Estudiante del Bajo Flores: Profe… ¡entonces en la villa vivimos cómo vivían los obreros en la revolución industrial!

21.9.2021

Por José Muralla

La conversación tuvo lugar en mi clase de Historia de segundo año en el Bajo Flores, mientras hablábamos del hacinamiento en que vivían los obreros en aquel siglo XVIII. “Entonces no cambió nada, profe”, completó el mismo estudiante. Cuando los ojos de la juventud ven claramente lo que los gobernantes dicen no ver.

Parece hace mucho, pero hace relativamente poco que volvimos a la presencialidad. Entre docentes, estudiantes y no docentes ponemos nuestro esfuerzo y cariño para recuperar la relación, nuestros espacios y aprender todo lo que podamos.
En el curso de Historia ya habíamos pasado por el feudalismo, aquella época dónde quiénes tenían el monopolio de la “palabra de Dios”, tenían también el monopolio sobre la palabra, sobre el pensamiento, sobre los campos, los recursos, las vidas y hasta sobre el deseo. Llegamos al momento del progreso de las ciencias y los cambios en la producción que cambiarían el mundo para siempre, la etapa conocida como la Revolución Industrial.
Algún que otro bullicio o interrupciones, tratar de lograr que todos se interesen y presten atención, y la clase continuaba. Habíamos llegado a la parte en la que “las ovejas comían hombres”. Aquella historia escrita con sangre y lodo de cuando la tierra dejó de ser un medio de subsistencia y pasó a ser un medio de ganancia. Entonces los campesinos, la amplísima mayoría de la población, empezaron a sobrar. Porque su tierra era ahora para las ovejas qué proveían de lana a las insaciables hilanderías de Manchester.
Fábricas textiles que también necesitaban brazos libres. Y que la expulsión de los campesinos que habían quedado en la nada había preparado para su digestión. Como brillantemente lo describe Marx en su capítulo 24 del tomo I de El Capital, “la llamada acumulación originaria”.
Mientras investigábamos, intercambiábamos y leíamos un poco pregunté por las condiciones en qué vivían aquellos ex campesinos devenidos a la fuerza en obreros.
Leemos en el libro: “hacinados, varias familias amontonadas en la misma habitación sucia, llena de humedad, sin dónde ir al baño, sin los menores servicios ni comodidades. Cobrando jornales que no compraban ni el pan”. Y yo sigo: “ya no tenían de qué vivir donde habían nacido. Fueron expulsados y fueron, con nada más que sus manos útiles para el trabajo, a parar al único lugar dónde podrían encontrar algo: las ciudades”.
En ese momento uno de los estudiantes levanta la vista y me dice: “profe vivían como nosotros vivimos en la villa”. Y sigue: “acá (y señala para el lado de la villa) vive toda gente que se tuvo que ir por hambre de donde estaba, buscando algo un poco mejor”. Y concluye: “pasaron tres siglos y no cambió nada”.
Debo reconocer qué no me la esperaba. El frío por la espalda me dejó sin palabras por un rato. Me repongo y le digo: “pero algunas cosas cambiaron: conseguimos las 8 horas… Aunque ahora con lo que pagan por 8 horas no alcanza. Conseguimos el derecho a tener sindicatos para defendernos aunque los burgueses no querían. Pero luego encontraron la forma de ponerlos a su servicio, comprando a los dirigentes que viven como empresarios por entregar las condiciones de vida de los trabajadores”, intentando subir escalones desde los cuales seguir avanzando.
“Sigue igual profe”, me vuelve a decir. Y no me queda otra que contestarle “sí, en lo fundamental sigue igual: una mayoría apenas sobreviviendo y una minoría que vive en la opulencia con el trabajo de esas mayorías”.
La hora ya estaba terminando y sentía que no podía quedar en desazón. Y digo: “¿se imaginan si todos esos avances tecnológicos hubiesen sido para que la mayoría viva mejor y no para que unos pocos se hagan ricos?”. “Eso estaría buenísimo”, me dice. Y finalizo “bueno, lo vemos la próxima clase”.
Firmo el libro de salida y me voy a esperar el 46 en la garita sobre Perito Moreno para volver a casa. Mientras veo pasar el Belgrano Sur traqueteando sobre el viejo puente de hierro me surgen mil reflexiones.
Pensar qué la miseria que ven pibes de 16 años con su sencillez, a los poderosos que gobiernan se lo tienen que escupir en la cara con un mal resultado electoral para que lo vean. Pensar que Braian me dijo: “vivimos cómo hace 300 años” mientras que un sector pide retroceder aún más, con sus reformas laborales. Que los que acaban de darse cuenta de qué hay una pobreza que no se aguanta más, en vez de avanzar en poner la tecnología al servicio de que todos trabajemos menos y vivamos mejor, “avanzan” en poner señores feudales en su gabinete.
Pero también qué somos la mayoría los que vemos esa situación. Qué hay otros qué expresan con la sencillez de Brian sus ideas. De hecho pensaba en uno en particular. Uno entre tantos en Jujuy. Un obrero de la recolección de residuos, coya de origen y de la piel del mismo color que Braian. Alejandro Vilca, referente del Frente de Izquierda y que acaba de sacar el 23% de los votos en su provincia. Los votos de los que se representan en “uno como nosotros”.
Y que invita a pelear juntos porque el mundo lo gobernemos quienes lo hacemos mover cada día con nuestros músculos, y no los que se apropian de nuestro esfuerzo y nos tiran las migajas. Un mundo donde la tecnología existente nos permita trabajar menos y vivir bien, teniendo tiempo de sobra para disfrutar. Para vivir, en vez de sobrevivir. Porque nuestras vidas valen más que sus ganancias.

