Estudiantes del CBC convocan tuitazo para exigir ingreso condicional a las carreras

3.3.2021

Por Luca Bonfante

Continúan los reclamos de miles de estudiantes del Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires que no podrán ingresar a su carrera este cuatrimestre. Exigen el ingreso condicional, es decir, poder empezar la carrera debiendo finales. Convocan un twitazo para las 17hs con las consignas #IngresoCondicionalALaUBA y #CBCEsFiltro y a una reunión abierta para el día jueves 4 de marzo a las 19hs por zoom.

Son muchos los estudiantes del CBC que no podrán ingresar a su carrera este cuatrimestre. Esto se debe a que, por un lado, el calendario académico del CBC y de varias facultades de la UBA establecen que las fechas de inscripción para alumnos provenientes del CBC se superponen con las fechas de los finales (febrero – marzo 2021) y, por otro lado, a que la posibilidad de promocionar no estuvo, tampoco la de rendir en diciembre, haciendo oídos sordos de esta forma a todos los problemas de conectividad existentes, con páginas como el Siu Guaraní y los campus virtuales cayéndose constantemente, incluso en finales. Por eso los estudiantes plantean poder entrar a la carrera debiendo los finales, reclamando la inscripción condicional.
El carácter expulsivo del CBC, que se agravó con la pandemia y la falta de recursos que afectó tanto a docentes como estudiantes por no tener la conectividad, recursos necesarios o por tener que trabajar muchas horas de forma precarizada, ahora se profundiza aún más.
Luna, estudiante del CBC para la carrera de Física que se dicta en la Facultad de Exactas decía:
«Durante el año pasado tuvimos todo tipo de problemas para cursar, de conectividad, con las páginas que se caían durante parciales y finales, y ahora después de imponernos finales obligatorios en febrero, quieren dejar cientos de estudiantes sin cursar todo un cuatrimestre. Estamos hartos de que las autoridades solo aparezcan para empeorar las condiciones, esto es un filtro y nos organizamos para que nadie se quede afuera. Yo laburo 8 horas y me ponían parciales y finales a la mañana cuando trabajo, a veces pude cambiar el horario de laburo pero hay otros chicos que no»
Además invitó a impulsar el twitazo que tendrá lugar el día de hoy a las 17:00 y convocó a todxs lxs estudiantes del CBC a participar de la reunión que tendrá lugar el día jueves 4 de marzo a las 19:00 por Zoom.

Ctera denunció a Larreta por seguridad e higiene en las escuelas y por la reasignación de las vacunas de los docentes

3.3.2021

La Junta Ejecutiva de Ctera anunció en un comunicado que presentó dos notas al ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, para denunciar «el incumplimiento de las normas de seguridad e higiene en las escuelas de la ciudad de Buenos Aires y la intención de Horacio Rodríguez Larreta de utilizar las vacunas destinadas a los docentes en otros grupos».

El sindicato dirigido por Sonia Alesso, Roberto Baradel y Eduardo López le pidió al gobierno nacional que intervenga en el manejo que el gobierno porteño está haciendo de la vuelta a las clases presenciales.
«A lo largo del primer escrito se desarrollan una serie de incumplimiento de las medidas establecidas por el Consejo Federal de Educación en el marco de la emergencia sanitaria tales como: la incorporación de todxs lxs estudiantes sin respetar prioridades, la habilitación de aulas sin la ventilación adecuada, el mal estado de los edificios escolares, el mal estado y cantidad insuficiente de sanitarios y la falta de elementos de protección.», describieron.
Con respecto al tema de la vacunación, la CTERA solicitó que «se intime a la jurisdicción a que arbitre los medios para llevar adelante el Proceso de Vacunación respetando lo establecido por el CFE».
El gobierno de la Ciudad forzó el retorno de los estudiantes a las aulas aún en casos en los que las condiciones de infraestructura no lo hacen posible en el contexto de la pandemia. Sin embargo, y por el momento, las clases continúan su curso.

La delicada tarea de vivir en una burbuja

3.3.2021

Por Tati Goldman

El regreso a las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires estuvo tensionado por muchísimas dudas y una única certeza: nada es igual que antes. Las formas de convivir entre pibxs, familias y docentes se redefinen día a día, y cambian de escuela en escuela. ¿Cómo se aprende y se enseña cuando el futuro a corto plazo no ofrece garantías? Problemas edilicios, malabares pedagógicos, reencuentros, expectativas y nuevas formas de vincularse a la distancia en esta crónica de Tali Goldman.

