Dirección de Contaduría porteña: gambeteando el contagio hasta llegar al arco sanitizante
21.1.2022
Ante el incremento de casos de covid-19 y su replicación en los lugares de trabajo, el gobierno Nacional modificó el criterio epidemiólogo para definir los contactos estrechos. La presión de las patronales, que desprecian la vida de los trabajadores, fue efectiva. Larreta no se queda atrás y continua con su plan de presencialidad “cueste lo que cueste” en las áreas administrativas.
Los trabajadores de la Dirección General de Contaduría de la Ciudad de Buenos Aires vienen sufriendo en carne propia el incremento de casos positivos con un alto grado de contagiados.
Ante la aparición de un caso, las autoridades tratan de que la noticia no se dé a conocer al resto de los compañeros. Quieren mantener la presencialidad a costa nuestra salud. Las medidas de “cuidado” resultan superficiales, casi una burla. Incrementar la desinfección del edificio a 3 veces por semana (de todas maneras, incomprobable) o prohibir a los compañeros juntarse al momento de almorzar o reunirse en torno a un escritorio, no romper el distanciamiento social. En resumen, no pueden interactuar entre sí.
Ha quedado demostrado que, por ejemplo, las áreas administrativas durante todo el aislamiento preventivo obligatorio con la modalidad 100% remoto de todos sus trabajadores no han mermado su funcionamiento. En muchos casos se han incrementado el volumen y cantidad de las tareas.
Tal es el caso de la Contaduría General de la Ciudad, la cual venia practicando el trabajo remoto antes de la pandemia y, con el comienzo de la misma, pasó al 90% de los trabajadores a esa modalidad sin problemas de implementación y con un aumento significativo de tareas a realizar.
Por lo cual, si cada día nos enteramos que otro compañero o compañera contrajo la enfermedad, cabe preguntarse: ¿con qué sentido se intenta mantener la presencialidad a pesar del incremento de casos positivos?
Las tareas a realizar son íntegramente digitales. ¿Para qué entonces la presencialidad? ¿No aprendimos acaso de los epidemiólogos durante todo este tiempo que el factor de contagio es el transporte público? Irrisoria efectividad tiene el arco sanitizante -“satirizante”- instalado en la entrada si para llegar los trabajadores se exponen a las aglomeraciones típicas de todo medio de transporte en las horas pico.
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El sentido común se impone como nunca. Lo razonable, volver al trabajo remoto hasta que esta nueva ola transcurra, minimizando así los riesgos.
Como en la aplastante mayoría de edificios y oficinas SUTECBA brilla por su ausencia, más preocupado por las internas que agitaron las elecciones para la conducción de sindicato, mientras crece la precarización y los sueldos no alcanzan, y Larreta reina haciendo a sus anchas. En Contaduría, debido a la inexplicable falta de elecciones ni siquiera cuentan con representación oficial desde hace ya más de 6 años.
En cuanto a ATE, la Junta Interna promovió de manera informal la firma de un petitorio para la suspensión de presencialidad que fue presentado ante la directora general. Como respuesta, y bajo el pretexto de evitar descuentos atento el impedimento que tiene los trabajadores de Contaduría para solicitar médico debido a un plus de presencialidad/productividad que comprende gran parte de sus sueldos y señalando además que los contagiados pueden trabajar de forma remota a pesar de estar transitando la enfermedad, instó mediante un comunicado emitido desde la oficina de personal a que dicha Junta Interna cese el envío de notas o petitorios con la advertencia de que mayores controles para la presencialidad (biométricos) podrían ser aplicados. Un claro apriete a la Junta Interna, a los firmantes del petitorio y por elevación al resto de los trabajadores.
De todas maneras, no creemos que la mejor manera de proteger la salud de los compañeros y compañeras se agote en una solicitud o comunicados intermitentes mediante mail.
Es necesario, para evitar exponernos ni exponer a nuestras familias al contagio, pararle la mano al GCBA, que los trabajadores discutamos como preservarnos ante la curva en ascenso de contagios, qué protocolo es el adecuado para que no dependa de la “voluntad” de jefes o gerentes y por qué canales y métodos exigir inmediatamente la modalidad remota.
Mientras los contagios avanzan, el discurso de proteger la salud antes que la economía se desmorona. Ya antes hubo señales claras como la no prórroga del decreto que incluía al covid -19 como enfermedad con cobertura de las ART y la reciente decisión de achicar el aislamiento para los contagiados y eliminarlo para aquellos que son contacto estrecho.
En esta situación, es de suma urgencia organizar una Comisión de Seguridad e Higiene elegida por los propios trabajadores, abierta a su participación activa, de afiliados y no afiliados a los dos sindicatos para motorizar los reclamos y dar voz a los que día a día le ponemos cuerpo en las reparticiones.