2.11.2020
Por Claudia Sayo
El ministro de salud del GCBA, Quirós, plantea como objetivo comenzar las clases con “normalidad” el 17 de febrero, trabajarán “intensamente para mitigar al máximo un rebrote”, y dijo tener “todas las expectativas de alcanzar ese objetivo”, mientras la mayoría de la comunidad educativa mantiene el rechazo al regreso a clases presenciales
En la conferencia de prensa del lunes 2 de noviembre, el ministro de salud, Fernán Quirós, planteó comenzar las clases presenciales con “normalidad” el 17 de febrero. El gobierno porteño tiene “todas las expectativas de alcanzar ese objetivo” ante “una curva que está sistemáticamente descendiendo” y agregó que “va a estar supeditado a la situación epidemiológica”
Por otro lado, Nicolás Trotta, ministro de educación de la nación declaró que, si bien la expectativa del gobierno porteño es el regreso a clases presenciales en febrero, la definición del calendario 2021 será analizada en una reunión del Consejo Federal de Educación “para intentar lograr una política de consenso”.
El regreso a clases en la ciudad es para todos los niveles, el ingreso a la presencialidad de las y los alumnos no se dará de a poco ni de manera escalonada como lo venían sosteniendo. Quirós informó que en el caso que se concrete, “buscaremos la forma de hacerlo de manera segura cuidando la salud de estudiantes, docentes y trabajadores”. También consideró que el desafío ahora es “mitigar o evitar el rebrote como está sucediendo en Europa”.
La propuesta de Larreta más sus ministras y ministros es comenzar las clases el 17 de febrero, “anticipadamente y en forma presencial, con todos los chicos, todos los días de clase”, así lo confirmó la ministra de educación Soledad Acuña. “Estamos trabajando en ese escenario, en condiciones de presencialidad”, expresó en declaraciones a radio La Red y señaló que “en la mayoría de los países las clases continuaron” durante la pandemia y en otros “volvieron luego del receso de verano”, y aún en los casos de rebrotes, “se mantuvo la presencialidad en las aulas”.
Recordemos que las y los docentes expusieron argumentos para rechazar el regreso a clases presenciales. En base a la polémica alrededor de la “revinculación” que planteó en su momento el Gobierno de la Ciudad, sin ningún objetivo pedagógico, poniendo en riesgo la salud de estudiantes, familias y docentes, se votaron medidas de rechazo con respecto a la asistencia presencial de las y los estudiantes, ya que no están aseguradas las condiciones sanitarias. También sostuvieron que el protocolo del Ministerio de Educación de CABA no fue discutido con la comunidad educativa, profesionales de la salud y las familias.
Las y los docentes se vienen organizando y en el caso del sindicato Ademys, rechazan la vuelta a clases presenciales en febrero. En ese sentido “insistimos en que, como esto está en un campo incierto, lo que hay que garantizar es la virtualidad para el proceso de aprendizaje”. Votaron en asamblea medidas de fuerza que se vienen tomando desde el miércoles 28 de octubre. Informan que dichas medidas se profundizarán y el paro se extenderá hasta el sábado 7 de noviembre.
Fernán Quirós brindó datos y mostró que la curva de casos “se encuentra en constante descenso”, pasando de 1.300 diarios promedios durante fines de agosto a “entre 400 y 500 diarios promedios casos las últimas semanas”, asegura que el desafío ahora es “mitigar o evitar el rebrote como está sucediendo en Europa”. Para ello, señaló tres acciones: “el comportamiento social sigue siendo muy importante, hay que identificar que el tema no se terminó y hay que sostener cuidados básicos”.
El ministro hace hincapié en que la responsabilidad recae sobre la sociedad, pero las y los docentes sostienen que son varios los impedimentos para el retorno a clases presenciales, a siete meses de pandemia, en medio de una crisis económica y social, el GCBA no acondicionó ninguna de las escuelas, la gran mayoría de las mismas son muy viejas, se caen los techos, no cuentan con lugares aireados, sufren la falta de agua y en las aulas no se puede mantener el distanciamiento social, entre otras cosas.
Con respecto a los números que aporta el ministro de salud de la Ciudad, se informa que, desde el 20 de octubre, Argentina fue apartada del registro de testeo de covid-19 por el principal portal estadístico mundial, el sitio Our world in data, dependiente de la universidad de Oxford, dejando afuera a la Argentina de sus registros por falta de confiabilidad respecto al testeo.
Mientras tanto, el ministro de salud de la nación, Trotta, se refirió a los seis casos de coronavirus registrados en escuelas de la Ciudad y dijo que “ahí tienen que aplicar los protocolos aprobados en julio” y, en ese sentido planteó que “se puede tener un regreso seguro, si se aplican los protocolos, lo que no quiere decir sin riesgo, porque riesgo siempre hay en el marco de una pandemia”. Familias y docentes no están de acuerdo con correr ni el más mínimo de los riesgos, ya que, sostienen, haber estado siempre presentes con sus alumnos y alumnas, no así el gobierno, desoyendo los reclamos por trabajo, por el problema de la insuficiente y baja calidad en la alimentación para quienes reciben las canastas y la falta de conectividad que ningún gobierno resolvió.