30.05.2024
El Instituto de Zoonosis Luis Pasteur es un establecimiento de salud pública, dependiente del Ministerio de Salud que conduce Fernán Quirós, y que trabaja en el diagnóstico, la prevención y el control de las zoonosis urbanas, y la promoción de la salud en torno a estas enfermedades.
En los últimos días, la Auditoría General de la Ciudad (AGCBA) publicó un relevamiento que realizó sobre el funcionamiento del Departamento de Prevención y Control de Zoonosis del Instituto, donde detectó varias irregularidades. Entre ellas se encuentran: la utilización de drogas anestésicas sin que se hayan ejecutado intervenciones quirúrgicas, y el registro de pacientes con datos ilegibles y carencia de firma del profesional.
Respecto a datos sobre internación, el informe de la AGCBA, detectó que en el 91% (58 casos de 64) de las Órdenes de Internación falta la firma y sello del profesional veterinario que intervino. Otro dato interesante relevado por el organismo de control, es que en el 14% (9 casos de 64) de las órdenes médicas no figura el número de jaula donde se encuentra internado el animal. En el 84% (54 casos de 64) no consta la información sobre la vacunación del animal; y en el 17% (11 casos de 64) no se indica la fecha de alta/egreso.
La utilización de drogas anestésicas como la Ketamina, fue uno de los puntos centrales del informe de la Auditoría. Cabe destacar que esta este componente es una droga disociativa con potencial alucinógeno, utilizada actualmente en medicina por sus propiedades sedantes, analgésicas y, sobre todo, anestésicas.
Este punto generó mucha incertidumbre entre los auditores, dado que se desconoce en qué fue utilizada gran parte de esa droga. “Las planillas de trazabilidad enviadas en respuesta a la nota de solicitud resultan poco confiables ya que no cuentan con un criterio uniforme en la construcción, no llevan fechas correlativas y hay períodos de tiempo que no fueron enviados”, detalla el organismo
En otro punto advierte que: “la derivación del paciente al servicio de Cirugía, el otorgamiento del turno y el registro de uso de ketamina en la intervención quirúrgica es un proceso que no se puede seguir desde los registros utilizados actualmente en el IZLP”, y agrega que “los registros que vinculan la información que se recopila sucesivamente (orden de cirugía, planilla de otorgamiento de turnos, planillas de trazabilidad y registro de consumo de ketamina en el libro rubricado) no recogen los mismos datos, lo que impide individualizar al paciente para hacer un control de los pasos que atravesó desde la demanda de atención hasta el alta”.
La AGCBA denuncia en este informe que, en marzo de 2021 se lograron ubicar apenas 2 de 17 pacientes en los registros. En mayo del mismo año se individualizaron 4 de los 19 pacientes operados. En los seis pacientes que se ubicaron se encontraron diferencias en aspectos tan significativos como el peso del animal, que tiene directo impacto en el uso del fármaco.
Respecto a los libros de registro de ketamina utilizados en el Servicio de Cirugía “son vulnerables dado que sus hojas están anilladas y no aseguran la inalterabilidad de las registraciones”, destaca la Auditoria. “En el libro de ketamina turno mañana se observó que en los meses de enero y febrero de 2021 se había rendido el consumo de ese medicamento, siendo que el servicio no registró cirugías en esos meses”, agrega, al mismo tiempo que señala que existen “diferencias en la cantidad de animales y especies operadas al comparar las planillas de trazabilidad mensuales de cada turno versus el libro de ketamina correspondiente”.
La Auditoría porteña detectó varias inconsistencias entre los registros de Cirugía y Farmacia. Advierte que la Farmacia no lleva un control exhaustivo de los formularios que recibe y que existen errores que denotan falta de control (por ejemplo, formularios duplicados, números salteados), lo que da por resultado que el área analizada no reciba alertas cuando sus registros no son consistentes.
“Los registros indican diferencias entre el uso informado (rendido por planillas de trazabilidad) y la cantidad entregada desde Farmacia. Estas en general son en menos, es decir, Farmacia entrega menos frascos de ketamina de lo que se rinde. La diferencia se debe compensar con el stock (en poder del servicio de Cirugía), que no se conoce exactamente y no puede reconstruirse con los registros existentes”, subraya el informe y agrega: “La Farmacia no realiza ninguna verificación para constatar que el pedido se sostenga en el consumo. Se limita a dispensar el medicamento y no funciona como área de control para los pedidos de Cirugía”.
Otro de los puntos relevantes del informe de la Auditoría, advierte sobre el registro en los consultorios externos del instituto. Señala que “en ocasiones la letra es ilegible, en el 4% de los casos (20/530) la escritura no era clara o presentaba datos enmendados sin salvar. Falta de firma y sello del profesional veterinario que intervino en la atención del animal en la totalidad de los casos; y el registro del paciente (N° de paciente/ N° de HC); entre otros ítems”.