Marcha del Orgullo Villero y Plurinacional en Buenos Aires

5.11.2021

Por Alma Fernández

Distintas identidades participaron el viernes 29 de la Tercera marcha del Orgullo LGBTTIQ Trans Villera Plurinacional y recorrieron las calles del Barrio Padre Mugica, en la Villa de Retiro.

La Marcha del Orgullo Plurinacional Trans Villera irrumpe a la hora de la siesta en el barrio 31en la ciudad de Buenos Aires, la más rica del país. El sol la estalla, los brillos acompañan, la música para travestis suena a todo ritmo con Santa Gilda. Vecinos y vecinas aplauden los cuerpos travestis y trans desde las ventanas y las escaleras de caracol. Los motocarros se amontonan al igual que los abrazos en mi corazón.
Las travas de la villa esperan (¡esperamos!) este día todo el año, porque saben que ese día el barrio las abraza y les da un beso en la boca. No sólo a ellas, también a las tortas, las marikas, las trans, les no binaries. Les recuerda que también pertenecen a la agenda emocional del barrio, sólo por un día.
Desde que se hizo la primera marcha del Orgullo Villero allá por 2019, pasaron cosas en este territorio. Por citar apenas dos ejemplos: la urbanización para pocxs y la pandemia para todxs. La marcha villera se fue volviendo una costumbre más del barrio y ese es mi orgullo. Esto no sería posible sin las redes de organización y acompañamiento que se dan a modo de teje por estos lados, gracias a las compañeras de la diversidad trans villera y las que forman parte de la Asamblea Feminista Villa 31.

Orgullo trans villero

¿Cuál es tu orgullo villero?, preguntamos el 29 de octubre mientras la marcha avanzaba por las calles de la 31 en su tercera edición.
Martina Pelinco es una de las organizadoras de esta actividad que se anticipa una semana a la convocatoria “oficial” de la Ciudad de Buenos Aires.
“Para mí el orgullo trans villero es el amor de muchas compañeras argentinas, migrantas, indígenas y de las que están en situación de calle. Todo eso. Y organizar por tercera vez la marcha del Orgullo, porque le faltaba al barrio. Reivindicamos a las villeras que hace años vivimos en la villa. Y hoy queremos que todas estemos acá celebrando la diversidad trans villera, plurinacional, indígena para todas”, -dice Martina. “Queremos reparación e indemnización, queremos un cupo laboral travesti trans que sea popular. Que no haya burocracia y que se cumpla lo que la ley dice: que el cupo laboral sea para todas”.

Resistir a la pandemia: “Organización, amor y lucha”

Martina dice que la pandemia “nos enseñó mucho a dar. A dar todo porque eso era lo que teníamos que hacer porque la gente se moría, más allá de las travestis, se moría la villa 31. Nos pusimos a hacer ollas populares, buscando alimentos por todos lados cuando el Gobierno de la Ciudad estaba ausente. Fuimos nosotras las que nos pusimos al hombro esa mochila para sostener la realidad de todas y de todos en este lugar. Y lo hicimos con organización, amor y lucha”.
Las travas y trans que luchan por la reparación histórica gritan “Nuestra venganza es llegar a viejas”. Con esa impronta marchan también las más grandes por las calles de la villa, con alegría y con mucha furia travesti.

“Orgullo villero: gritar, amar, ser libres”

Para María Luisa Domínguez, el orgullo significa “la felicidad, el amor, gritar, amar, ser libres. Mostrar que nos podemos amar sin ser señalades. Que no porque vivamos en una villa no podemos ser amados. El amor tiene que ser universal para todo el mundo. Eso es al amor para mí”.

“Resistencia transfeminista, popular, disidente”

La marcha del Orgullo Villero congrega y amontona a todas las hermanas de todos los lugares. Entre ellas camina Geraldine Lezcano, referente de Marea Feminismo Popular de Merlo. Y dice: “El orgullo es estar hoy acá. Vengo desde el Oeste a resistir, acompañar y compartir. Al igual que lo hacen mis compañeres de la villa 31, porque la resistencia transfeminista, popular, disidente también existe aquí en la villa. No hay que invisibilizar, porque no existe solamente el movimiento travesti trans, de lesbianas, bisexuales, asexuales, intersexuales, solamente en Caba o en el área metropolitana de Buenos Aires, sino también en las villas. Este es un movimiento plurinacional, antirracista, sudaka. Hay que empezar a estar acá compartiendo, apoyando y luchando junto a esta resistencia transfeminista desde los movimientos populares y sociales seguiremos apoyando siempre la lucha”.