Como—casi— todos los días, por las tardes, Mateo va a la plaza Vélez Sarfield, a poquitas cuadras de donde vive, en Floresta. Ahí pasa las horas con su hermano y sus vecinas. Ahora corre, se esconde, juega a la mancha mientras Luciana, su mamá, lo mira a un par de metros. Cuando la mancha lo alcanza y apenas lo toca, Mateo no se convierte sino que se queda petrificado en el lugar, pone los brazos pegados al costado del cuerpo, aprieta los puños bien fuerte y empieza a gritar. El barbijo le tapa casi toda la cara y lo único que puede ver su mamá son sus ojos. Están llenos de furia y ella se pregunta por qué.
Horas antes de ese primer día de clases, Mateo se levantó a las siete, desayunó, se puso el guardapolvo, su barbijo descartable, y caminó diez cuadras con su mamá hasta el colegio. Es un caso atípico: sólo uno de cada cinco estudiantes de CABA vive a menos de un kilómetro de su escuela y casi el 60% está a veinte o más. En la entrada, Mateo vio que había menos alumnos: sólo cursaban primero, segundo y tercer grado de manera escalonada.
A él le tocaba ingresar a las ocho. En la puerta, le dijo a Luciana que se quedara tranquila, que a la salida le iba a contar minuto a minuto cómo había sido el protocolo en su primer día de tercer grado. Sus papás estaban muy nerviosos. ¿Regreso a clases de manera presencial? ¿Cómo se aplicaría el protocolo? ¿El edificio ofrecía garantías? ¿Habría suficientes ventanas, ventilación, distancia? ¿Cómo iban a ordenar la entrada? ¿Y la salida? ¿Por qué volver cuando las vacunas a los docentes no estaban garantizadas? ¿Las condiciones estaban dadas para que regresara?
Mateo hizo la fila y antes de entrar esperó a que las maestras le tomaran la temperatura y le pusieran alcohol en gel. Cuando llegó al aula, se dio cuenta de que todas las mesas estaban ocupadas. ¿Y él? ¿Dónde se iba a sentar? Por los protocolos, el pasillo también era parte de la clase. Miró para un lado, miró para el otro y fue, sólo, a sentarse detrás de la puerta: no podía ver a su maestra, aunque sí alcanzaba a escucharla. Pedía que copiaran del pizarrón el día y el clima. Mateo cruzó la puerta, se sentó a un costado, en el piso, e intentó escribir sobre su regazo. Le resultó tan incómodo que le dijo a la seño que mejor volver al pasillo, con su mesa. Le quedaba el consuelo de sentarse sólo: seis de cada diez escuelas no cuentan con bancos individuales.
¿Es por todo eso que Mateo ahora está gritando? ¿Por los segundos que pasó sólo en el pasillo, afuera del aula? ¿Por ser el único que se sentó en una silla sin banco? ¿Por no tocar a nadie ni compartir nada como le habían dicho sus papás y luego su maestra? ¿O porque estaba feliz de reencontrarse con sus amigos después de un año, de volver a esas aulas, a esos pasillos, a ese patio? Mateo grita por todo eso y se abraza con su mamá, que también llora con él y lo calma. Después se seca las lágrimas y se convierte en mancha, otra vez.
El regreso a las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires estuvo tensionado por muchísimas dudas y una única certeza: nada es igual que antes. Nada. Aunque exista un protocolo establecido por el gobierno porteño, cada escuela es un mundo: en algunas los alumnos van todos los días pocas horas, en otras van sólo dos veces por semana, están las que cumplen jornada completa de lunes a viernes e incluso hay estudiantes que van alternadamente una semana sí y otra semana no. Nada es lineal. Ni entre las escuelas públicas, ni entre las privadas. Es una situación atravesada por grises, contradicciones, alegrías contenidas: un proceso complejo que se redefine día a día. “Cruzar los dedos y tocar madera”, parece ser el lema que unifica a toda la comunidad educativa.
***
—Ahora que empecé el jardín ¿puedo pedir un deseo?
—Sí, claro.
—Pido que se vaya el virus.
Gael y su papá Damián están en el supermercado y acaban de salir del primer día de salita de 4 de una escuela privada de Paternal. Damián, psicólogo, tiene una noticia para darle.
—Gael, papi consiguió turno para vacunarse, ¡se va a vacunar contra el virus!
Gael frenó. Lo miró.
