27.10.2021
Los Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO) se movilizaron para denunciar ataques y amenazas de vecinos de la zona. “Hay una utilización política del Poder Judicial para perseguir y estigmatizar a trabajadores que son pobres y no tienen otra forma de sobrevivir”, señalan desde el MTE.
La Asociación de Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO) se movilizó esta mañana en la esquina de Bartolomé Mitre y Pueyrredón para denunciar ataques y amenazas de vecinos y comerciantes de la zona.
“Hoy nos volvimos a movilizar contra todas las mentiras y difamaciones, por todo lo que se salen a decir contra los trabajadores que pertenecemos a la Economía Popular. Nos dicen que somos mafia, que no somos trabajadores, que no tenemos ningún derecho a luchar; tantas infamias y mentiras que se dicen”, expresó la titular de VAIO, Luzmery Villanueva.
Hace dos semanas, VAIO organizó una concentración, también en Pueyrredón y Sarmiento, para exigirle a la administración de Horacio Rodríguez Larreta la creación de una mesa de diálogo “donde se puedan discutir políticas de defensa del trabajo y de organización, un espacio que incluya a los vendedores ambulantes y a la sociedad, porque somos parte de ella”.
“La verdad es que ya estamos cansados de ser tratados de mafiosos, que cobramos cuotas a los compañeros por lugar en las veredas. Tanto en Once como en muchos lugares del país hay racismo y xenofobia, no solo contra los senegaleses (muchos de los cuales se dedican a la venta ambulante), sino contra todos los vendedores ambulantes”, agregó Villanueva.
También se refirió a la histórica disputa de vendedores formales contra vendedores informales, y sostuvo que el sector que representa “no es competencia para los comerciantes, porque es un trabajo que se hace con una manta donde se ofrecen diez prendas”.
Desde VAIO anticiparon además que marcharán a la sede del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires “para que nuestro trabajo sea regularizado de una vez por todas”.
La convocatoria cuenta con el respaldo de dos organizaciones del sector: la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE-Espacio Público). Al respecto, Agustina Mayansky, referente del MTE, informó: “No son los comerciantes los que están denunciando. Se trata de una agrupación que se llama Buenos Vecinos”.
Y agregó: “Efectivamente lo que está pasando es que para desalojar a los vendedores de las calles plantean que ahí hay mafias. Son mentiras muy fáciles de desmentir. Con ir y ver lo que pasa en Once esto se cae, porque ahí lo que hay son hombres y mujeres que no tienen otra cosa más que hacer que salir a ganarse el mango y por eso venden en la calle, haga frío o calor. Los compañeros laburan para su subsistencia. Si llueve una semana, probablemente ese vendedor no tenga para comer. Entonces ahí no hay un negocio, no hay una mafia, no hay nada más que cientos de familias luchando por la supervivencia”.
A su vez, señaló que esta situación no es algo nuevo. “La diferencia es que ahora los vendedores están organizados y tienen propuestas para mejorar sus condiciones de trabajo, que van también en el sentido de garantizar la paz en la comunidad. Básicamente se está planteando que hay que reconocer y regularizar la actividad de los vendedores. Eso permitiría ordenarlos, identificarlos, cuestiones que hoy claramente no existen porque no se permite la regularización de la actividad. Sobre esto hay una discusión hace muchos años con el gobierno de la Ciudad”.
En cuanto al comentario de las mafias, Mayansky explicó: “Trabajan todos juntos por una simple razón, que es una estrategia de defensa. Cuando no hay ley que regule alguna actividad da pie a que la policía y funcionarios de espacios públicos lleven adelante operativos para desalojar a los compañeros, para decomisarles la mercadería, y que son operativos de legalidad muy dudosa porque en general no hay papeles, no hay actas, no hay nada. Los compañeros trabajan todos juntos para defenderse, para evitar que les roben o les peguen”.
Y finalizó: “Como la venta ambulante no está penada por la ley ni en la Ciudad de Buenos Aires ni en el país, y el espacio público está en disputa, los vendedores ocupan un pedacito de vereda para tratar de generar un ingreso que les permita comer, pagar un alquiler. Cuando pasa esto aparecen estas denuncias falsas, operativos tratando de incitar a la violencia, vendedores detenidos por ley de marcas. Lo que hay es una utilización política del Poder Judicial para atacar, perseguir y estigmatizar a vendedores que son pobres y que no tienen otra forma de sobrevivir”.