Otra que estuvo presente marchando con las travas fue la legisladora porteña Laura Velazco. “El orgullo trans villero significa para mí la realidad de nuestros barrios populares, atravesada por la perspectiva de género y el derecho a la identidad. Queremos un transfeminismo popular y realmente interseccional, donde se cruzan muchos derechos desigualados por género, clase, etnia. Y ahí tenemos que poner la prioridad para las políticas públicas y la organización popular”. La legisladora cree que una enorme fortaleza se está construyendo desde los barrios populares: “Desde que empezó esta marcha la acompaño, me voy de acá llena de fuerza y con ganas de trabajar más por la diversidad”.

“Es un orgullo ser una chica trans”

La marcha villera tiene una reina. Se llama Sofía Serrano y es Mis Trans Start Argentina. Dice: “Estar hoy aquí presente en el mes del Orgullo me parece súper importante. Para mi ser una chica trans es orgullo. Me siento orgullosa y elegiría mil veces esto, porque es poner el pecho todos los días. Y lo hago con amor y alegría.
Las tortas y lesbianas del barrio como cada año también marchan y cantan sus consignas en la cara de los vecinos y vecinas. Para Lucía Alemán (La Chato) el orgullo en el barrio es visibilizar las disidencias que lo habitan. “Estoy muy agradecida por estar aquí y que esto pase en el barrio. Deseo que sigamos así tan unidas luchando por los derechos de todas nosotras”.

“Orgullo de las niñeces trans villeras para transformar el mundo”

Araceli es la mamá de Jessica, una niña trans de 9 años, y militante de La Garganta Poderosa. Dice “Las niñeces trans villeras también están aquí para transformar el mundo al pasar. El orgullo es todo: son las tías travas, las mamás de esas travitas que luchamos todos los días en los barrios. Las abuelas, las tías, las familias que están detrás de esas travas y familia que a veces no la tienen en el barrio. Sépanlo, la familia la tienen aquí.

Orgullo es homenajear a Ramona

La marcha del OrgulloTransVillero sigue pasando por los lugares históricos de la comunidad para seguir construyendo la mística travesti trans villera LGBTTTIQ+. Y lo hace también desde la memoria colectiva y las luchas. Como cuando pasa por la casa de Ramona Medina, a modo de seguir ejercitando nuestra memoria colectiva y villera. Allí el homenaje a esta leona villera que nos arrebató el Covid-19 fue parar en donde Ramona vivía y cantar allí nuestras consignas. Cantar bien fuerte, para que se siga ejercitando la memoria y no pase nunca más.
Si nos abrazamos el frío no entra y lo sabemos. Esta fiesta es para todxs y las hermanas trans de otros barrios también están acá. Florencia Micaela es una hermana trava de la villa 21/24 y militante de La Poderosa. “El orgullo trans villero significa mucho para mí, estoy muy orgullosa de formar parte de mi comunidad y desde los barrios populares. La pandemia fue muy dura para las travas en las villas. No había para comer. Siendo travas villeras todo fue más difícil. Necesitamos formar parte de todo y de todas las discusiones en los barrios”.
En las calles del barrio suenan las bocinas. Las doñitas del barrio saludan y aplauden los cuerpos disidentes a modo de aprobación. Con mucho amor, entre la multitud aparece Victoria Freire, coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas públicas, referente de Mala Junta y Patria Grande, gran aliada desde el minuto uno de la marcha. “Para mí el Orgullo trans villero es la reivindicación de ser lo que cada uno quiera ser y romper con la criminalización y la persecución, es romper con los estigmas que caen sobre quienes viven en los barrios populares y quienes rompen con la norma hegemónica heterocis. El orgullo trans villero es el espacio desde el cual tenemos que construir otra ciudad y otra manera de habitar nuestra sexualidad, nuestra identidad y nuestro proyecto de una vida digna”, concluye Victoria.
Cuando la marcha va llegando a su final nos espera el escenario donde se va a leer el documento. Bailar y transpirar con Sudor Marika y Karen Pastrana. La gente que se empieza a amontonar y llega vestida de chola la gran Quirquiña Montero, hermana boliviana transformista.
“Llegué en el 2011 a la Argentina, ya son diez años que estoy aquí. Es un país maravilloso, me liberé acá. Salí del clóset para ser una chica transformista. Invitada en esta Marcha del OrgulloTrans villero me siento contenta, me identifica. Creo yo que las personas algunas tienen el honor o la gracia de Dios o del momento de la vida de poder estudiar y a algunas no se nos dio por equis motivos. No tuvimos alguien que nos dio ese impulso”, dice. “Entonces yo creo que la ley de derechos ´para las trans no tiene que venir de aquel que tiene profesión, no tiene que venir solamente de aquel que sabe hablar. Tenemos que construir una sociedad donde se entienda, vos SOS trans y tenés que estar. No solamente aquel que es enfermero, sociólogo, médico o abogado: todes formamos parte de esta sociedad”. Y ejemplifica “un edificio también está construido por ladrillos. En una casa que no tiene ladrillos, entra el frío. Y hay muchos agujeros en este edificio de la construcción de las leyes argentinas. Las trans villeras son esos ladrillos que te van a tapar y que a veces van a ser de paredón para que otras se refugien. Quiero ser un ladrillo que le tape el frío a una compañera”, concluye.
Llega la noche, se acercan los más jóvenes y también los curiosos, tímidamente, a bailar y formar parte de la fiesta villera. Que también les pertenece, quizás sin saber que la Marcha del OrgulloPlurinacionacionalTransVillero es la primera marcha de la diversidad en las villas de esta ciudad y de este país.
Cada año me vuelvo con el corazón lleno de emoción después de la marcha de las travas de la villa, como buscando crayoncitos de colores para seguir dibujando el paso al andar de mi comunidad. Y cuando la marcha de este año termina, reinas y peones vuelven a la caja de la misma forma que los pastores religiosos y los mirones a sus casas. “Nos vemos el año que viene. Furia travesti!