—¡Qué buenoooooooo papiiiiiiiiiii qué bueno! ¡Hoy es el mejor día del mundo!
Damián no aguanta las lágrimas. Hace unas semanas, cuando empezaron las reuniones virtuales para explicar los protocolos de regreso al jardín, Gael le decía: “Yo sin ustedes no voy ni loco a ningún lado”. Damián y Berna, su novia, estaban muy angustiados. Durante los últimos meses del 2020, se la pasó en la cama de sus papás y contando lo feliz que estaba con ellos, cuánto le gustaba estar en su casa, en su habitación con sus juegos y sus cosas. No quería saber nada ni con un jardín, ni con ninguna Seño, ni con amigos. Por eso, para Damián y Berna era fundamental que Gael tuviera un espacio para socializar y vincularse con otros.
Debieron hacer un trabajo fino para incentivar las ganas de su hijo. Armaron un calendario con dibujos para ir tachando los días que faltaban, repasaron canciones y, claro, pensaron qué dirían sus nuevos amigos cuando vieran el súper barbijo de Spiderman.
El día que volvió a la escuela, dividieron su clase en dos grupos de once chicos, con una Seño para cada uno. Gael jugó con bloques, dibujó, escuchó canciones y vio sonreír a su Seño Vane, que llevaba barbijo y máscara transparentes. A Gael, el de Spiderman le escondía la risa: ella apenas vio cómo le brillaban los ojos.
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Tuvo que repetir su nombre una vez, dos veces, tres veces. Sus alumnos de primer grado no la entendían cuando ella les hablaba detrás del barbijo. ¿Maia? ¿Marta? ¿María?
Maira, M-a-i-r-a: es la profe de música y, además, cantante y locutora. Su voz es su herramienta de trabajo. Si el primer día terminaba a los gritos pronto quedaría afónica. Sobre todo porque tenía todos los cursos de primero a sexto en dos escuelas estatales. Mayra es parte del dispositivo que contempla 2.880 instituciones de gestión y administración pública y privada.
Sus inquietudes empezaron una semana antes, cuando le contaron el protocolo en las reuniones de docentes. ¿Cómo enseñar canciones si cantar con el barbijo puesto es imposible? ¿Cómo tocar otros instrumentos si no se pueden compartir? ¿Cómo dar una clase de música en esta nueva normalidad?
Maira encontró rápido una manera de no poner en riesgo su voz: se compró un micrófono y un parlante de su bolsillo, algo que muchas docentes implementaron. Algunas van por los inalámbricos, otras, con pequeños o grandes parlantes.
Ese primer día, después de la presentación y de encender el micrófono, Maira entendió que la única actividad posible era hacerlos bailar. Puso música y les pidió que se movieran en el lugar. Los chicos y chicas se miraron. ¿Bailar solos? ¿A distancia? Empezaron a sacudir las piernas y brazos, tímidos, pero de a poco se soltaron hasta que todo el grupo se animó. Maira pudo ver en sus cuerpos la alegría compartida.
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Jueves 17 de febrero. Hoy es un día soleado, escribió Lucila con letra imprenta grande, fuerte, en su primer día de segundo grado. Lucila va a una escuela pública de Floresta que hasta marzo del 2020 era jornada completa. Ahora, con el protocolo, dividieron el grado en dos. A ella le tocó el turno mañana.
Al mediodía, antes de almorzar, le muestra la tarea a su mamá, Victoria. Mientras lee el cuaderno tapa amarilla con orgullo, su hija le cuenta cómo estuvo ese día un poco “raro”. En la hoja siguiente, revisa una fotocopia pegada. La hoja, dividida en seis cuadros, tiene consignas para completar. “Evitemos el contacto a la entrada y la salida”: No besos, no abrazos, escribió Lucila; “Uso tapaboca”: uso correcto del barbijo casero en la boca, nariz y pera, agregó; “Uso alcohol en gel”: en las manos; “Me lavo las manos”: con agua y jabón; “Recordá siempre mantener la distancia”: Dos metros de los demás; “No compartimos objetos”: botellita, lápiz y goma de borrar.