CABA: Atentados, pintadas y otras agresiones fascistas inquietan el barrio de Almagro

20.9.2021

Por Emiliano Gullo

Desde el inicio de la pandemia, la Comuna 5 acumula al menos doce ataques contra centros culturales, unidades básicas y colegios. Los colectivos alertan: “Hay un odio exacerbado”.

Lo que recorre estos días el barrio porteño de Almagro no tiene nada de fantasmal. Cuatro centros culturales –pertenecientes a organizaciones sociales y políticas– fueron atacados por grupos organizados que repitieron el mismo patrón de amenazas. Pintadas con aerosol que decían, entre otras cosas, “Fuera feminazis” o “Chorros K”. Desde mayo de 2020, la Comuna 5 acumula al menos doce ataques a centros culturales, a unidades básicas y a varios colegios que, en algunos casos, incluyeron explosiones de bombas molotov, intentos de incendio y rotura de instalaciones. A pesar de las cámaras de seguridad y del patrulleo constante de la Policía de la Ciudad, todavía no hay ningún detenido por los casos de vandalismo. En tanto, el último miércoles la misma policía detuvo a un grupo de militantes que realizaban pintadas sobre la avenida Díaz Vélez por el 45° aniversario de La Noche de los Lápices.
Las paredes del Centro Cultural “La Casa de Teresa”, en Francisco Acuña de Figueroa y Humahuaca, convocan a la unidad latinoamericana. Evocan la revolución cubana. Al Che Guevara. Al Partido Comunista. A Teresa Israel, detenida desaparecida por la última dictadura militar. Teresa tenía 25 años y militaba en la FEDE cuando la secuestró una patota. En el mural que la recuerda sobre Acuña de Figueroa, un aerosol rojo dice: “Para todes el pan, para todes la belleza, para todes todo”.
El sábado 11 de septiembre, alguien, –o algunos, eso todavía no está claro– tapó la frase con un aerosol en negro para escribir “genocidas”. Fue la última agresión de una historia recurrente pero que se aceleró a partir del 8 de mayo de 2020, en plena cuarentena, cuando sintetizaron la amenaza con una pintada: “Videla”. Comenzaba una escalada de violencia por toda la comuna en la que intervino –sin resultados– la Fiscalía 20 a cargo de Juan Ernesto Rozas.
“Estamos preocupados porque no suceden solo en un contexto electoral sino que vienen del año pasado. Y no son sectores marginales, nostálgicos de la dictadura, sino que empiezan a tener representación electoral y están calando en los jóvenes con un discurso de odio. Por eso es importante que sigamos dando la disputa sobre qué fue lo que pasó en la dictadura pero también sobre la sociedad que queremos construir”, dice Roberto, militante de la Casa de Teresa.
El viernes 27 de agosto de este año, el Centro Cultural “Esquina Rebelde”, ubicado en Tucumán y Gallo y vinculado a la organización Marabunta, sufrió un ataque similar. Cuando una militante llegó al local para comenzar una jornada de actividades se encontró con un mensaje en la vereda que decía: “Fuera feminazis”.
