Ollas populares en Villas y barrios de la CABA

17.6.2020

La realizarán organizaciones sociales desde este jueves 18 de junio, todos los jueves a partir de las 11, en más de 20 villas y barrios populares porteños para exigir que las tareas que llevan adelante en este contexto de emergencia sanitaria y profunda crisis económica y social son esenciales y deben ser reconocidas.

Las organizaciones advierten que en el actual contexto los problemas estructurales históricos quedan al descubierto y la vulneración de los derechos más básicos de los sectores populares es moneda corriente: “¿Cómo se explica, que si las villas somos el 10% de la población de la Ciudad, representemos 1 de cada 2 casos de Covid-19? Más de 6000 casos después, y lamentando el fallecimiento de numeroxs referentes sociales, el Gobierno de la Ciudad nos sigue tratando como ciudadanxs de segunda. No es novedad el crecimiento exponencial de casos y la expansión de la pandemia en cada uno de los barrios, como tampoco es novedad que los comedores y merenderos que día a día levantamos las organizaciones populares estemos desbordadas. Y ello no es casualidad. Es parte de un modelo de Ciudad estructuralmente desigual, en donde hace 13 años gobernó el macrismo, de un modelo de Ciudad que siendo la más rica del país día a día crece la pobreza, la desocupación y el hambre, de un modelo de Ciudad en donde los negociados inmobiliarios y el enriquecimiento de unos pocos significa que hoy la mayoría de nuestras villas no están urbanizadas y que lxs trabajadorxs tengamos cada vez menos ingresos”, afirmaron.
En este sentido afirman que son las organizaciones sociales la que sostienen , a través del trabajo de las Promotoras de Salud, la detección de posibles casos de Covid-19; son quienes garantizan los alimentos y elementos de limpieza e higiene para las familias aisladas, además de las tareas de difusión y prevención; son quienes a través del trabajo de las Promotoras de Género las que acompañan a cada compañera y a cada vecina antes las situaciones de violencia machista que se recrudece en contexto de aislamiento por verse obligadas a vivir encerradas con los agresores; son quienes a través del trabajo diario de las compañeras en los comedores y merenderos populares trabajan y se rompen el lomo para que a nadie le falte un plato de comida: “(Somos) quienes estamos todos los días, quienes estiramos la olla para poder llegar a más vecinos y vecinas que diariamente peregrinan por un plato de comida”.
“Somos a quienes durante años pretendieron invisibilizar, a quienes durante años se estigmatizó, y somos hoy quienes estamos trabajando y militando sin descanso para que la situación no sea peor de lo que actualmente es. Por eso, exigimos un Fondo de Emergencia urgente, con fondos públicos aportados por los sectores más ricos de la Ciudad, para reconocer el trabajo no pago de miles de compañeras, para realizar las obras que nos permitan acceder al agua potable, para re-urbanizar las Villas. Porque si algo sabemos es que el virus no distingue entre ricos y pobres pero la desidia del Estado sí”, exigen las organizaciones.
Ante esta situación, a partir del 18 de junio y hasta que el reclamo sea escuchado, realizarán ollas populares todos los jueves en más de 20 villas y barrios populares porteños, como Villa 31-31 Bis; Villa 1-11-14; Villa 21-24, Ciudad Oculta; Villa 20; Villa Soldati; La Boca; Constitución, San Telmo; Playón de Fraga, entre otros.

«Durante el primer mandato de Rodríguez Larreta los estatales perdimos más de un 30% de nuestro salario»

17.6.2020

Así lo indica un informe elaborado por ATE Capital. Además denuncia el deterioro de las instalaciones y el «abandono de las políticas sanitarias» en el distrito más rico del país.