Victoria no sabe si reír o llorar. Sabe, son las postales de este nuevo tiempo. Aunque lo que más le llama la atención es el último ejercicio. La maestra les pidió que entre todos pensaran distintas formas de saludo y las dibujaran. La única condición: no tocarse con el otro. Entre palitos y circulitos, Lucila dibujó: el saludo Apache, estirando la palma de la mano; el rockero, levantando el índice, el meñique y el gordo; el saludo desde el corazón, poniendo la mano en el pecho; el tailandés, haciendo una reverencia; el japonés, juntando las dos palmas de las manos e inclinando la cabeza.
Al final de la hoja la seño escribió con birome la tarea para el día siguiente: “Pienso un nuevo saludo y lo dibujo”. Lucila frunce el ceño, concentrada, y piensa.
—El gato chino mamá, el que mueve la mano para arriba y abajo. Ese puede ser un buen saludo.
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Azul empezó primer grado en 2020. El entusiasmo de pasar a la primaria le duró 15 días. Se tuvo que adaptar a una nueva forma de cursada y al aprendizaje de nuevos contenidos, incluido el proceso de alfabetización, sin siquiera conocer del todo la vida escolar “normal”. Muchas veces los horarios de sus clases coincidían con los de su hermano Lucio, o se superponían con el trabajo de su mamá: durante la semana la notebook fue un territorio de disputa. Pero al menos tenían una computadora, a diferencia de muchos de sus amigos y amigas. Azul y Lucio van a distintas escuelas públicas del Distrito Escolar 1 y varios de sus compañeros viven en el Barrio 31, donde la mayoría no tiene acceso a la conectividad.
Un mes antes de que comenzaran las clases, a principios enero, el legislador del Frente de Todos Juan Manuel Valdés denunció a Horacio Rodríguez Larreta por Twitter: “¿Explicarán @horaciorlarreta y @Soledad_Acunia cómo es que decidieron recortar 371 millones de pesos al Plan Sarmiento en un año de pandemia? ¿O seguirán fingiendo que les importa la vuelta a clases?”. Lo cierto es que mediante una resolución publicada en el Boletín Oficial el 4 de enero, el Gobierno de la Ciudad modificó las partidas presupuestarias destinadas al Plan Sarmiento— el programa que provee de dispositivos tecnológicos a los estudiantes de escuelas estatales— redireccionando más de 370.000 millones de pesos hacia otras áreas. Valdés también cuestionó el recorte sobre los fondos para infraestructura escolar: “El GCBA decidió recortar un ¡70%! la inversión en infraestructura educativa. En 2020 la inversión fue de aproximadamente 3 MIL MILLONES DE PESOS. El 2021 nos espera con MIL MILLONES DE PESOS”.
Cuando la inminencia del regreso a la presencialidad los sorprendió, Azul y Lucio se entusiasmaron por el reencuentro con los compañeros y, sobre todo, por volver al espacio de la escuela. Como madre, Clara se sintió un poco “extorsionada”: nadie, ni las escuelas, ni el gobierno de la Ciudad, le garantizaban que sus hijes accedieran a clases remotas si decidía no exponerlos a la presencialidad. Por eso, los días previos se la pasó repitiendo consejos sobre cuidados.
Azul y Lucio tienen el mismo sistema: van una semana de corrido y la siguiente “cursan de manera virtual”: un eufemismo para hablar de cinco días repletos de tareas que sus padres y madres deben imprimir o fotocopiar. Clara tiene varias dudas. ¿Y si no coinciden las semanas de ambos hijes? ¿Quién cuida a uno mientras al otro le toca presencialidad? La mayoría de los padres y madres compañeros de Azul y Lucio tienen trabajos precarizados, muchos de los cuales cobran por día. ¿Cómo adaptar la vida de cuatro horas por día de escuela con los cuidados?
A Clara también le preocupa la seguridad de la escuela y la adecuación de las aulas. Por eso, le regaló cincuenta barbijos a las dos maestras de sus hijes. Ambas le agradecieron como si les hubiera llevado una piedra preciosa. Ese primer día, el gobierno de la Ciudad no les había provisto de barbijos. Incluso, muchos chicos y chicas no lo tenían.
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Estimadas familias: Ante la nueva información recibida por todos por parte de la familia de Valentina, la escuela suspenderá los encuentros presenciales de quinto grado hasta nuevo aviso. Equipo de conducción