Florencia, militante de Esquina Rebelde, cuenta: “Estamos muy shockeades porque estamos en el barrio desde 2016 y nunca habíamos recibido una agresión fascista de estas características”. Como en el caso del Teresa, las cámaras de la zona tampoco funcionaban o justo no daban con el ángulo de alcance. Al sábado siguiente, la organización realizó una jornada de repudio. Convocaron a los vecinos, hicieron una radio abierta e intervinieron la pintada para transformar la frase de la amenaza en “Fuerza feminista”. El lunes se encontraron con una nueva agresión. Habían vuelto a pintar la misma amenaza, exactamente debajo de la anterior.
“Nos hace pensar que son personas organizadas que siguen nuestra actividad; y por el tipo de agresiones son grupos ligados a la ultraderecha, los que hoy representa (Javier) Milei y que tienen una cuestión exacerbada de odio”, dice Florencia.
En ambos casos, los militantes coinciden en la inutilidad de realizar las denuncias en las comisarías de la zona. De todas maneras, los comisarios están al tanto de la situación. Así lo explica Hernán Gorreta, comunero del Frente de Todos: “Expresamos nuestras preocupaciones durante las reuniones de Junta cuando sucedieron los hechos del año pasado. Y con los comisarios tenemos reuniones todos los meses y les planteamos las preocupaciones por los ataques y por el hecho de que no haya ningún detenido”.
A cuatro cuadras de Esquina Rebelde y en la misma fecha –entre el 29 de agosto y el 3 de septiembre–, el “Espacio Mayo” y la “Casa del Frente Movemos” también recibieron amenazas con pintadas que decían “chorros K” y “chorros” a secas. En ambos casos se cursaron denuncias por vandalismo al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
Un local de Nueva Mayoría, ubicado en México y Quintino Bocayuva, había sufrido un ataque más violento el 23 de abril pasado, cuando una patota de desconocidos le rompió los vidrios.
Hoy, los espacios políticos y culturales agrupados en la Red Almagro se encuentran en estado de alerta. Y los militantes de Movemos que el miércoles pintaron recordatorios de la Noche de los Lápices fueron liberados luego de la intervención de los comuneros del Frente de Todos.

Antecedentes oscuros en el barrio

En mayo de 2020, destruyeron las baldosas de la Memoria en las puertas del Comercial 25, el Comercial 8 y el Normal 7, donde tacharon el mural que recuerda a los estudiantes desaparecidos del colegio, entre ellos Teresa Israel. En la pared del Polideportivo escribieron “zurdos”; y pintaron “Videla” en la pared de la Casa de Teresa.
La familia de Teresa Israel elevó una denuncia a la Fiscalía 20: la causa se cerró, no se identificaron sospechosos.
También intentaron incendiar el local del Partido Obrero sobre la avenida Díaz Vélez, y arrojaron una bomba molotov al local de FORJA.
A fines de 2020, la Unidad Básica CFK del vecino barrio de Boedo sufrió la rotura de vidrios.

