaban a este hospital público en el barrio de Mataderos, volante en mano, dispuestas a compartir las preocupaciones y reclamos con las personas usuarias del hospital. Hubo quienes escuchaban con atención, y otras incrédulas que tomaban el volante y se refugiaban dentro del edificio rápidamente. Pero todas ellas, con más o menos convencimiento, visibilizaron a las mujeres trabajadoras, leyeron sus consignas y participaron de algún modo de la acción.
La antropóloga Natalia Israeloff, trabajadora del Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) N°7 que pertenece al Área programática del Hospital Santojanni, nos habló de los orígenes de esta organización de trabajadoras: “Junto con un grupo de compañeras formamos, allá por fines del 2019, lo que hoy es nuestra Comisión de género y diversidad, con la finalidad de abordar distintas situaciones de desigualdades, de violencias, de inequidades que se dan en nuestros espacios de trabajo. Somos una comisión donde hay profesionales de múltiples disciplinas, gente de planta, residentes, y estamos haciendo una tarea que consideramos histórica, que es ponerle voz a esas desigualdades cotidianas que se dan en nuestros espacios de trabajo y que muchas veces son naturalizadas incluso por las mismas personas que las padecen”.
Decidieron, para este 8 de marzo, encontrarse en las escalinatas del hospital para hacer un gran empapelamiento y afichada, con una serie de consignas:
– Basta de violencia machista
– Por la efectiva aplicación del cupo travesti trans en salud
– Políticas de cuidados integrales
– Efectiva aplicación de la ley Micaela
Israeloff contó también que no están solas, que son muchas más las trabajadoras de salud de CABA que se han organizado alrededor de las mismas preocupaciones. “Estamos en una red con otros comités, comisiones, espacios de género y de violencias en distintos hospitales y centros de salud de la ciudad de Buenos Aires”.
En una hora ya eran muchas más las mujeres trabajadoras, las integrantes de la comisión de género, mezcladas con quienes fueron sumándose desde adentro del hospital, para ser parte de la asamblea improvisada que comenzó con un no muy prolijo círculo sobre la escalinata, pero que permitió que se escucharan las voces de muchas, de las pioneras, de quienes venían por primera vez, y también se hicieron tiempo para homenajear a aquellas que ya no están pero siguen siendo parte de la lucha.
Viviana Mazur, médica generalista del CeSAC N°7 y referente de IVE-ILE de la Ciudad desde la Coordinación de Salud Sexual, SIDA e ITS, recordó a una de las compañeras que motorizó la creación de la comisión. “Fue Gabriela Elías, iba a decir es pero me di cuenta que tengo que decir fue -aclaró-, una compañera enfermera que estaba padeciendo una enfermedad importante y a lo largo de la pandemia, a pesar de su enfermedad, trabajó muchísimo para garantizar el acceso al testeo y el acceso a las vacunas. Una la veía y la escuchaba y decía: ¿de dónde saca la energía en este marco, en medio de su tratamiento de quimioterapia para poder sostener un montón de prácticas de cuidado?
Alguien propuso un aplauso por Gabriela, fue sentido y extenso, y se hizo difícil de terminar.
Mazur reflexionó también en clave de género acerca de la tarea de las prácticas de cuidado a cargo de las enfermeras “que tienen que ver con su profesión y con la asignación de género desde donde muchas tomamos en relación a la necesidad de trabajar por los cuidados de otros y muchas veces esos cuidados no son reconocidos como corresponde”.
Carla, médica de la guardia de pediatría, desconocía la existencia de la comisión y se acercó por primera vez, “feliz de este espacio, que va a ser un espacio de lucha y de reconocernos entre todas, poder darnos la mano y avanzar”. También transmitió su preocupación por las demandas de las enfermeras: “Quiero visualizar la lucha que necesita el espacio de enfermería. No hay manera de que avancen, desconozco por qué no se suman masivamente a la lucha”. Calificó a la falta de reconocimiento de su profesionalización como “un desastre”, teniendo en cuenta la situación devastadora de la pandemia que “se llevó un montón de enfermeros, que laburaron al 90%”.
“Estamos juntas para combatir un poco por el 8 de marzo, el Día Internacional de las Mujeres. Nos juntamos en el Hospital Santojanni para poder mostrar que hay espacios que están esperando por aquellas personas, mujeres, disidencias sexo-genéricas, que necesitan denunciar y hablar sobre las cosas que están pasando en el trabajo, en sus ámbitos laborales, cosas que tienen que ver con violencia, cosas que tienen que ver con acoso, cosas que tienen que ver con la opresión de género con la que vivimos en esta sociedad”, afirmó Carolina, trabajadora social del Centro de salud N°7, que también es parte de la comisión y sumó a esta jornada su presencia, su alegría y sus convicciones.