Un informe elaborado por ATE Capital detalla la situación de emergencia con la que la Ciudad de Buenos Aires tiene que enfrentar la pandemia de Covid19 que por estas horas amenaza con tocar su pico de contagios. El trabajo de los estatales pone el foco en los salarios, en la infraestructura y en el deterioro de las políticas públicas de la gestión porteña.
«Los 13 años de gestión del PRO en la Ciudad de Buenos se reflejan en la falta de capacidad para dar una respuesta adecuada a la ciudadanía en tiempos de pandemia», abre el trabajo titulado Informe Técnico-Político Ciudad de Buenos Aires.
«Una política que desprotege a la población más vulnerable; recursos que a lo largo del tiempo no fueron destinados a políticas de producción, empleo, vivienda, educación; un sistema de salud pública descuidado y colapsado eran sin dudas una olla a presión que destapó la crisis del COVID-19 y el dengue. Esta emergencia es un emergente de un problema estructural: la desigualdad en la Ciudad de Buenos Aires», señala.
Los conducidos por Daniel Catalano denunciaron que «Ante la crisis del coronavirus el GCBA se endeudó, declaró una emergencia económica, habilitó la reasignación de partidas presupuestarias sin el debido control, pero no destinó esos fondos a políticas de prevención ni de protección a los sectores más vulnerables y vulnerados de la Ciudad».
De hecho recordaron que debieron «recurrir a la justicia para que se cumpla con la entrega de elementos de protección para los/as trabajadores/as de la salud y la infancia».
Además recordaron que «la rebaja salarial fue una constante de la gestión del PRO en la Ciudad: durante el primer mandato de Rodríguez Larreta las y las estatales perdimos más de un 30% de nuestro salario».
Los estatales repasaron que en «los 13 años de gestión del PRO en el ámbito de la salud se caracterizaron por un vaciamiento de la política pública. Hubo numerosos intentos de cierre de hospitales, en los que se privilegiaron los negocios inmobiliarios sobre las necesidades sanitarias»
«Además, se discriminó a miles de enfermeras/os y otras/os profesionales de la salud, a quienes se nos excluyó de la carrera profesional», concluyeron.

En Recoleta bailan en la calle, en los barrios populares eligen entre el Covid-19 o el hambre

15.6.2020

Por Gloria Pagés

Mientras vecinos y vecinas del adinerado barrio de Recoleta salieron este domingo a la vereda a bailar al ritmo de Tan Biónica, en los barrios populares romper el aislamiento es excusa para ser reprimido, perseguido y torturado.

Ya anochecía y en el barrio de Recoleta y los vecinos bien de una de las zonas más ricas de la Ciudad de Buenos Aires salían a la calle a bailar al ritmo de Tan Biónica. Se caía de maduro: el tema no podía ser otro que Ciudad Mágica, el mismo que bailaron Macri y los seguidores del PRO en sus actos de campaña.
La musicalización a cargo del DJ Patricio Zambrano, que asumió el rol de dar alegría al barrio todas las tardes, este domingo provocó que la algarabía estallara en veredas y calles.
El video se viralizó y la “grieta” sobre la ruptura de la cuarentena se volvió a abrir en las redes sociales. Lo cierto es que vecinas y vecinos recoletos, que están hartos de vivir encerrados -encierro relativo, porque ahora pueden hacer running- en sus pisos con terraza, balcones, amenities, loundry y demases y que no soportan más que sus mucamas deban cobrar su sueldo pero guardar cuarentena (en el mejor de los casos porque la realidad es que en la mayoría de los casos las obligan a ir a trabajar igual o las despiden), gozan de la inmunidad de clase para salir a la calle y a lo sumo ser objeto de risas y algunas críticas y, por supuesto, mucho apoyo de los mismos que hacen sonar sus cacerolas en apoyo a los estafadores de Vicentín.
La fiesta callejera sólo puede suceder en paz gracias a esa pertenencia de clase. Qué distinto es ser un albañil que viaja desde el conurbano a hacer una changa para poder sobrevivir y es bajado del colectivo por gendarmes armados.
Qué distinto es salir en grupo a un pasillo de alguna de las villas de la Ciudad o la Provincia de Buenos Aires, militarizadas y plagadas de fuerzas represivas.
Qué distinta la situación de los trabajadores ambulantes, como los senegaleses en La Plata, que son reprimidos y detenidos por querer vender algo para subsistir.
Qué distinto es ser una familia humilde de Mar del Plata, salir un rato a la plaza con los nenes y terminar torturados por la Bonaerense de Sergio Berni.
Qué distinto es vivir en Chaco y que allanen tu vivienda porque supuestamente violaste la cuarentena, terminar con toda tu familia presa y ser torturadas y abusadas las menores.
Qué distinto también vivir en Chaco, caminar después de las 8 de la noche y que un policía te dispare para que te metas en tu casa.
Qué distinto es el destino de organizaciones sociales que realizaron una olla popular en Moreno y fueron hostigados y amenazados de muerte por patotas ligadas al municipio.
Qué distinta, y brutal, la suerte del joven trabajador rural en Tucumán, Luis Espinoza, que terminó desaparecidos y asesinado por la policía de Manzur en un presunto operativo para hacer cumplir la cuarentena.
Podemos seguir esta lista hasta el infinito y todos los ejemplos que demos mostrarán cómo los que pagan las consecuencias de la brutalidad policial, hoy con la excusa de no respetar el aislamiento social obligatorio, son los trabajadores, los pobres y los sectores a los que la pandemia y la crisis social que no deja de profundizarse está afectando de manera catastrófica.