A Soledad Acuña le “causa gracia” que 20.000 chicos y chicas no tengan vacantes en la Ciudad

5.11.2021

La ministra porteña se refirió al histórico fallo por el cual la Cámara de Apelaciones del fuero Contencioso ordenó al Gobierno porteño a resolver la falta de vacantes en las escuelas públicas. El mismo confirmó un amparo que había sido presentado por diputados del Frente de Izquierda junto a docentes y familias.

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, se refirió, en el marco del Congreso Mundial de Diálogo Intercultural e Interreligioso con sede en la Universidad Católica Argentina, al histórico fallo que obliga al Gobierno porteño a resolver la falta de vacantes en las escuelas públicas y a informar de la existencia de las 54 nuevas escuelas que dice haber construido.
“Las 54 escuelas existen. Me causa gracia que a esta altura sigan haciendo ese tipo de preguntas”, dijo Acuña. De esta manera se burló, con total impunidad, de la comunidad educativa y de los 20.000 chicos y chicas que no tienen vacantes en la Ciudad.
El fallo en cuestión de la Sala 3 de la Cámara de Apelaciones del fuero Contencioso de CABA, confirma sentencia de la jueza Elena Liberatori de primera instancia del año 2019 desmiente la campaña “la educación es nuestra prioridad” de Juntos por el Cambio y al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y viene a confirmar la falta de vacantes en las escuelas públicas. Una problemática que se intensifica en los barrios del sur de la Ciudad.
El jefe de gobierno y la ministra de Educación vienen hace años desmintiendo la falta de vacantes en las escuelas públicas y presentando la construcción de escuelas como un logro de la gestión. Solo el cerco mediático podía ocultar las denuncias de la comunidad educativa y diputados de la oposición, sin embargo, una vez más la justicia da cuenta de esta denuncia.
El amparo fue presentado por el diputado porteño del Frente de Izquierda Patricio del Corro junto a los docentes Alicia Navarro Palacios y Federico Puy, varias familias, el colectivo Vacantes para Todxs y el CeProDH. Ante el incumplimiento del Gobierno porteño y las constantes apelaciones, se sumaron las diputadas del mismo bloque Myriam Bregman y Alejandrina Barry.

A cinco años de la absolución de Fernando Carrera

4.11.2021

Por Paulina Tarantino

“La causa aún está impune y seguimos pidiendo justicia para las víctimas y para mi papá”, dijo Jennifer Carrera, la hija del hombre que erróneamente perseguido y herido por una balacera policial atropelló a tres personas y estuvo más de siete años preso por la llamada «Masacre de Pompeya». La joven que entonces tenía doce años, ahora es abogada y en diálogo con Perycia cuenta cómo su familia siguió adelante, aunque todavía el miedo no los abandona y la justicia, falta.