Cifras dolorosas

Según un relevamiento sobre situaciones de violencia basada en género en el ámbito laboral que elaboró la comisión, el 76% de quienes respondieron la encuesta identificaron haber sufrido agresiones, maltrato laboral o violencia sexual. Todas eran mujeres. Un 45% recibió maltrato verbal y dos encuestadas recibieron amenazas a agresiones físicas y dos agresiones físicas. El 17% recibió comentarios con connotación sexual y dos trabajadoras sufrieron exhibicionismo. En la mayoría de los casos, las acciones fueron realizadas por personas en roles laborales asimétricos y no se realizaron acciones administrativas o denuncias. A su vez, ante denuncias, en general no se tomaron medidas o se cambió a la víctima de lugar de trabajo. En las situaciones de agresiones sexuales, el 79% identificó que sufría estas acciones por ser mujer.
En relación a la tarea de la Comisión para revertir esta realidad, Leticia Andina, médica generalista y trabajadora del CeSAC 5, detalló: “vinimos a sensibilizar al resto de las compañeras del hospital, intentamos que la comisión crezca y poder ir acompañando los procesos de mejoría del trabajo y, sobre todo, prevenir la violencia, la violencia de género, institucional, aumentar el cupo trans, disminuir las desigualdades en el trabajo respecto a los compañeros hombres y todas aquellas cuestiones que hacen al género en el ámbito laboral y a las diferencias de género en el ámbito laboral, así que es un día recontra importante para nosotras. Es algo que está creciendo, es algo para lo cual hay que sensibilizar un montón y pensarse y ayudar a pensar a otros”.
Acerca del reclamo de aplicación de la ley Micaela en salud, en el hospital y su Área Programática, dijo: “no hay una normativa bajada o concreta de que (la formación en género) tenga que ser obligatoria para todos los funcionarios y funcionarias públicas, desde el director del hospital hasta el último. Lo que hay es un curso auto administrado que “no mueve la aguja” y la realidad es que lo que necesitamos es que se haga en serio, que nos capacitemos todos en la ley Micaela”.
Cuando le consultamos sobre qué temáticas han tenido que trabajar más fuerte estos años, y cuáles eran sus preocupaciones, respondió tajante: “la violencia de género institucional”.

Masacre de Luis Viale: Las obreras textiles paran las máquinas

8.3.2022

El 8 de marzo de 1908, marcó un antes y un después en la lucha por los derechos de las mujeres. En Nueva York, 129 trabajadoras murieron en un incendio luego de haberse declarado en huelga en la fábrica donde trabajaban. Murieron calcinadas y encerradas por el dueño, que decidió bloquear las puertas para obligarlas a desistir y abandonar el establecimiento. Desde entonces, se designó al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Está lucha fue importante para visibilizar la precarización laboral y el trato diferenciado hacia las mujeres trabajadoras. Esto dio inició a un periodo de luchas que no paró, hasta reconocer más derechos, como el voto femenino y el derecho a poder elegir. No obstante, nuevos tiempos sacan a la luz otras problemáticas antes invisibilizadas, como los feminicidios, la violencia de género y el maltrato a las mujeres migrantes y trabajadoras.
Como el caso del Taller de Luis Viale, un centro textil clandestino, en Caballito, CABA, donde se desató un incendio en el que vivían 65 personas y murieron una mujer embarazada, de 25 años y 5 niñxs: Wilfredo Quispe (15), Elías Carvajal (10), Rodrigo Carvajal (4), Luis Quispe (4), y Harry Rodríguez (3), el 30 de marzo de 2006,
Las llamas desnudaron años de explotación laboral, condiciones de vida inhumanas, a los que se somete generalmente a lxs migrantes que vienen a Argentina en busca de un futuro mejor. Dieciocho horas de trabajo, un solo baño, una habitación separada por nylon y cartón donde dormían lxs trabajadores y sus familias.
Hasta el día de la fecha, las víctimas no han recibido justicia y luchan por la expropiación del espacio de memoria cultural, que fue devuelto a sus dueños en el 2019, sobreseidos e impunes de la masacre. La lucha y pedido del espacio es para que no vuelva a suceder ni se reabra otra textilera clandestina, que futuras generaciones de migrantes puedan organizarse y capacitarse sobre sus derechos.
No es una casualidad que lxs migrantes, especialmente mujeres, sean víctimas de explotación por la situación de vulnerabilidad y discriminación en la que se encuentran en un país alejado de sus territorios; tienen un rol esencial en la economía nacional, sin embargo son invisibilizadxs por ser migrantes y mayormente mujeres.