Gerardo lee el mail de la escuela mientras escucha rezongar de fondo a su hija Sol, que va a una pública de Caballito. Ella había arrancado la semana con mucha expectativa. Estaba feliz: iría cuatro veces por semana, tres horas por día. El lunes todo bien, el martes, todo bien, el miércoles, todo bien. El jueves, en el Whatsapp de padres y madres, la mamá de Valentina contó que su hija tenía fiebre muy alta. Gerardo no dudó y muy a pesar de Sol decidió que no fuera el viernes. Sol está angustiada y frustrada. No pensó que las clases en la escuela se interrumpirían tan rápido. Hasta el 25 de febrero, se asilaron ochenta y ocho burbujas escolares desde el inicio de las clases presenciales. De ellas, 48 quedaron sin actividad. Para el mismo período, se registraron 304 casos positivos de coronavirus entre docentes y no docentes.
Julia también pasó por la misma incertidumbre. Sus mellizos Camilo y Felipe empezaron salita de tres en una escuela pública de Palermo. La primera actividad fue dividir en dos al grupo de 25 chicos. Después de dos días de jardín, una familia del otro turno dio positivo de COVID-19. ¿Tenía que alarmarse? Sí, porque la docente era la misma. “Entonces ¿De qué sirven las burbujas?”, se preguntaron varios padres y madres en el grupo de Whatsapp. ¿Está bien pensado el esquema? La respuesta de la dirección fue suspender la presencialidad durante diez días.
Como tuiteó la comunicadora Paulina Cossi: “Ya conozco tres ´burbujas´ aisladas por contactos estrechos en escuelas. Arrancó el estresazo lectivo 2021”.
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El grupo de “padres y madres” de sala de 4 de una escuela pública de Villa Urquiza está estallado. El debate: si la cooperadora puede comprar o gestionar filtros de aire porque así no está garantizada la ventilación de la escuela. Como el edificio es antiguo la mayoría de las aulas no tienen circuito de aire al exterior: sólo puertas y pocas ventanas que dan a un patio techado. Según un informe de la Unión de Trabajadores del Estado (UTE) en el que se relevaron 611 establecimientos educativos, un 66,9% de las aulas en CABA no cuenta con la ventilación necesaria para prevenir el Covid. Además, ninguna de las escuelas tiene medidor de dióxido de carbono, una de las medidas que tomaron países de Europa para evitar el contagio a través de aerosoles.
Fernanda está ansiosa por el regreso de su hijo Ney y lo escribe en el chat. Aunque cree que el protocolo del gobierno porteño es impracticable: le parece un “chiste” que solo garanticen “alcohol en gel y lavandina”. Por eso, el primer día puso papel higiénico y rollo de cocina en la mochila de su hijo, algo que ni siquiera estaba garantizado en la pre pandemia. Llegaron juntos unos minutos antes de que empezara el turno de las 13:30 a las 15:30.
—¡Ese barbijo de Cars está genial!
—¡Qué bueno ese ganchito para que no se pierda el tapabocas!
Mientras los demás padres y madres comentaban y elogiaban las novedades para el cuidado, Fernanda trataba de espiar desde la puerta qué aula le iba a tocar a su hijo. ¿Sería la que tiene ventanas? ¿O estudiaría en la grande? Lo que más le preocupaba era que, por protocolo, la maestra no iba a poder siquiera hacerle un mimo en la cabeza a su hijo, o levantarlo si se llegaba a caer. ¿Y si no podía subirse sólo los pantalones después de ir al baño, algo que todavía le costaba?
Ney entró al colegio con su mejor amiga, Mile. En la mano llevaban la declaración jurada: se la dieron a la Seño, ella los saludó con puñito, les midió la temperatura, les puso alcohol en gel en las palmas y los tomó de la mano para subir los tres escalones que los separaban del gran patio de entrada. A Fernanda se le estrujó el corazón: angustia y alivio; felicidad y temor. Se dio cuenta cuánto extrañaba la escuela. No como un lugar de contenidos curriculares, sino como parte fundamental del entramado social, de esa red que necesitan las familias y especialmente las madres para no colapsar entre la crianza y el trabajo.
A las 15:30 Ney salió feliz. Le contó que había jugado con masa, con autitos, que había armado una casa con bloques y que con Mile imaginaban que su aula se incendiaba y venían los bomberos.
—Pero….¡fue muy cortito, ma!
Fuente: Anfibia – fotos Victoria Gesualdi