Rocío Rodríguez (Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA): “la situación se acerca a un estado de colapso”

15.6.2020

La Asamblea de Residentes y Concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires publicó un relevamiento sobre el estado de situación de los centros de salud y hospitales de la ciudad ante la pandemia. De los 35 hospitales y centros de salud que hay que CABA, 27 respondieron la encuesta, además de ocho Centros de Salud y Acción Comunitaria de cinco áreas programáticas. “El informe muestra la crítica situación en la que nos encontramos: falta de insumos de calidad, de camas, de personal, de protocolos y capacitaciones, sobrecarga laboral, y trabajadores concurrentes que no perciben salario ni ART”, denuncian. En cuanto a la cantidad de camas disponibles, Rocío Rodríguez, residente del Hospital Municipal de Rehabilitación Respiratoria María Ferrer e integrante de la asamblea, remarcó: “no dan los números que plantea el gobierno de Larreta. Van aumentando la cantidad de camas con pacientes con Covid-19. Eso habla de cómo se va acercando la situación a un estado de colapso”.

El relevamiento fue realizado en 35 establecimientos, hospitales y centros de salud porteños. Según el informe, de los 33 hospitales existentes en la Ciudad de Buenos Aires, 27 respondieron el cuestionario: 13 hospitales generales de agudos (Piñero, Durand, Argerich, Penna, Santojanni, Alvarez, Ramos Mejía, Pirovano, Fernández, Zubizarreta, Rivadavia, Vélez Sarsfield y el Tornú); dos Hospitales pediátricos (Elizalde y Gutiérrez), dos hospitales de Rehabilitación (Rocca, IREP); cuatro hospitales neuropsiquiátricos (Alvear, Borda, Moyano y Tobar García); un hospital veterinario (Pasteur); y tres Hospitales monovalentes (Ferrer, Udaondo y Marie Curie); dos hospitales odontológicos (Quinquela Martín y el Dueñas). También respondieron ocho Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) de cinco áreas programáticas (CeSAC 5, CeSAC 7, CeSAC 45, CeSAC 47, CeSAC 21, CeSAC 19, CeSAC 15,CeSAC 33).
El informe arroja que “de 23 efectores que cuentan con pacientes COVID-19 en sala/UTI, 19 refieren no contar con la cantidad suficiente de insumos (83%), y sólo cuatro refieren tener garantizados los insumos suficientes (17%)”. En cuanto a los elementos faltantes, el camisolín, barbijos, antiparras, saturómetros y máscaras encabezan los reclamos de faltantes de los y las trabajadoras de la salud. En tanto, el 66% afirmó no contar con los Equipos de Protección Personal (EPP) en cantidad y calidad necesarias, sólo un 34% de los efectores contestó que sí.
Asimismo, el informe reveló que al menos 102 trabajadores y trabajadoras de la salud (entre médicos, médicas, enfermeras, enfermeras, residentes, concurrentes, camilleros, personal de limpieza y maestranza) fueron confirmados con Covid-19 positivo, lo cual ya dejó nueve áreas y servicios cerradas, según detalla el informe.
En cuanto a la incorporación de camas en contexto de Covid-19, el estudio indica que en total se incorporaron sólo 391 camas en sala común y 35 en UTI (Unidad de Terapia Intensiva). El dato se vuelve alarmante al ponerse en relación la cantidad de camas con la cantidad de pacientes con Covid-19 que hay en cada centro: mientras que una gran cantidad se encuentra con la mitad o casi la mitad de su capacidad completa, otros llegan a su capacidad totalmente ocupada (como es el caso del Hospital Durand) o casi ocupadas (como en el caso de los hospitales Ferrer, Piñero y Tornú).
En la presentación del informe, la Asamblea de Residentes y Concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires, concluye: “el informe muestra la crítica situación en la que nos encontramos: falta de insumos de calidad, de camas, de personal, de protocolos y capacitaciones, sobrecarga laboral, y trabajadores concurrentes que no perciben salario ni ART, situación que denunciamos hace mucho tiempo y ante la cual el gobierno no da respuestas”, denuncian.