Recuperemos la Defensoría del Pueblo para la Ciudadanía

20.9.2021

Actualmente la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra sin titular al renunciar el Sr. Alejandro Amor a ese cargo.

Por este motivo, la Legislatura porteña inició el procedimiento de designación de una nueva/o Defensor/a. El plazo de postulación finalizó el pasado 17 de septiembre. Hubo sólo dos postulaciones. Una de ellas es la del abogado ambientalista Jonatan Baldiviezo, fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad e integrante de la Defensoría de Laburantes, que fue impulsada por un colectivo de asambleas y organizaciones ciudadanas.

Esta postulación personal (como exige la normativa) se hizo en el marco de una decisión y planteo colectivo. Queremos que la Defensoría del Pueblo cumpla su verdadero rol constitucional, que la designación del Defensor/a no surja de un acuerdo macro político ajeno a los reclamos, necesidades e iniciativas del conjunto de la ciudadanía y sus organizaciones. La Defensoría de la Ciudad debe ser el ámbito institucional donde se sintetice la defensa del Derecho a la Ciudad y la Democracia Urbana, y se operativice el paradigma de la Democracia Participativa y Ambiental a través de una conducción comunitaria y compartida con la red de asambleas y organizaciones porteñas.

Las asambleas y organizaciones sociales, sindicales, ambientales, feministas de nuestra ciudad venimos defendiendo nuestro patrimonio común y resistiendo la violación sistemática de nuestros derechos urbanos, ambientales y sociales. Queremos que la Defensoría del Pueblo sea el espacio institucional de las y los actuales defensoras/es de la ciudadanía, de aquellas asambleas, ciudadanes autoconvocades, colectivos que mostraron convicción en su resistencia al modelo privatista que desde hace décadas se consolida en nuestra ciudad despojándonos de nuestro hábitat urbano, nuestra historia, nuestra cultura y nuestra identidad. Queremos recuperar la Defensoría del Pueblo para defender colectivamente nuestra biodiversidad y biomasa vegetal, nuestros espacios verdes, nuestra costanera, el derecho a la vivienda, el acceso igualitario al conjunto de los servicios urbanos. Queremos desde una perspectiva de derechos discutir las políticas urbanas que nos permitan habitar, transitar y disfrutar en igualdad de condiciones nuestra ciudad. El presupuesto aproximado para la Defensoría del Pueblo es de 3.000 mil millones de pesos para el año 2021. Queremos que este presupuesto sea discutido participativamente con el conjunto de la ciudadanía y sus organizaciones. Y esta es la oportunidad.
La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires apostó por la transición de una democracia meramente representativa a una democracia participativa y ambiental. En este marco creó en el año 1996 la Defensoría del Pueblo como parte de las instituciones que debían cumplir con este mandato. A casi 25 años de la sanción de la Constitución (el 1 de octubre es su aniversario), la democracia de la ciudad se asemeja más a una monarquía inmobiliaria que a una democracia participativa. El Jefe de Gobierno controla políticamente la Legislatura, la Auditoría, el Consejo de la Magistratura, dos de las tres cabezas del Ministerio Público (Fiscalía y la Asesoría Tutelar). La Defensoría del Pueblo ha adoptado el rol de mediador cuando los derechos humanos, sociales, ambientales y urbanos no deberían ser moneda de negociación.
La vitalidad democrática de nuestra ciudadanía y sus organizaciones nos permitió organizarnos para impulsar campañas como “Es Nuestra Buenos Aires”, “No Vendan la Ciudad”, “Asamblea Ciudadana”, “Campaña por una Carta del Derecho a la Ciudad”, “La Ciudad Somos Quienes La Habitamos”, “Costanera Verde y Pública”. En los últimos años hemos generado movilizaciones ciudadanas urbanas de gran magnitud y coordinación, por ejemplo, los ruidazos contra el Tarifazo en 2018, la discusión del Código Urbanístico y la actualización del Plan Urbano Ambiental (2016-2021), la defensa de la Costanera (2020-2021).
Fuimos capaces de evitar que se privaticen más de 100 hectáreas de tierras públicas, lograr nuevas plazas, de forzar la democratización de la discusión de la planificación urbana, frenar desalojos, conseguir mejora de servicios públicos y acceso a soluciones habitacionales para sectores vulnerados, frenar torres ilegales y obras que iban a destruir nuestro patrimonio cultural y nuestro patrimonio arbóreo, etc.
En definitiva, tenemos un recorrido mancomunado de defensa de la ciudad en todas sus dimensiones y por esta dignidad ganada, la Defensoría del Pueblo debe estar en manos de esta comunidad de asambleas porteñas de gran vitalidad para que cumpla su verdadero rol de defensa de derechos y profundización de la democratización de la Ciudad.

