21.10.2020
Por Fernando Tebele/Pedro Ramírez Otero. Redacción: Nicolás Rosales. Edición: Pedro Ramírez Otero.
El Secretario Adjunto del gremio docente Ademys, en diálogo con el programa radial La Retaguardia, se refirió a la propuesta de retorno a las escuelas en la Ciudad de Buenos Aires, en el contexto de la pandemia por Covid-19. Además, Adaro denunció que las decisiones tomadas desde el Gobierno nacional y el porteño hacen que finalmente la responsabilidad recaiga en las propias familias.
¿Cómo será la vuelta a las aulas en las escuelas de la Ciudad? Esa es la pregunta del millón. El Gobierno porteño tomó una decisión. La misma consiste en revincular a los y las estudiantes. Esto implica la apertura de algunas escuelas para ciertos grupos que cursan los últimos años y pueden concurrir en forma voluntaria. Por otro lado, y como una puesta en escena, los medios tradicionales de comunicación se encargaron de ir con las cámaras de televisión para imponer el hecho como noticia en la agenda pública.
El Secretario Adjunto del gremio docente Ademys, Jorge Adaro, comenzó explicando: “En los últimos días nos venimos enterando de lo que va a pasar por los medios. El Gobierno en este sentido no se está comunicando para decir las cosas con mayor exactitud. Tuvimos una convocatoria por parte de funcionarios para que nos informen qué es lo que habían decidido. Es un escenario, donde es muy difícil poder anticiparse. Lo cierto es que hubo unos días en que los grandes medios plantearon que vuelven las clases. Primera cuestión: no volvieron las clases. Esto ocurrió efectivamente, hasta la semana pasada, en dos escuelas técnicas. Según dicen los protocolos el planteo es para re socializar o revincular a los alumnos. Es todo muy extraño porque para eso convocan a los chicos y chicas de sexto año y de séptimo. Y se supone que si es a esta altura del año será para ajustar el tema de los contenidos, porque en un mes y medio finalizan una etapa. Pero nada de esto es lo que tiene el Gobierno en mente”.
Delegando responsabilidades
“Estamos hablando de escuelas donde hay que tomar una decisión de a qué chico o chica se convoca o no se convoca. Todo lo delegan a la dirección. Todo eso comienza en esta última etapa con un viraje que hizo el Gobierno nacional a la cabeza. Que sostenía una especie de polémica con la Ciudad en cuanto las condiciones, y de golpe unificaron discursos. (Soledad) Acuña, ministra de Educación porteña, lo que hizo fue delegar la responsabilidad a las direcciones de las escuelas. Y al decir que es voluntario delega la responsabilidad en las familias. Y si existe un foco de contagio en la escuela es responsabilidad de la familia y no del Gobierno. El primer día, el alumno o la alumna tiene que ir con un mayor y firmar una especie de acta deslindando la responsabilidad. Es decir que no estamos tan locos para plantear que no hay condiciones para un regreso”, expresó.
En este estado de confusión, Adaro clarificó: “No es un escenario en el que todos vuelven. Solo vuelve una porción de la porción”. Uno de los interrogantes es también la cuestión del traslado de cada estudiante a las escuelas, teniendo en cuenta que varias familias provienen del conurbano. “Las condiciones de mantenimiento y personal tampoco están dadas para una situación de regreso a la actividad ya sea de socialización o pedagógica vinculada a los contenidos. En todo este tiempo no hubo un solo anuncio de haber destinado partidas presupuestarias dentro de la emergencia para resolver esas condiciones”, aseveró.
La ausencia del Estado
“Lo que sí me parece necesario es hacer un balance de estos seis meses. De cómo fue el desarrollo de las actividades y de cuál fue el rol del Gobierno. Que estuvo ausente, no garantizó nada: ni material impreso los días que se entregaban los bolsones, tampoco las computadoras. Y después vienen a decir que los quiere adentro porque piensa en los niños. También sabemos que no todo los pibes, no todas las personas en la Ciudad de Buenos Aires o en cualquier lugar del país tienen la misma posibilidad de respuesta ante un contagio, para afrontarlo en un sistema de salud garantizado. El único lugar que podés ir es una CeSAC (Centro de Salud y Acción Comunitaria) o a un hospital, que están totalmente desbordados”, planteó el Secretario Adjunto de Ademys.
Por último, expresó con preocupación: “Tenemos como referencia el protocolo burbuja que se ha aplicado en otros países, pero esto no ha logrado frenar lo que es el desarrollo de la pandemia. En la Ciudad el protocolo dice: ocho chicos y uno o dos docentes. Es invariable, como una burbuja que protege. Pero esos mismos docentes tienen otro grupo a la tarde. Es muy difícil de controlar. En Francia, París, hace poco reabrieron las escuelas con protocolo y son 80 las clausuradas por Covid. Tenemos que mirar qué ha pasado esto, y tener en cuenta que Europa está en una segunda etapa. Y sabiendo que está la posibilidad de que esto baje y que vuelva a subir, se hace urgente que los gobiernos se ocupen de proveer las computadoras y la conectividad. Porque aunque se vuelva, es muy probable que tengamos que retornar a la virtualidad en el mejor de los escenarios”.