Asimismo, detallaron: “en las últimas semanas algunos efectores de áreas programáticas debieron trasladar pacientes sospechosos de COVID-19 a hospitales fuera de su área ante la falta de camas disponibles. La faltante de camas es un problema habitual preexistente a la pandemia, al punto de contar en muchas oportunidades con pacientes internades en la guardia o en pasillos, hasta incluso sentados en una silla a la espera de alguna cama disponible. La emergencia sanitaria por la pandemia por COVID-19 pone en evidencia este problema y lo profundiza, resultando fundamental el aumento de camas y de personal en los efectores”.
En cuanto a las malas condiciones laborales en las cuáles deben desempeñar sus tareas como primera línea de lucha contra el Covid-19, sostienen: “existen a la fecha 1440 concurrentes con una contratación temporal que varía de 4 a 5 años dependiendo de la especialidad. Les concurrentes cumplen jornadas mínimas de 20 hs semanales con tareas asistenciales y formativas, y la misma responsabilidad profesional frente a pacientes que cualquier otro profesional remunerado. El o la concurrente no recibe salario ni cuenta con ART, obra social ni otro tipo de derecho laboral. Siendo profesionales en formación, con capacitación específica y conocimiento del sistema, en su gran mayoría no fueron convocades como personal de planta transitoria para esta emergencia, aunque se les obliga a continuar sus tareas de manera gratuita y sin derechos o seguro, aún en caso de contagio de COVID-19″, denuncian.
Rocío Rodríguez, trabajadora de la salud residente del Hospital Municipal de Rehabilitación Respiratoria María Ferrer, ubicado en el barrio porteño de La Boca, y referenta de la asamblea, amplió sobre el informe: “se relevaron casi todos los hospitales grandes. Lo desarrollamos como respuesta a las declaraciones públicas del ministro de Salud Fernán Quirós y el gobierno de CABA, que todo el tiempo sostienen que los hospitales están preparados para cuando aumenten los contagios. También a modo de denuncia del estado de situación. Y dio lugar a que se replicara el relevamiento para desarrollarlo en sectores particulares, como en el Argerich o el Zubizarreta, y también compañeros de otras provincias nos lo han pedido para hacer relevamientos en otros hospitales de otras zonas o provincias, como en Chaco, por ejemplo”.
Asimismo, la trabajadora de la salud explicó que si bien la primer parte del relevamiento está cerrado, “están abiertas las puertas para un segundo relevamiento en un período corto, porque el número de contagios aumentó, sobre todo en trabajadores de la salud”. En la misma línea, Rocío remarcó la preocupación de la asamblea de residentes y concurrentes por la cantidad de camas disponibles en los centros de salud y hospitales porteños: “el gobierno dice que ha aumentado una cantidad de camas, que a nosotros no nos cierra. No dan los números que plantea el gobierno. Es un dato que se está actualizando todo el tiempo. Van aumentando la cantidad de camas con pacientes Covid-19. Eso habla de cómo se va acercando la situación a un estado de colapso“, recalcó.
Como la situación del estado de los centros de salud y hospitales en la ciudad frente al nuevo coronavirus (Covid-19) es dinámica, el formulario a completar el relevamiento sigue abierto para seguir actualizando los casos y la situación. Asimismo, se puede entrar en contacto con la asamblea de residentes y concurrentes a través del sitio asambleacaba.com, o por medio de los mails cabaasamblea@gmail.com y asamblea@asambleacaba.com. También se los puede encontrar en Facebook, Twitter e Instagram.