En el lugar del país donde decidió volver a empezar, Fernando Ariel Carrera descansa. Se podría decir que tiene suerte porque duerme en la habitación que comparte junto a su compañera de vida y no en una celda carcelaria, como lo hizo durante siete años y medio. Ahora, además, tiene menos miedo: se levanta a la mañana, abre su taller y se pone a trabajar. Nadie lo conoce o lo conocen, sí; pero no saben sobre la trayectoria que hizo la bala que le cruzó la mandíbula. Solo ven la cicatriz, hundida en su maxilar derecho, amenazándole la sonrisa.
Al menos ya no le explotan molotovs en el portón de la casa familiar o tiene que desconfiar de la custodia policial que lo sigue. Está un poco más tranquilo.
Todo esto lo cuenta Jennifer, su hija. Porque Fernando ya no quiere recordar. Una semana atrás, se cumplieron cinco años desde que la Corte Suprema de Justicia lo absolvió por los delitos de robo, homicidio, lesiones culposas y portación de arma por los que había sido condenado en la causa conocida como la “Masacre de Pompeya”. Supuestamente es libre.
¿De qué?
Nadie pagó por los ocho balazos que recibió en la corrida mortal por avenida Sáenz. Ningún Estado o persona física hasta el momento afrontará los gastos de la cirugía de reparación estomacal que tiene pendiente, hoy, dieciséis años y nueve meses después. Tampoco alguien le devolverá los más de siete años que pasó encerrado en Marcos Paz preguntándose: “¿en el lugar de quién estoy?”.
Y lo más importante, no hay responsables penales por la muerte de los tres peatones que Carrera arroyó —inconsciente, tras ser herido por una bala de plomo— con su Peugeot 205 en el mediodía del 25 de enero del 2005 en la Ciudad de Buenos Aires. El ruido de los cuerpos sigue resonando contra el capot.
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Jennifer Carrera tiene 27 años. Es abogada y es parte del equipo interdisciplinario del programa Acceso a la Justicia. “Creo que el haberme rodeado de abogados desde tan chica y todo lo que pasó con mi papá tuvo que ver con que eligiera esta profesión”, cuenta la joven que, como su padre, prefiere reservar los datos que pudieran exponer a la familia.
Sin duda, la vida de esa nena de diez años dio un giro abrupto cuando ocurrió la masacre. “Yo lo vi por la tele, reconocí el auto todo chocado y lo primero que pensé era que mi papá estaba fallecido”, recuerda. Es que su familia se enteró por los medios de comunicación de la tragedia, y los primeros relatos del periodismo —e incluso los que mantuvieron hasta mucho tiempo después—, avalaron la versión policial de que un delincuente, escapando de la policía, había atropellado y dado muerte a una mujer y su pequeño hijo y a otra mujer más.
“Recién pude quedarme tranquila a los diez días cuando mi mamá nos llevó a Devoto para verlo; recién ahí les creí que estaba vivo”, cuenta Jenny. “Ese día fue el más triste de mi vida; lo encontré bastante desmejorado, con toda la cara lastimada y los dos brazos enyesados. Recuerdo que se esforzaba por charlar con nosotros como si fuera un día normal, pero no lo era”, expresa.
«La perrita de la foto es el cable a tierra de mi papá y se llama Vilma», cuenta Jenny
Esa mañana de 2005, la vida cambió en cuestión de horas para Jenny y sus hermanos Nicolás y Fabricio y para Guadalupe, su mamá. Siendo Fernando el sostén económico de la familia, debieron mudarse de localidad para que unas tías pudieran cuidar de los pequeños mientras su compañera trabajaba fuera de casa. También se cambiaron de escuela y vendieron el auto para pagar el primer abogado. “Mi papá era muy presente, me llevaba a la escuela, me iba a buscar, me llevaba a natación, se disfrazaba para los actos y si tenía que pintarse los labios mientras jugaba con nosotros, lo hacía. Así que no lo tuvimos más; ni en los cumpleaños ni en nada; fue difícil”, dice.