Ante la vacancia de Defensor/a del Pueblo, está abierta la posibilidad institucional para realizar una crítica política a la forma de designación y actual rol de la Defensoría del Pueblo. También para plantear, a los 25 años de la sanción de la Constitución, que el poder público está capturado por un sector político inmobiliario que impide que los derechos y la democracia participativa ambiental se ejerciten y desarrollen.
La Ciudad de Buenos Aires vive una crisis económica, sanitaria, habitacional, social y ambiental. Lo público y lo común se están extinguiendo y estamos perdiendo definitivamente nuestra identidad ribereña y cultural.
Estamos frente a una gran oportunidad para instalar una agenda de defensa de derechos en la Ciudad de Buenos Aires desde el movimiento ciudadano urbano que no está presente en los debates electorales actuales.

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Bregman denunció el plan de Lousteau y Larreta para eliminar las indemnizaciones

17.9.2021

Tras las declaraciones de Horacio Rodríguez Larreta en el último tramo de campaña, Martín Lousteau (Juntos) presentó en el Senado un proyecto que pretende eliminar las actuales indemnizaciones y abaratar los despidos. La referente del PTS-Frente de Izquierda llamó a rechazarlo “en el Congreso y en las calles”.

Desde algunos grandes medios se busca instalar una lectura intencionada del resultado electoral, que indicaría que se piden más medidas de derecha. No es así. Aunque durante la campaña, y luego de ella, buscaron correr la agenda a la derecha, el domingo pasado vimos que la crisis del oficialismo da lugar a una incipiente polarización, donde también creció la abstención y el voto a la izquierda como un mensaje claro contra el ajuste.
Sin embargo, desde Juntos se busca continuar con una campaña que seduzca a sectores empresarios. Uno de ellos lo adelantó la semana previa a las PASO Horacio Rodríguez Larreta: eliminar el régimen de indemnizaciones, con el falso argumento de que sería una de las trabas para “generar trabajo e inversión”.
Esta semana el senador de Juntos por la Ciudad de Buenos Aires, Martín Losteau, presentó un proyecto en el mismo sentido. Propone modificar la Ley de Contrato de Trabajo, reemplazando el actual régimen de indemnizaciones por un Fondo de Cese Laboral con el objetivo de “aliviar a los empleadores”.
Hoy gran parte la clase trabajadora, empezando por la juventud, trabaja precarizada. Eso incluye que sea descartada sin ningún tipo de derecho. Ante este nuevo intento de avanzar sobre esos derechos, la referente del Frente de Izquierda Unidad Myriam Bregman analizó en sus redes sociales el contenido del proyecto y adelantó que “lo rechazaremos de plano en el Congreso y en la calle”.

Diputado peronista denuncia a sus pares porteños: “Vienen acordando con el macrismo hace 15 años”

17.9.2021

En esta ocasión fue el Diputado Nacional del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade quien apuntó contra sus pares porteños por acordar y negociar con el macrismo de forma secreta. La crisis política de la coalición gobernante se traslada al PJ porteño.