Teatro: reestreno de “Perla guaraní”

6.3.2022

La obra ganadora del Concurso Más Teatro de la Fundación SAGAI, escrita e interpretada por Gabriela Pastor y dirigida por Fabián Díaz, se presenta los domingos de marzo a las 20:30 h en Timbre 4, Boedo 640, CABA.

La obra Perla guaraní escrita e interpretada por Gabriela Pastor y dirigida por Fabián Díaz reestrena este domingo 6 de marzo y las funciones serán los domingos de este mes a las 20:30 h en Timbre 4, Boedo 640, CABA. Entrada general $1000, duración: 45 minutos.
Perla guaraní fue ganadora del Concurso Más Teatro de la Fundación SAGAI.
Sinopsis
Perla espera aferrada a su machete, agazapada como un yaguareté, la entrada de su clientela. Zapatitos de cuero es lo que vende… frente a nuestros ojos se convierte en un personaje erótico y peligroso: condensa en su cuerpo a la serpiente y al encantador. Un Litoral exuberante, ominoso, se arrastra y se manifiesta en ella como una llaga abierta. Su historia, la música y su voz son un narcótico, la carnada que nos atrae al anzuelo. Como en toda transacción donde las pasiones se ponen en venta, tendremos que elegir entre un comprarle un zapatito o, por un costo mayor, un tramo de su tragedia.
Dice Gabriela Pastor, autora e intérprete: “La obra nació en el marco del Taller de Creación 1 del teatro Nacional Cervantes con dirección de Ricardo Bartís. En ese contexto descomunal de actuación y compromiso, de militancia actoral, en un rincón al fondo, muy al fondo y a la izquierda, en ese subsuelo inmenso del Espacio de Artes de la UNSAM se fue gestando Perla. Con la mirada atenta de mis compañeros y de Bartís. Y fue todo ese mundo de mi litoral formoseño que volcaba de mi memoria biodecodificada. Ese caos de información sensible de historias que escuché, que leí, que me contaron, que imaginé. Esa necesidad tan mía de hablar de lo marginal, del borde, del desborde pero sin resaltar ni colorear nada, Dejando que la humedad o la sequedad de esos espacios emocionales/geográficos hablen por sí mismos.
Perla no es sino, otra que la encarnación de muchas, miles de mujeres de nuestra historia no contada. De ese universo litoraleño sin adornos, de esa siesta aterradora, de esa infancia cruel donde el calor, la aventura y la muerte son íntimos amigos. Una especie de alter ego del darkside: Perla es una cancionista frustrada, una flor marchita, una hija abandonada ya pesar de todas sus penurias nunca pierde su lado luminoso, aunque sea desde atrás… por un efecto de eclipse… la luz, siempre está y estará”.
Dice Fabián Díaz, director: “Perla guaraní parte de indagar una espacialidad marginal; los rincones del litoral argentino, las riberas de los ríos, allí donde los límites de un territorio y sus habitantes se confunden y se mezclan entre mitología y el discurrir de la vida diaria. Se trata de una geografía densa, donde sus habitantes quedan, muchas veces, retenidos por el paso del tiempo. De esta espacialidad marginal se toman historias, mitos, leyendas que arman el repertorio de una obra compuesta por fragmentos y retazos, por los bordes de una vida teñida de asperezas. Esta propuesta tiene, a su vez, el tono de una confidencia, donde se busca una intimidad con el espectador para tramar, en la delicadeza de ese vínculo, un viaje por la historia de una mujer y el laberinto de su vida: orfandad, amores, sueños se hacen presentes, en una pieza dramática que, al igual que en un recital apócrifo, nunca empieza, nunca termina”.
Ficha artístico técnica
Escrita por Gabriela Pastor.
Versión: Fabián Díaz.
Música en vivo: Juan Zuberman.
Actúan: Gabriela Pastor y Juan Zuberman.
Iluminación: Omar Possemato.
Escenografía y vestuario: Julieta Italiano.
Diseño gráfico: Sebastián Mogordoy.
Fotografía: Lucas Van Esso.
Producción: Carola Parra.
Dirección: Fabián Díaz.
Entradas por Alternativa Teatral

El FOL construye un polo textil en vínculo con la UBA en CABA

3.3.2022

En las últimas semanas avanzó la construcción en un galpón del barrio de Flores, futuro polo productivo textil del FOL, en conjunto con el Taller Libre de Proyecto Social, cátedra en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (UBA). He aquí la experiencia contada por sus protagonistas.