La justicia ratifica la suspensión de la venta de tierras públicas en CABA

2.3.2021

En la causa judicial caratulada “Asociación Civil Observatorio del Derecho a la Ciudad c/ GCBA s/ Amparo – Impugnación – Inconstitucionalidad”, Expte. N° 2669-2020/0”, el Juez de 1ra Instancia en lo CAyT, Andrés Gallardo, ordenó cautelarmente suspender la vigencia de la Ley N° 6.179, que autorizaba la venta de 86 hectáreas de tierras públicas. Se trata de predios nacionales que fueron transferidos a la Ciudad. El amparo fue impulsado por el Observatorio del Derecho a la Ciudad, la Cátedra de Ingeniaría Comunitaria, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas y la Defensoría de Laburantes.

Entre los predios referidos en la causa se encuentran los terrenos ubicados dentro del Polígono del Barrio Carlos Mugica, predios aledaños a este barrio, los terrenos del Ex Mercado de Hacienda, playones ferroviarios en Villa Crespo y el Triángulo de Salguero,
El Tribunal advirtió que no se cumplieron las audiencias públicas obligatorias y el procedimiento de doble lectura para sancionar esta ley que exige la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires
Las organizaciones habían presentado a principios de 2020 una acción de amparo para que se declare la inconstitucionalidad y nulidad de la totalidad de la Ley N° 6.179 por ser contraria a los artículos N° 1, N° 63, N° 89 incisos 4 y N° 90 de la Constitución de la Ciudad; y arts. 22 y 25 de la Ley N° 2.930 del Plan Urbano Ambiental.
Asimismo, solicitaron que se interrumpan los procesos de enajenación y la venta de los inmuebles individualizados en la Ley N° 6.179 con excepción de las ventas y escrituraciones que realice el GCBA de inmuebles que tengan por adjudicatarios a familias y organizaciones de la sociedad civil del Barrio Carlos Mugica en el marco de su proceso de re-urbanización y que cuentan con la autorización de la Ley N° 6.129 en sus arts. 37, 38, 39, 44, 47, 49, 56, 58 y concordantes.
El Expte. N° 671-J-2019 iniciado por el Poder Ejecutivo (Despacho N° 263/19) es el que fue tratado en el recinto en fecha 4 de julio de 2019 y aprobado como Ley N° 6.179. Votaron esta norma los legisladores Abboud, Acevedo, Álvarez Palma, Apreda, Arce, Bauab, Blanchetiere, Cingolani, de las Casas, del Sol, Depierro, Estebarena, Ferraro, Ferrero, Fidel, Forchieri, García de Aurteneche, García de García Vilas, González Estevarena, González Heredia, Gorbea, Guouman, Halperin, Marías, Méndez, Michielotto, Nosiglia, Petrini, Presti, Quintana, Reyes, Roldán Méndez, Romero, Rueda, Sahonero, Santamarina, Straface, Suárez, Villalba, Vischi y Yuan.
Mientras que votaron de manera negativa Abrevaya, Andrade, Bregman, Conde, Gottero, Heredia, Marrone, Martínez, Montenegro, Muiños, Penacca, Pokoik, Roberto, Santoro, Solano, Tomada y Vilardo.
El resultado de la votación fue, entonces, de 58 votos emitidos: 41 afirmativos y 17 negativos. La Ley N° 6.179 no fue aprobada por el procedimiento de doble lectura del art. 90 de la CCABA ni se convocó a ninguna audiencia pública en el marco de la Ley N° 6 para el tratamiento de su objeto y contenido en forma previa.
NORMAS URBANÍSTICAS CORRESPONDIENTE AL POLÍGONO DEL BARRIO CARLOS MUGICA.
Los inmuebles individualizados en los puntos 1, 5, 6, 7, 8 y 10 del Anexo A del Convenio aprobado por el artículo 6° de la Ley 6131, tal como lo reconoce la propia Ley N° 6.179, se encuentran dentro del polígono del Barrio Padre Carlos Mugica de acuerdo a la Ley N° 6.129.
Este polígono de acuerdo al art. 18 de la Ley N° 6.129 fue zonificado como Distrito U60 “Barrio Carlos Mugica, cuya delimitación está en el Plano 5.4.6.61 según lo establecido en el Anexo I de la referida ley ley y cuyas normas urbanísticas se encuentran descritas en el Anexo II.
Resulta una obviedad, pero cabe destacar que la Ley N° 6.129 fue aprobada con anterioridad a la Ley N° 6.179. Por lo tanto, al momento de la aprobación de esta última se encontraba plenamente vigente la Ley N° 6.129.
En el Anexo II de la Ley N° 6.129 figuran los planos correspondientes al nuevo Distrito U60 Barrio Carlos Mugica con sus diferentes zonas.
En el Anexo III Normativa Urbanística de la Ley N° 6.129 se establece que la Zona N° 3 está destinada a Equipamiento.
En el polígono correspondiente al Barrio Carlos Mugica y dentro de los predios cuya venta se autoriza a través de la Ley N° 6.179, no sólo se encuentran inmuebles del dominio privado del GCBA sino también inmuebles del dominio público del GCBA como vías públicas, plazas, espacios verdes y equipamiento urbano.
VIOLACIÓN DEL ART. 63 DE LA CCABA.