Sin embargo, la pelearon, “gracias a la fuerza de mamá que golpeó cien puertas, se le cerraron noventa y cinco, pero abrió las cinco indicadas”, dice con orgullo. Ese fue el tiempo en que conocieron al abogado del Programa Anti impunidad, Federico Ravina, y la perspectiva de que se trataba de un caso de gatillo fácil comenzó a sonar en una causa que estaba armada por la Policía Federal y, hasta entonces, parecía haber triunfado.
“Por suerte apareció él (Ravina) que no sólo fue un estupendo profesional, sino que tuvo la amabilidad de representar a mi papá de manera gratuita y no dudó en pisar la calle cuando había que hacerlo para reclamar por la causa”, expreso Jennifer. Fue el comienzo para que escucharan a la familia y un recorrido de años hasta alcanzar la absolución de Fernando.
“En el camino, el cineasta y aviador Enrique Piñeyro también nos dio una mano enorme al exponer todo lo que había ocurrido en relación a la persecución policial y cómo le habían plantado el arma para que pareciera que mi papá estaba escapando de un robo”. El documental El Rati Horror Show muestra cómo se fraguó el expediente. Desde la alteración de la evidencia en el lugar de los hechos hasta la manipulación de los testigos.
“Tal vez sea subjetiva, pero siempre le creí a mi papá, a mí nadie me tuvo que explicar nada, fui asumiendo lo que pasaba y nuestra nueva realidad, pero creerle siempre le creí”, sentencia Jenny.
https://youtube.com/watch?v=qy5vwRrho2Y%3Ffeature%3Doembed
El papá de Jenny recuperó la libertad en junio de 2012 cuando la Corte Suprema de Justicia revisó el caso, declaró arbitrario el fallo que lo condenaba a treinta años de prisión y pidió su revisión. Faltaban cuatro años más para que en 2016 finalmente lo absolvieran. En este segundo fallo, el máximo tribunal consideró insuficiente la decisión de la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal que después de la primera decisión de la Corte solo redujo la pena de Carrera a la mitad, pero no revisó los testimonios policiales «a la luz de su posible interés en encubrir una actuación, cuando menos, antirreglamentaria».
Jenny conoce toda la causa…desde los doce, cuando había decidido ser abogada.
Según pudo probar la defensa, el día de la masacre, la policía confundió a Carrera con un ladrón al que estaban buscando y un grupo de efectivos policiales vestidos de civil a bordo de Peugeot 504 oscuro, sin ningún tipo de identificación, intentó detenerlo realizando disparos, uno de los cuales le impactó en la mandíbula. Ya herido, Carrera siguió su marcha en estado de inconsciencia por la avenida Sáenz y embistió a tres personas que perdieron la vida. Una vez que el 205 que manejaba se detuvo, sus perseguidores desataron una balacera sobre él. Carrera fue trasladado al hospital Penna donde se negaron a atenderlo, y luego, lo operaron en el Rivadavia. Mientras tanto, la policía al notar que lo habían confundido y habían provocado una masacre plantó un arma en su vehículo.
En octubre de 2016, cuando la Corte lo absolvió, Jenny creyó en la justicia todavía un poco más y se dijo ´voy a ayudar a gente como él´.
“Ahora lo veo bien, es un tipo que se ríe, que cuenta chistes, que tiene su trabajo y al que no sé cómo hace, pero no se le nota”, subraya. “Lo que pasó es parte de nuestra historia, es la parte más triste, pero es mejor seguir luchándola con mi papá afuera que preso, y vamos a seguir reclamando para que la causa no quede impune”, recalca. “Ni bien mi papá fue absuelto, la justicia no se preguntó ´quién es el culpable si esta persona no fue´. No hay responsables penales por los tres muertos ni por un inocente preso por casi ocho años”, finaliza.
En 2015 la familia Carrera demandó al Estado Nacional por daños y perjuicios; pero no hay avances al respecto, la causa civil está estancada, advierte Jenny.
¿Cuánto más?