“Se trata de un galpón que alquilamos, y allí diseñamos distintos espacios donde se va a poder llevar a cabo el productivo textil. El objetivo es que sea un polo textil, un taller del FOL en CABA”. Quien habla es Alina, arquitecta y docente en la UBA, en la Cátedra Taller Libre de Proyecto Social, que tiene vínculo con el FOL desde hace muchos años y es la razón por la cual hoy se encuentra en este proyecto.
Alina demuestra un gran entusiasmo por el trabajo que se viene realizando, en coordinación de las cuadrillas de trabajo del FOL y la asistencia que brindan desde la cátedra. “Hicimos una reforma de un entrepiso, instalaciones nuevas, baño, todo, teniendo en cuenta también para que estemos dentro de las normas para aprobar el productivo ahí. Lo primero fue hacer una reforma, un entrepiso nuevo para alojar las maquinas arriba”.
“El objetivo es que una vez que funcione el productivo se generen puestos de trabajos en el rubro textil y que ese sea nuestro taller. Por supuesto, significa que hoy se generen puestos de trabajo para nuestros compañeros y compañeras en obra, lo que nos da mucho orgullo y más que las cuadrillas en su mayoría son de mujeres”, describe Alina.
En tanto, en lo concerniente al trabajo cotidiano, ella afirma que “esta obra especialmente fue como una escuela de construcción, de aprendizaje de compañeras y compañeros que nunca habían hecho estructura, acá tuvimos que hacer una estructura de cero. Como siempre, en todas las obras aprenden instalaciones, como cloacal, de agua, eléctricas, o sea que para nosotros significa una escuela de los saberes de construcción”.
La obra tiene parámetros como cualquier otra en la Ciudad de Buenos Aires, y se van cumpliendo, como comenta la arquitecta, “queremos demostrar al Gobierno a través distintas reuniones que nosotros podemos como organización social llevar a cabo un proyecto como esta obra y luego un proyecto productivo, dentro de los márgenes legales de la Ciudad, con lo difícil y cuesta arriba que te lo hace el sistema burocrático. Esto es un desafío en este proyecto productivo”.
Finalmente, cuando le consultamos sobre un primer balance del trabajo conjunto, Alina se despide con la siguiente frase, “orgullo total de este vínculo de la universidad con la organización social”, lo cual reafirma una vez más que el camino es la unidad de los distintos sectores en lucha, en pos de proyectos para mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores.

CABA: donde crujen las internas y se abrazan las coaliciones

3.3.2022

Por Ruth Werner y Patricio del Corro

El presidenciable Larreta sufre el fuego amigo de “halcones” y “libertarios”; mientras, el peronismo transita su crisis interna en un territorio electoralmente esquivo. Pero la Ciudad no es solo escenario de peleas, también se pueden rastrear las afinidades entre ambos sectores ¿Qué desafíos se le abren a la izquierda?

En la Ciudad de Buenos Aires, a pesar de ser el territorio con mayor presupuesto por habitante, pueden verse las consecuencias de la crisis económica y social. Los datos oficiales confirman un aumento de la desigualdad, mayores niveles de pobreza (25%) y la indigencia que en 2015 era del 3% hoy es del 10%. Esta situación es mucho más crítica entre las mujeres, los jóvenes y se focaliza en la zona sur. Hasta sectores medios viven con desesperación los aumentos en los alquileres y el costo de vida. Los grupos de cartoneros y cartoneras recorriendo por turnos las calles, los pedidos de ayuda en los subtes y el aumento del trabajo en los comedores populares son postales que confirman los datos.
«CABA: Los datos oficiales confirman un aumento de la desigualdad, mayores niveles de pobreza (25%) y la indigencia que en 2015 era del 3% hoy es del 10%»
Ese es el territorio donde se dirimen gran parte de las crisis internas de las dos principales coaliciones electorales del país y donde también se puede ver que los “dos modelos” tienen más lazos de amistad que peleas. Una ciudad/provincia gobernada por el principal candidato opositor que juega a ser el ala “centro” de los cambiemitas; la misma ciudad que es cuna política del Presidente, donde el kirchnerismo tiene importante peso en los sindicatos pero el ritmo del PJ porteño lo marcan (sin conflicto) socios y amigos del Alcalde. Una especie de zona franca entre las dos alas “centro” de Juntos y Todos. Pero también, el mismo territorio donde la derecha de la derecha levantó cabeza con Javier Milei y donde Myriam Bregman logró el 8% en las últimas elecciones (la izquierda de conjunto obtuvo el 11%). Entre los menores de 20 años la suma de la derecha y la izquierda se estima en un 40% de los votos ¿Estamos viendo la búsqueda del régimen político de ir al centro y una tendencia a la polarización por abajo?
La propuesta es debatir sobre los desafíos de la izquierda, pero primero recorramos un poco el escenario político.

