Teletrabajo: las claves del proyecto de Larreta para legalizar una precarización laboral
26.8.2020
Por Julieta Lalama y Lucila Colaneri
Llegó el debate sobre teletrabajo en la Ciudad. El oficialismo porteño y sus aliados presentaron tres borradores de proyectos en la legislatura para regular el teletrabajo. ¿De qué se tratan? ¿Qué decimos los trabajadores?
A partir del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) se impuso para la mayoría de las y los trabajadores de la ciudad la modalidad de teletrabajo. Entre los meses de junio y julio se presentaron 3 borradores de proyectos de ley en la comisión de trabajo de la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que busca reglamentar esta modalidad, que ya se está dando de hecho. Esta regulación entraría en vigencia luego de la situación de emergencia sanitaria, es decir posterior a la pandemia y sostenido en el tiempo.
Ninguna de estas medidas busca soluciones profundas para las y los trabajadores. Buscan implementar lo que ya se impuso, aumentar la productividad por objetivos, imponer mayor carga horaria y una mayor precarización. Dos de estos proyectos fueron presentados por Vamos Juntos, mientras la UCR presentó un tercer proyecto.
El último borrador en orden cronológico, fue presentado por varios diputados y diputadas del bloque de Vamos Juntos en julio de este año. Este es el más completo de los que se presentaron hasta la fecha y tiene varios puntos en común con la Ley que aprobó el Congreso el 30 de julio aunque faltan varios de los puntos más progresivos de esta Ley.
Profundizar la precarización laboral
En lo que va de la pandemia hemos visto lo que ha permitido el avance de la tecnología y la virtualidad. Hasta hace tiempo atrás era imposible imaginar la organización de trabajadoras/es en forma virtual como viene sucediendo en distintos sectores de la producción, a nivel nacional e internacional.
La evolución de las tecnologías podría permitir mejorar las condiciones de vida y trabajo como así también reducir el esfuerzo y la extensión de las jornadas. Sin embargo, en este caso, los proyectos presentados implican una vez más una avanzada sobre los derechos y las condiciones de trabajo de los estatales porteños, que ya de por sí son precarias.
En los fundamentos que se publican junto al último borrador de proyecto presentado, se establece que el principal objetivo, lejos de generar mejoras en las condiciones de trabajo, esta nueva modalidad apuntará a “reducir el espacio de trabajo en instalaciones del organismo o facilitar la existencia de otros espacios con diferentes costos, incrementar la productividad…”.
Claves para entender el proyecto oficial
1 – Salario
Mientras que en ningún lado se hace referencia al otorgamiento de insumos básicos necesarios para realizar las tareas, así como tampoco se garantizan espacios para poder llevarlas adelante, se estipula que el salario percibido no será menor al que cobra hoy el/la trabajador/a, o al que cobraría en forma presencial. Hoy una gran parte de los sueldos se encuentran por debajo de la canasta básica y, que el proyecto no apunte a equiparar la escala salarial ni aumentos acorde a los índices inflacionarios, significa que el salario tenderá a la baja y se seguirá cobrando miserias, mientras que la presente modalidad implicaría un menor costo para el Estado empleador.
2 -Jornada laboral y reversibilidad
También plantea en relación a la jornada laboral, por un lado; y al carácter de reversibilidad de esta modalidad, que ambos puntos quedarán sujeto al acuerdo entre el/la empleado/a y el organismo contratante. Teniendo en cuenta la relación desigual, jerárquica de poder, de la cual se parte para tal negociación, resulta naturalmente que jornadas más extensas podrán ser impuestas, así como también que los/as laburantes no podrán decidir cuándo quisieran terminar con la modalidad de teletrabajo y regresar a sus puestos presencialmente.
3 – Precarización
El proyecto continúa sosteniendo la desigualdad en los modos de contratación, ya que solo se dirige a aquellos/as contemplados/as bajo la modalidad de planta permanente. Esta desigualdad en los tipos de contratación ligada a la precarización, viene incrementándose hace más de una década, ampliando cada vez más la cantidad de contratos que encubren la relación de dependencia por parte del Gobierno de la Ciudad.
El último informe presentado por ATE Capital, denuncia que son más de 18.000 las personas que trabajan para el Gobierno de la Ciudad con contratos precarios. Muchos de ellos como monotributistas sin ningún tipo de derecho laboral: ni estabilidad, ni aguinaldo, ni vacaciones pagas, ni ART, ni ningún tipo de licencia y menos aún indemnización por despido.
En algunos ministerios más de la mitad de sus trabajadores son contratados en forma precaria, porcentaje que, en el caso de algunos programas, asciende a casi la totalidad de quienes trabajan allí, como es el caso del Programa de Acompañamiento Social Integral que tiene el 98% de su planta contratado bajo régimen de monotributo.