Larreta regala concesión por 10 años a 153 pesos el metro cuadrado en Costanera Norte

3.11.2021

Continúa la entrega inconstitucional de la Costanera Norte, en este caso, se trata del predio que ocupa el restaurante Rodizio. Esta concesión se habilitó en el marco de la Ley N° 5.961 que creó el Distrito Joven, la cual fue aprobada en la Legislatura con votos de Juntos y el bloque peronista que hoy integra el Frente de Todos.

Este 14 de octubre, el gobierno de Larreta regaló una nueva concesión por 10 años en la Costanera Norte, donde actualmente se encuentra el restaurante Rodizio, tan solo a $ 153 el metro cuadrado. Se trata de la entrega inconstitucional del predio a través de la Ley N° 5.961 que creó el Distrito Joven, la cual se votó positivamente entre Juntos por el Cambio y el bloque peronista que hoy integra el Frente de Todos.
Solo se presentó un oferente, la empresa beneficiaria se llama El Poleso y deberá pagar un canon de $ 870.000 por mes. Esta concesión se da en la misma zona donde se encuentra el proyecto de Costa Salguero, una de las zonas más caras de la Ciudad, donde el metro cuadrado se calcula arriba de u$s 10.000. Pero Larreta le regala el metro cuadrado, a la empresa El Poleso, tan solo a $ 153, un chiste. También se violaron los arts. 8 y 27 de la Constitución que establecen que la Costanera debe ser pública y para el uso común de la ciudadanía porteña.
Esta Ley, Distrito Joven, la votaron los dos partidos mayoritarios. De los legisladores peronistas, participó con su voto positivo, María Rosa Muiños, actualmente candidata a ocupar la Defensoría del Pueblo en acuerdo entre Juntos y el Frente de Todos. El Frente de Izquierda Unidad, votó en contra y denunciaron públicamente en su momento, los objetivos y negocios del Gobierno porteño.
Este es un simple ejemplo, existen muchas otras votaciones, donde se puede dar cuenta que el enfrentamiento del Frente de Todos contra la política privatista del espacio público de Larreta deja mucho que desear y se dicen opositores por las redes y otros medios, mientras en la Legislatura acompañan los proyectos de Horacio Rodríguez Larreta.
Pese a que la Licitación asegura que en este sector “se admitirá el desarrollo de actividades diurnas y nocturnas de esparcimiento, deportivas, culturales, comerciales, recreativas”, y que el proyecto de Distrito Joven apuntaba a “ser un lugar de encuentro y de disfrute de todos los jóvenes”, los 5.672 m2 que implica este terreno se destinarán exclusivamente a local gastronómico.
Queda claro que el Distrito Joven solo sirve para seguir beneficiando a los empresarios a costa de la juventud y de toda la población que quiere recuperar la costanera para uso común. Por eso es tan importante, tener en cuenta en estas elecciones, que clase de oposición a Larreta se potencia. Como dice Myriam Bregman: “A Larreta no hay que darle ni un tranco de pollo”, porque cada voto parcial al oficialismo porteño, este lo usa para seguir en su orientación general de avanzar en una Ciudad al servicio del negociado inmobiliario.
Como ya lo dijo el propio diputado Tailhade del Frente de Todos, “hace 15 años que le vienen votando todo al macrismo”, por lo cual se hace imperioso fortalecer al Frente de Izquierda Unidad, única garantía de oposición consecuente a Larreta.

Contaminación del lago de Villa Soldati

3.11.2021

La legisladora porteña Laura Velasco presentó un pedido de informe al Gobierno de la Ciudad para que informe sobre la contaminación del Lago Soldati, en Villa Soldati, zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. El problema afecta a 15.000 personas de los barrios Nueva Esperanza y Los Piletones. La zona que se encuentra más afectada es la que se halla frente al barrio Nueva Esperanza.

El pedido puntualmente, reclama conocer cuáles son las empresas de mantenimiento, cuáles son los pliegos de licitación, los horarios en que se realizan los trabajos, si hay planificación del saneamiento u obras de mejora del sistema cloacal y pluvial, y si hay ámbitos de participación vecinal para el seguimiento y el control de que se realice efectivamente esta tarea
Sin bien, los y las vecinas ya habían realizado un reclamo en julio de 2020, la situación se agravó durante la emergencia sanitaria.

¿Qué se halló?

Presencia de materia orgánica y metales, como el aluminio, que aumentó en forma exponencial, posiblemente por la presencia cercana de talleres clandestinos que arrojan residuos tóxicos. Microbasurales, residuos cloacales e invasiones de mosquitos, ratas, arañas y reptiles.

El estudio

A pedido de la Defensoría del Pueblo, la Agencia de Protección Ambiental (APrA) realizó estudios que evidenciaron importantes niveles de contaminación bacteriológica y por hidrocarburos, que empeoró en relación a las mediciones realizadas un año antes.
Si bien detectaron “que disminuyó el porcentaje de bacterias asociadas a la presencia de materia fecal en el agua -lo cual puede deberse al desarrollo de obras cloacales-, al mismo tiempo se observa una elevada presencia de sólidos y vegetación, que puede obedecer a diferentes causas, sobre todo presencia de materia orgánica en el cuerpo de agua (como basura, detergentes e inclusive materia fecal).
Sobre esto, el programa El Peso del Rocío conversó con Laura Velasco, Legisladora porteña. Presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud Somos ciudad, Hernán Invernizzi, Director del área de ambiente de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Ariel Chapa Verón, vecino de Villa Soldati y militante de El Hormiguero y de FM Soldati y Mónica Ruesjas, Presidenta de la Junta Vecinal del barrio Los Piletones.
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