Los cambiemitas

Larreta es hoy el candidato preferido por gran parte de los dueños del país y los grandes medios. Ideólogo de la frase “hay que hacer un gobierno del 70%”, muestra voluntad de encabezar un proyecto con la suficiente fuerza y consenso para encarar los ajustes y reformas del FMI sin quedar, a la vez, sepultado por “14 toneladas de piedras”.
En su gobierno viene intentando satisfacer a todas las fracciones posibles del cambiemismo: sumó a Jorge Macri como asesor, dio puestos a los radicales, la presidencia de la Legislatura a un hombre de Vidal; hacia quienes tienen “diálogo” con el peronismo busca tentar a Emilio Monzó y también atrae a algunos “halcones” como Florencia Arieto.
Pero el plan de Larreta para liderar su coalición tiene varias baldosas rotas: la crisis por los subsidios a los colectivos o el debate por la coparticipación ya muestran la contradicción entre ser un buen Alcalde que pelea por lo “suyo”, y ser el jefe de una coalición que tiene gobernadores con intereses contradictorios. Por otro lado tiene un ala más radicalizada encarnada, en nada más y nada menos, que en el socio fundador de Juntos y su padre en la política pública, Mauricio Macri. Ambos factores son focos de crisis para quien apuesta a mantenerse como “centro de la derecha” de cara al 2023.
A esto se le suma la emergencia de los “liberales” que, junto con los “halcones” del PRO, buscan hacerse espacio a su derecha todo el tiempo, como con el discurso anti-protesta con el que lograron que hasta medios “progresistas” tomaran parte de su discurso.

Por suerte está el peronismo

Por suerte está el peronismo de la Capital. Por suerte para Larreta. Un peronismo que también dirime parte de sus peleas internas en la Ciudad autónoma.
Luego de la carta de Máximo quedaron expuestas las tensiones entre el kirchnerismo y los sectores ligados a Fernández, Massa y los gobernadores. Máximo decidió sacar la carta posteriormente al anuncio para que la queja no se transformara en una traba real; los intentos de despegarse expresan la incomodidad de ser parte fundamental de un gobierno que viene ajustando y que de votarse el acuerdo gobernará bajo las órdenes del FMI que instalará a más de un centenar de funcionarios en los ministerios como tutores del ajuste. El kirchnerismo sabe que rifa así a gran parte de su base electoral pero enfrentar ese pacto ameritaría movilizar contra su gobierno. Las frases se adaptan: hoy, primero el movimiento (frente electoral), luego la patria.
En la Ciudad estas contradicciones tienen expresiones concretas ya que conviven con mucho peso las agrupaciones kirchneristas y ese sector del PJ porteño que supo llevar a Domingo Cavallo como candidato a Jefe de Gobierno y que hoy goza con una excelente relación con Larreta. Alberto Fernández es un hijo legítimo de ese sector y eso tiene sus expresiones concretas.
Muchos de estos pilares del PJ Capital se confunden con el macrismo y tienen una larga historia como una oposición a medida. Juan Manuel Olmos es uno de los fundamentales, asesor y operador judicial de Alberto Fernández, de muy buena relación con Angelici, fue presidente del Consejo de la Magistratura y de Corporación Puerto Madero y con mucha llegada en el mundo de los negocios. Su esposa María Rosa Muiños lideró en 2017 la ruptura del bloque de todo el peronismo/kirchnerismo en la Legislatura para darle a Larreta los votos para sus negocios inmobiliarios (tuvo su premio y hoy es Defensora del Pueblo, reemplazando a su compañero Alejandro Amor que en 2021 encabezó la lista de legisladores). A su vez Olmos tiene su sociedad con Victor Santa María otro amigo de Larreta que también compartió listas con Domingo Cavallo. El líder del sindicato de porteros es dueño de un importante grupo mediático hoy con línea albertistas y nunca antillarretistas. De hecho, fue quien despidió a Horacio Verbitsky de P/12 cuando publicó la lista de los familiares de Macri que blanqueaban plata gracias a las leyes del mismo Macri. Santa María también es muy afín a Silvia Majdalani, segunda de la AFI de Macri y proveniente del … PJ porteño. A esto le podemos sumar a Andrés Rodríguez, pilar de la CGT y líder de UPCN y Amadeo Genta del Sutecba, quien promovió a Alejandro Amor primer candidato a legislador del FDT, ambos siempre de buenas migas con el macrismo.
Damos estos ejemplos para graficar los profundos “vasos comunicantes” entre el PJ porteño sobre el que reposa el presidente y el gobierno de la Ciudad.
Por otro lado, está La Cámpora y sectores más críticos (como el grupo Soberanxs) muchos de los cuales conducen sindicatos o tienen peso en estructuras estudiantiles. Algunos, como Catalano que dirige ATE Capital, llaman a “pensar” un “paro general”. Hasta ahora estos sectores, en los cuales podríamos incluir a la conducción del sindicato del subte (AGTSyP), un sector del sindicato telefónico (FOETRA), de telecomunicaciones (SATSAID) o de docentes (UTE) entre otros, ha sido un engranaje más de este PJ porteño y su alianza con Larreta, además de adversario de cualquier intento de coordinación entre estos sectores a los que podríamos sumar a las organizaciones sociales y estudiantiles con fuerte peso en la Ciudad.
Hoy ese sector se dirime entre la desmoralización, el ofuscamiento y quienes empiezan a pasarse al bando de los “realpolitik” que militan el acuerdo con el FMI como única opción y luego salen de vacaciones (¿alguien sabe algo del paradero de Leandro Santoro?). Lo que está claro es que la mística que quisieron construir en particular hacia la juventud está en default.
Quizás haya que seguir de cerca el entramado porteño para pensar en los posibles acuerdos entre las “alas moderadas” de ambas coaliciones de cara al 2023 y también para pensar si no anticipa gran parte del devenir del kirchnerismo.