Después de la derrota electoral en las elecciones pasadas, comenzó en la coalición gobernante un fuerte debate por la interpretación de la derrota.
Renuncias no aceptadas, audios filtrados -pero no tanto-, cartas públicas y exabruptos en redes sociales se vienen dando desde este pasado domingo. La crisis sigue escalando y aun no se puede saber hasta dónde llegará y en el camino se dicen muchas verdades.
Hasta el momento las críticas y denuncias se venían dando sobre el Gobierno nacional y el gabinete del presidente, sin embargo, comenzaron a aflorar denuncias sobre la actitud política del PJ porteño ante su fracaso en ser oposición al macrismo, como así también la forma de elección de sus actuales candidatos del hoy llamado Frente de Todos.
Sin mediar análisis alguno del resultado electoral en las Paso porteñas, se pone en tela de juicio el accionar del último tiempo en la Legislatura porteña. Una de ellas es el reconocimiento y denuncia de parte del diputado nacional del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade, a sus pares porteños.
Reconoce en el mismo que el PJ porteño viene “acordando con el macrismo de la CABA hace 15 años” y lo que es peor aún, que vienen “repartiéndose la torta con Angelici a espaldas de la militancia”. La imposibilidad de conquistar una oposición seria y fuerte en la Ciudad del PRO viene siendo tema de debate hace años entre la militancia kirchnerista y el conjunto de la oposición.
Tuvo que mediar una derrota electoral y abrirse una crisis en la coalición gobernante para que salgan a luz oscuros entramados de “complicidad” con el macrismo porteño. Dicen hace “15 años” de esta “convivencia”, otro podría leer, 15 años callados de semejante denuncia mientras los porteños sufrimos al gobierno macrista y sin hablar de que fue la palestra porteña y “su gestión” la que catapulto a Macri como presidente.
En esta crisis y cruce de denuncias quedan todos los actores embarrados. Aunque se quieran mostrar como “distintos” dentro del Frente de Todos a nivel nacional, fueron quienes avalaron con su voto en el Congreso nacional, todo lo que ahora critican, mientras es indiscutible el acuerdo y pago de la deuda externa al FMI.
Desde la izquierda, incluso desde varios periodistas afines al kirchnerismo, se viene demostrando y denunciando los distintos periodos donde el PJ porteño, comandado por Víctor Santa María primero y luego por Recalde, vienen actuando en más de una ocasión como garante de la gobernabilidad del macrismo en sus distintas vertientes. Las distintas alas del Frente de Todos votan al unísono todas juntas como bloque en la Legislatura porteña hace años y todas callan ante semejantes denuncias de un “fuego amigo” que indudablemente actuá de contragolpe por rencillas internas, mientras dejó pasar durante 15 años esta convivencia con el macrismo.
Esto no fue todo, ya que su twitt abrió una puerta, que no se sabrá si alguien la cerrará. Contestando y afirmando la denuncia de Tailhade se sumó otro dirigente del Frente de Todos y conocedor del PJ porteño, Marcelo Puella -quien fuera candidato a dirigir el PJ porteño por varios años antes de pasarse a militar en la provincia de Buenos Aires en el mismo espacio político- que afirma que sus compañeros de la Ciudad “hace 15 años convirtieron el PJ porteño en una escribanía” y denuncia que “se hicieron multimillonarios entregándole todo servido al Macrismo”.
Otro dirigente que apunta, sin nombrarlo, es el conductor del PJ porteño, quien logró poner en las listas de estas elecciones a la segunda candidata a diputada, la conocida periodista Gisela Marziotta y en la cabeza de la lista a legisladores, al ex dirigente de Sutecba y actual Defensor del Pueblo, Alejandro Amor.
Dimes y diretes en medio de una crisis política nacional que desnuda el entramado “cómplice” o “conviviente” del peronismo porteño con Macri y Larreta. Y al mismo tiempo reafirman las denuncias políticas que, desde distintos sectores opositores y en especial desde la izquierda, se vienen realizando hace años al rol de todas las alas del peronismo porteño, unos siendo parte de negociados y otros cómplices de los mismos. TODOS enlodados.

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