De acuerdo al art. 63 de la Constitución de la Ciudad la convocatoria a Audiencia Pública “es obligatoria antes del tratamiento legislativo de proyectos de normas de edificación, planeamiento urbano, emplazamientos industriales o comerciales, o ante modificaciones de uso o dominio de bienes públicos”. (El resaltado no se encuentra en el original).
Esta norma es un mandato directo para el Poder Ejecutivo y la Legislatura de la ciudad. Establece como condición que, en forma previa a remitir proyectos a la Legislatura de la Ciudad, o en su caso, antes de que se inicie su tratamiento legislativo, que tengan por objeto la modificación del uso o dominio de bienes públicos de la Ciudad, debe realizarse obligatoriamente una audiencia pública.
Estos proyectos cuando ingresan a la Legislatura porteña como proyectos de ley adquieren tratamiento legislativo en forma inmediata. Por lo tanto, lo que la Constitución de la Ciudad establece cuando expresa “antes del tratamiento legislativo” es el requisito inexorable de que estos proyectos de normas antes de ser remitidos a la Legislatura o antes de que esta le otorgue tratamiento legislativo, deban ser consultados y discutidos con la ciudadanía en audiencias públicas obligatorias.
La Ley N° 6.179 (Proyecto de Ley N° 671-J-2019) contiene normas que autorizan la modificación del dominio de un bien público. En este caso, el art. 1 y el art. 2 autorizan la enajenación de trece (13) inmuebles del GCBA, con una superficie total de 867.245 m2, es decir, 86,7 hectáreas de tierras públicas.
El art. 63 de la Constitución de la Ciudad dispone que debe convocarse en forma OBLIGATORIA a Audiencia Pública en forma previa al Tratamiento Legislativo, es decir, en forma previa a su remisión a la Legislatura o a su ingreso como proyecto de ley porque en dicha instancia adquiere tratamiento legislativo en forma inmediata.
Las organizaciones remarcan que esto no fue cumplido durante el tratamiento del Proyecto de Ley N° 671-J-2019 y, en consecuencia, tampoco en la sanción de la Ley N° N° 6.179:
“Cabe resaltar que el art. 63 de la CCABA habla de bienes públicos sin hacer referencia a si pertenecen al dominio privado o al dominio público de la Ciudad. Es decir, el art. 63 alcanza a ambos supuestos.
Realizando una interpretación sistemática de la Constitución de la Ciudad se llega a la misma conclusión.
Por ejemplo, el art. 80, inciso 2.a, establece que la Legislatura legisla en materia de “bienes públicos”. Resultaría irrazonable que la Legislatura sólo pudiera legislar sobre los bienes de dominio público de la ciudad y no sobres los bienes del dominio privado. Bienes públicos, por lo tanto, se refiere a cualquier bien, entre ellos los inmuebles, que pertenezcan a la ciudad.
Las discusiones previas a la aprobación del art. 63 en el seno de la Convención Constituyente también llevan a aclarar la intención de la constituyente y el fin de que el art. 63 se aplique a la modificación del dominio de cualquier inmueble que pertenezca a la ciudad.
‘Sr. Martínez: (…) establecemos que será obligatoria la audiencia pública antes del tratamiento legislativo de los proyectos de normas de edificación, planeamiento urbano, emplazamientos industriales o comerciales, o modificaciones de uso o dominio de bienes públicos.
Nos parece que estas cuestiones han sido motivo de conflicto en el pasado por el manejo de la cosa pública en nuestra ciudad. Por eso es sumamente importante que el tratamiento legislativo de normas relativas a estas cuestiones obligue a una audiencia pública. Prevemos que el gobierno adopte un mecanismo simétrico, y esperamos que el Poder Ejecutivo tome iniciativas similares ante cuestiones de envergadura que tengan que ver con estos temas o con otros análogos’. (Versión Taquigráfica del Diario de Sesiones de la Convención Constituyente de la Ciudad de Buenos Aires -8ª REUNIÓN – 6ª SESIÓN ORDINARIA – 6 DE SEPTIEMBRE DE 1996).
El art. 63 viene a resguardar el manejo de la cosa pública, de lo público, con independencia de la diferencia normativa de bienes de dominio privado o público del estado.
El Poder Ejecutivo y la Legislatura de la Ciudad no convocaron a la realización de la audiencia pública obligatoria del art. 63 durante el tratamiento parlamentario del Proyecto de Ley N° 671-J-2019 que dio origen a la Ley N° 6.179, en consecuencia, su tratamiento legislativo y sanción deben ser declarados nulos por violación del derecho a la participación ciudadana y a ejercer la democracia participativa”.
EL PLAN URBANO AMBIENTAL Y LA EXIGENCIA DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA DISCUSIÓN DE LA OPERATIVIDAD DEL BANCO DE TIERRAS E INMUEBLES
