Larreta habilita a quitarse el tapabocas pese a que hubo más de mil contagios en escuelas
17.3.2021
Por Hernán Cortiñas
A un mes del comienzo escalonado de clases, el Gobierno porteño informó que dieron positivo 729 adultos y 486 chicos del ámbito educativo. A su vez, el Ministro de Salud Fernán Quirós, anunció que, a pesar del crecimiento de casos en la Ciudad, van a flexibilizar los protocolos en las escuelas.
Hace exactamente un mes que, con el aval del gobierno nacional, en la Ciudad de Buenos Aires comenzaron las clases los primeros grados de primaria e inicial, una semana después el nivel primario, y estos últimos días ya se sumó todo el nivel secundario.
A pesar de este esquema acotado de presencialidad, el Gobierno porteño reconoció más de 1200 contagios entre trabajadores de la educación y estudiantes, teniendo que suspenderse las clases en 494 grados o cursos. Todo esto, en un contexto epidemiológico en donde los casos dentro del distrito porteño aumentaron un 14% en los últimos 14 días.
A pesar de estos datos, el ministro de salud porteño, Fernán Quirós, anunció la flexibilización de los protocolos escolares en los siguientes aspectos: estará permitido quitarse el barbijo en los recreos que sean al aire libre, y hacer ingresar de forma simultánea a todos los estudiantes y habilitar los comedores escolares. Una vez más, poniendo en riesgo la salud y la vida de estudiantes, familias y trabajadores/as de la educación, dejándolos en una enorme exposición al contagio.
Contradictoriamente, en la misma conferencia de prensa, el Ministro reconoció que “tenemos por delante una segunda ola, que al día de hoy está muy cerca” y que “ya estamos viendo un aumento leve pero paulatino de casos” de covid-19.
Y eso que aún resta el comienzo de las clases de adultos y del nivel superior. Por la falta de alquiler de espacios y de designación de nuevo personal, los y las estudiantes están asistiendo día por medio a la escuela o con horarios reducidos, lo que ha complicado gravemente la organización familiar.
A su vez, de las 30.000 dosis de vacunas que el Gobierno cuenta para el personal docente, sólo ha aplicado 6.500, según fuentes del propio ministerio.
El ministerio de Educación tampoco garantizó ningún esquema ni recurso para los estudiantes exceptuados, es decir, que no hay personal designado para tal tarea, así como tampoco se les garantiza dispositivos o conectividad. Cuestión muy alarmante para el derecho a la educación, si la segunda ola avanza sobre el país, como lo viene haciendo en los países limítrofes. El día martes, sin ir más lejos, el Gobierno de Uruguay hizo optativo para las familias mandar a sus hijos a las escuelas.
Son innumerables las denuncias que nos han llegado, con irregularidades y faltantes de recursos e insumos para la presencialidad en las escuelas, y también todo tipo de amenazas para que no se difundan los casos sospechosos o confirmados de coronavirus.
La solución de fondo sería avanzar de forma inmediata con un plan masivo de vacunación. El país tiene capacidad para producir las vacunas, por ejemplo el laboratorio que trabaja para AstraZéneca produce 18 millones de dosis mensuales.
Para poner la salud y la vida por delante de los negocios millonarios, es necesario que el Gobierno nacional libere las patentes y ponga toda la capacidad productiva para este fin, pero eso de priorizar la salud, parece haber quedado en el pasado.
La consigna para este 2021 parece ser volver a la presencialidad sin recursos, para priorizar la economía, y las ganancias de unos pocos. Cuando a los chicos, a la docencia y a las familias se les trata como un número, parece ser que no importa jugar a prueba y error con la salud de ello, si es que mejora la productividad general.