4 – Control por objetivos
En lo que va de pandemia, el trabajo remoto implicó un mayor control por objetivos, lo que ha generado extensas jornadas laborales, que, al no llegar nunca la desconexión digital, ha provocado efectos de agotamiento psíquico y físico en los/as trabajadores/as, lo que también es una forma de aumentar la precarización. Pero esto no es nuevo, el intento de modernización del estado que se realizó durante la gestión macrista en la ciudad y luego se profundizó con la gestión de Larreta como avance y mayor control sobre las y los trabajadores, ha sido el intento de convertir al Estado en algo cada vez más parecido a una empresa o “gestión empresarial”.
Se intentó implementar el trabajo por objetivos atravesados por una lógica de meritocracia. Estos avances, generan condiciones cada vez más precarias y constituyen la base para poder llevar adelante una ley como la que quieren presentar para regular el teletrabajo.
En caso de que alguno de los dos proyectos que presentaron los diputados de Vamos Juntos fuese aprobado, resultaría en un avance más en la flexibilización laboral de quienes trabajan para el Gobierno de la Ciudad, cuestión que ya viene avanzando de hecho durante la pandemia.
Datos, no opinión
Como MUESTRAN LOS DATOS DE LA ENCUESTA REALIZADA POR LA AGRUPACION VERDE Y BLANCA DE ATE CAPITAL realizada en el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, con el teletrabajo durante la pandemia se han intensificado las tareas de las y los trabajadores: el 73% de los/as encuestados/as manifestó que trabaja más tiempo desde su casa que cuando lo hacía presencialmente, el 50% no cuenta con los elementos necesarios para hacer las tareas, mientras al 33% no se les respetaron las licencias correspondientes por tener niños/as menores de 14 años a cargo.
Sin contar que todos los gastos de servicios (luz, internet, calefacción, teléfono) están a cargo de las y los trabajadores y que muchos no cuentan con los elementos adecuados para trabajar y terminamos sufriendo lumbalgias, cervicalgias, contracturas y dolencias varias. Aunque estos datos son parciales pues fueron realizados sobre solo uno de los Ministerios de la Ciudad, son la muestra de la realidad que se vive en el conjunto de las y los que se encuentran teletrabajando.
Esta situación es particularmente perjudicial para las mujeres que son las que mayormente se encargan de las tareas de cuidado. La feminización del trabajo sobre todo de algunos ministerios (mayormente en aquellos que implican tareas sociales y con intervención sobre poblaciones vulnerables) hace que las mujeres sean las más expuestas ante esta situación. En este contexto, bajo la modalidad de teletrabajo, a las tareas de trabajo remunerado se le suma el cuidado de hijas e hijos, y las madres o quienes tienen personas a su cuidado, deben hacer malabares para que su cabeza, cuerpo y energía estén puestos al servicio de atender las tareas laborales, y al mismo tiempo garantizar esos cuidados y la crianza de sus hijas/os. En este contexto de pandemia con sus mismos elementos de trabajo, ha tenido que encargarse de la continuidad de la escolaridad de sus hijos/as, lo que implica muchas veces que las tareas laborales se realicen en horarios nocturnos y por fuera de la jornada.
¿Cómo nos organizamos para discutir la ley de regulación del teletrabajo que necesitamos las y los trabajadores?
Desde hace 5 meses los/as trabajadores/as de la administración pública vienen sufriendo las consecuencias de trabajar desde sus casas (cuando no lo hacen directamente en la primera línea, sin las medidas de protección necesarias y bajo aprietes por parte de los jefes y la burocracia del Sutecba) rompiéndose porque no cuentan con sillas adecuadas para trabajar, pagando altas tarifas de luz, de gas y de internet, gastos que debería cubrir nuestra patronal. El silencio absoluto de SUTECBA frente al intento de modificar la modalidad y condiciones de trabajo demuestra implícitamente el acuerdo que el sindicato mayoritario sostiene con el gobierno de la ciudad.
Las y los trabajadores del Gobierno de la Ciudad debemos imponer bajo qué condiciones se debe regular el teletrabajo. Desarrollar una gran campaña que sea discutida y votada en cada lugar de trabajo, con un proyecto que incluya todas nuestras demandas, que sólo se logrará imponer con la movilización.
Por eso, desde La Izquierda Diario queremos relevar información para que nos cuentes cómo y en qué condiciones estás trabajando en este contexto de ASPO. Súmate a responder está encuesta para que nuestras voces puedan ser parte de esta discusión.
Encuesta sobre Teletrabajo a trabajadores y trabajadoras del GCBA