El art. 22 – Instrumentos de Promoción, incido d, del Plan Urbano Ambiental (Ley N° 2.930) estipula sobre el Banco de Tierras e Inmuebles que “es un Instrumento de promoción del desarrollo urbano establecido por la Ley Nº 71. Tiene el objetivo de asegurar la disponibilidad de tierras e inmuebles para el desarrollo de las acciones derivadas de los lineamientos del PUA, mediante su adquisición y/o disposición anticipada. Debe funcionar logrando una operatoria ágil y transparente orientada a programas relativamente inmediatos, evitando que se convierta en una reserva general para intervenciones indeterminadas”.
El art. 25 – Instrumentos de Participación – dispone que:
“Los diversos lineamientos e instrumentos del PUA deben ser decididos e implementados en marcos participativos que aseguren el consenso y la adecuación a las expectativas de los habitantes de la ciudad mediante la intervención metódica y ordenada de la mayor cantidad y calidad de los actores que sean los responsables políticos y técnicos de la gestión del PUA, sean las organizaciones sociales y comunitarias como también los ciudadanos a título particular. Por tanto, se ajustarán los mecanismos ya existentes o bien se crearán nuevos dispositivos que promuevan y faciliten las actividades participativas. Como soporte general de estos procesos se crearán instancias de gestión que garanticen la difusión pública y masiva de los diagnósticos, los lineamientos y los instrumentos del PUA, sin la cual los objetivos de los Instrumentos Participativos se verían severamente obstaculizados.
(…) C. Audiencia pública. Es instituida por la Constitución como mecanismo de participación directa. Para su perfeccionamiento, debería considerar en su desarrollo el tratamiento de varios aspectos de interés implicados (normativos, tributarios, económicos, organizacionales, participativos, etcétera); la conformación de comisiones mixtas (Ejecutivo-Legislatura) que registren lo acontecido en las audiencias, así como la definición de una categoría particular de audiencia en relación a los Planes de Comunas y sus incumbencias”.
El Plan Urbano Ambiental establece que los diversos lineamientos e instrumentos deben ser decididos e implementados en marcos participativos. Uno de dichos instrumentos es el Banco de Tierras e Inmuebles. Entre los mecanismos existentes menciona a las audiencias públicas.
En conclusión, la decisión del uso y disposición de 867.245 m2 de tierras públicas (86,7 hectáreas) del Banco de Tierras e Inmuebles de la Ciudad por su envergadura e importancia de dichos predios debió contar, de acuerdo con el Plan Urbano Ambiental, de algún mecanismo de participación que garantice “la intervención metódica y ordenada de la mayor cantidad y calidad de actores como organizaciones sociales y comunitarias o la ciudadanía en general.
Esto no ha sido cumplido en el marco de la decisión de autorizar la venta de 86,6 hectáreas de tierras públicas.
Cabe destacar, que el art. 29 de la CCABA establece que el PUA es la ley marco a la que debe ajustarse el resto de la normativa urbanística:
“ARTÍCULO 29.- La Ciudad define un Plan Urbano Ambiental elaborado con participación transdisciplinaria de las entidades académicas, profesionales y comunitarias aprobado con la mayoría prevista en el artículo 81, que constituye la ley marco a la que se ajusta el resto de la normativa urbanística y las obras públicas”.
El 4 de Julio de 2019, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley N° 6.179. Esta Ley autorizó la venta de 867.245 m2, es decir, 86,7 hectáreas de tierras públicas.
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Reclaman vacunas en el Moyano

2.3.2021

La Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano (AGIHM), en unidad con otros sectores, realizará una protesta este miércoles 3 de marzo, a las 10.30, en el estacionamiento del nosocomio, ubicado en Brandsen 2570 de la Ciudad de Buenos Aires, para denunciar la falta de vacunación del equipo de salud.

Reproducimos comunicado:
El secretario general adjunto de la AGIHM, Mariano Veiga, manifestó: “Actualmente, solo se vacunó cerca de un 20 % de todo el Hospital. Mientras que Larreta vacuna al sector privado o particular en River, nosotros en el sistema público seguimos sin vacunarnos”.
A su vez, el secretario general, Carlos Paz, explicó: “Se viene la segunda ola de COVID-19 y tenemos que estar inmunizados para poder enfrentarla. Todo esto solo demuestra el desprecio que se tiene por la salud pública”.

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