Larreta visita el hospital Durand y es increpado por sus trabajadores

14.6.2020

Por Lidia E. Fernández

El viernes el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, visitó el colapsado Hospital Durand, sin dar respuesta a los trabajadores que lo interpelaron por la grave situación.

A días de cumplirse los tres meses de declarada la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, la situación del Hospital Durand que es el centro de derivación, se agrava. El faltante más urgente es de personal, principalmente de enfermería.
Horacio Rodríguez Larreta, como una burla, se pasea por el hospital sin escuchar a quienes todos los días sostenemos el hospital. Nos manda a hablar con el director, Dr. Bolla, como si no lo hubiésemos hecho a esta altura.
Desde el inicio, los trabajadores denunciamos los faltantes y exigimos que se adecúe la infraestructura, que haya protocolos claros y públicos, que se provean los equipos biomédicos como respiradores, bombas de infusión y alimentación, que estén disponibles los equipos de protección personal (EPP) de calidad y en cantidad necesarias, que ingrese personal -sobre todo de enfermería- para cubrir los planteles, que se testee al personal por los contagios del personal que ya suman 9 entre médicos de planta, residentes, enfermeros y personal tercerizado de limpieza.
Se presentaron notas, pedidos de informes con la banca de Alejandrina Barry del PTS en el Frente de izquierda por todas estas demandas urgentes y porque hasta hace un mes no había siquiera agua caliente en varios sectores, lo mismo que calefacción.
Mientras las cifras oficiales publicadas en el Boletín oficial el 8 de junio, reportan un 14,9% de trabajadores de salud infectados por Covid 19 sobre el total del país, entre los que contamos con mucha bronca y dolor las muertes evitables de 11 compañeros y se sanciona la ley 27548 (conocida como ley Silvio por el primer trabajador de salud fallecido por la enfermedad, que además era grupo de riesgo y debía estar licenciado) que establece el Programa de Protección al Personal de la Salud ante la pandemia de COVID-19.
La realidad es que la situación se agrava: los pacientes se están derivando por falta de personal de enfermería. Con una ocupación del 75% en las salas y un 100% en la terapia intensiva, la atención depende de la sobrecarga de trabajo del equipo de salud que realiza sus tareas en condiciones precarias e inadecuadas. Los propios trabajadores, con parte de los equipos de protección donados por la solidaridad de los trabajadores, somos quienes estamos garantizando que los pacientes reciban atención, pero ya escapa a la voluntad y el compromiso.
La situación no da para más. Necesitamos con urgencia que ingrese personal, sobretodo de enfermería, porque los pacientes no pueden atenderse solos. Con reclamos, conseguimos respiradores, aspiradores portátiles y bombas de infusión pero necesitamos el recurso humano para poder brindar los cuidados necesarios. El propio ministro de salud porteño, Fernán Quirós, anuncia que “lo peor está por venir” y no hacen nada.
Necesitamos los recursos materiales y humanos adecuados para cuidarnos y cuidar. Para eso es necesario que se aplique impuesto a las grandes fortunas y dejar de pagar la deuda externa fraudulenta e ilegítima. Mientras se sigue subsidiando a los empresarios de la salud, los hospitales públicos están en un estado calamitoso. Exigimos la centralización del sistema de salud en manos del Estado bajo gestión de trabajadores que sabemos cuáles son las necesidades reales.
Por eso, pedimos a los gremios ATE, Sutecba y AMM que convoquen a asamblea de trabajadores, porque con las denuncias solas, está visto que no alcanzan. Necesitamos que se pongan al frente de nuestras demandas con un plan de lucha para revertir esta situación de forma urgente. Instamos a formar Comisiones de higiene y seguridad de trabajadores, con delegados por sector para organizarnos y conquistar nuestros derechos y el de nuestros pacientes.

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