Nosotros, la izquierda

En los sindicatos, en el movimiento estudiantil, el movimiento de mujeres, los movimientos sociales, ambientales, intelectualidad y artistas, hemos iniciado una pelea política para levantar una oposición a los planes de sometimiento al país por parte del FMI. Política que debe partir de las demandas propias de cada sector apostando a que se abra el debate de cara a las bases, promoviendo instancias democráticas. Mientras las dos principales coaliciones buscan sellar nuestro sometimiento al FMI se trata de volver a poner en movimiento a muchos sectores luego de dos años de pandemia y organizarlos para impulsar esta política en común.
La otra gran tarea que está planteada es la de pensar en cómo unir a estos diversos sectores. Si la división de los sectores populares es una de las grandes ventajas de la clase dominante, adaptarse a esa división entre trabajadores ocupados y desocupados, tercerizados y de “planta” o a que cada movimiento no mire más allá de sus reclamos inmediatos es una política estéril para enfrentar lo que se viene. El bloque político y social que se ha levantado en las movilizaciones del 11D y el 8F ha sido uno de los datos políticos más importantes de los últimos meses. Esta propuesta que lanzamos desde el PTS en el Frente de Izquierda Unidad y que logró ampliarse a más de un centenar de organizaciones de trabajadores, estudiantiles, de mujeres, de movimientos sociales, de sectores en lucha, apostamos a que sea el inicio de una coordinación para la lucha que cobre mucha más fuerza.
Cuando en el mundo suenan los tambores de guerra también queda claro que impulsar una gran movilización contra la invasión de Putin y la intervención militarista de la OTAN tampoco va a venir de la mano de ninguna de las dos grandes coaliciones que hoy están muy preocupadas en congraciarse con los mismos sectores del imperialismo que son responsables de ocupaciones como las de las mismas Islas Malvinas, mientras otros sectores defienden al reaccionario Putín como si pudiera ser una alternativa.
En este caso tan crítico tampoco podemos acostumbrarnos a sindicatos y organizaciones sociales que lanzan declaraciones mientras en la realidad hacen lo contrario o mantienen el quietismo. Las plazas, las calles, las escuelas, los lugares de trabajo, los terciarios y las universidades tienen que ser el escenario de un movimiento antiguerra enorme en todo el país con lazos con las movilizaciones en el mundo.
El debate sobre las tareas está sobre la mesa, la invitación a tomarla en nuestras manos también.

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