San Telmo: se realizó la instalación artística “Huelga de Inquilinxs”

13.11.2023

Ayer domingo por la tarde, en la esquina de Humberto Primo y Bolívar, del barrio de San Telmo, fue testigo de una instalación artística que tuvo como protagonistas a las escobas. Elemento de limpieza y símbolo doméstico, se volvieron también una herramienta de lucha, portadas por miles de mujeres y niños como autodefensa frente a los desalojos.

En un contexto de crisis habitacional en el que el acceso a la vivienda como derecho humano es una discusión impostergable para muchas familias porteñas, se inauguró en la esquina de Humberto Primo y Bolívar una muestra sobre la “Huelga de las escobas” o la “Huelga de inquilinxs”, un movimiento que se inició en los barrios de San Telmo y La Boca que en septiembre de 1907 protestó por las condiciones sanitarias, de hacinamiento y las constantes subas en los alquileres.

Uno de los disparadores de la muestra es la “Huelga de inquilinxs” o “Huelga de las escobas”, un movimiento que en septiembre de 1907 se inició en Buenos Aires, en los barrios de San Telmo y La Boca y luego se extendió a otras ciudades del país, para reclamar contra las condiciones sanitarias y las constantes subas en los alquileres que formaban parte de la oferta habitacional de entonces, una realidad que inevitablemente conecta con el momento crítico que se replica en muchas zonas urbanas del presente.

En aquella organización popular orientada al reclamo de mejores condiciones de vida donde se estima que participaron 120 mil personas, el joven anarquista de 15 años Miguel Pepe alcanzó a decir: “Barramos con las escobas las injusticias de este mundo”, antes de ser asesinado.

¿Cuántos otros significados encierra la escoba? “Hay una tradicional frase mexicana, no me la voy a acordar tal cual, que decía algo así como que la casa no se erige sobre el terreno, sino sobre la mujer. Me resonó mucho a esta huelga de escobas porque también estamos hablando de una época en la que la doméstica, la casa, la mujer, eran culturalmente un equipo muy fuerte”, reflexiona la creadora de la muestra, Silvina Babich.

“La escoba no solo fue un objeto amenazador, no deja de ser un palo, ¿no? sino también representa cuestiones de género que venimos transformando día a día porque la mujer tenía una carga doméstica fuertísima y su herramienta -y hasta por momentos su arma- ha sido la escoba”, define Babich, quien recupera la frase “te saco a escobazos” como ejemplo. Pero en el arte siempre se puede ir un poco más allá: “También tiene que ver con delimitar un territorio porque la escoba conduce, guía, selecciona y limpia el territorio o mi territorio”, dice la curadora.

De esta manera, afuera queda el polvo, la pelusa, la basurita que no se quiere dentro del hogar. “Cuando hablamos de barrer, ahí también entra, ahí sí entra un sinfín de simbolismo que tiene que ver con el barrer literal de aquellos sólidos o residuos sólidos que no tenemos dentro en nuestro lugar de vivienda y también tiene que ver con, hoy en día, con el barrer de energía o, como yo te decía, sacar escobazos, barrer todo aquello negativo para mí, para mi hábitat, para mi casa, ¿no? Entonces, obviamente, en esta situación en que la pelea era por una lampa, la escoba es como que tiene todo tanto, tantísimo que ver en esto que yo dejo ver en este objeto”, continúa Babich.

Con una puesta gráfica y una instalación de escobas con diferentes materiales, técnicas de realización y significaciones, se desarrolló esta activación que pone en primera plana la crisis habitacional que atraviesa la Ciudad en este momento. “La mía es una escoba choza”, cuenta a Télam Rosario Cárdenas, sobre su obra hecha fundamental con inflorescencia de palmeras, un material que obtuvo de su propio jardín. Cuando empezó a prestar atención a lo que surgía en el proceso creativo, se dio cuenta que tenía que ver con la cuestión de la vivienda.

“Le agregué arriba una punta de lanza, arriba del palo, como una forma de defensa y de resistencia”, explica Cárdenas. La escoba choza, además, está vestida con collares que dialogan con un proyecto de collares en el que está trabajando la artista. “Cuando trabajo con fibras vegetales, me conecto muy fuertemente con una experiencia de vida etnográfica de trabajo en un grupo étnico africano, en Namibia, hace muchos años”, explica la artista sobre el proceso de la obra.

Como los materiales no son solo físicos, Cárdenas identifica que esta experiencia que la marcó y que duró 12 años, es parte de la creación artística. Con eso, busca visibilizar “la importancia de lo africano en la conformación de la población argentina. Sobre todo en los conventillos, incluso en el origen del tango y en las protestas”, detalla la artista.

“Otra inspiración fuerte es el libro ‘Walden’ de Henry David Thoreau, que es una crítica tan fuerte a la civilización, y que quizás, más indirectamente pero con mucha fuerza, está vinculado al tema de la vidriera que es la vivienda. Esto es más bien una búsqueda de nuevas formas de habitar”, agrega Cárdenas.

La activación de la muestra, fue ideada y coordinada por Cecilia Leegstra. Las colaboraciones gráficas se realizaron gracias a Laura Xamena, Ailen Possamay, Tinta Migrante, Cecilia Leegstra, Leila Rosas y Serigrafía Orilleras. Mientras que la instalación de las escobas estuvo curada por Silvina Babich. De su taller, participaron los y las artistas, Guadalupe Piqué, Isolda Núñez Portillo, Isabel Mozzoni, Marcela Calamita, Felipe Gaglianone, Julia Martínez Herrera y Rosario Cárdenas.

Cayó una banda acusada de al menos 30 amenazas de bomba

10.11.2023

Tres jóvenes, uno de ellos con antecedentes por estafa e hijo de un suboficial retirado de la policía bonaerense, fueron detenidos este jueves por la noche en distintos operativos en el conurbano bonaerense, acusados de ser quienes llevaron adelante en los últimos dos meses al menos 30 amenazas, entre ellas las que ocurrieron en distintas líneas de ferrocarriles durante los últimos dos días.

De las detenciones participaron efectivos de la División Delitos Constitucionales de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina (PFA) trabajaron bajo las órdenes del juez Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 10, Julián Ercolini.

Uno de los detenidos, según informaron fuentes oficiales, fue identificado como Facundo Maximiliano Martínez (18), es hijo de un sargento retirado de la policía bonaerense y hermano de una integrante de la Policía de la Ciudad.

Los tres permanecen alojados en la alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, situada en Madariaga al 6900, del barrio porteño de Villa Lugano, donde aguardan ser trasladados a los tribunales federales de Retiro para ser indagados por Ercolini entre este viernes y el sábado, detallaron voceros judiciales.

Se normaliza el servicio de trenes luego de la amenaza de bomba

09.11.2023

Las líneas de trenes Sarmiento, Roca, Urquiza y Belgrano Sur normalizan sus servicios luego que funcionaran en forma limitada, con demoras y cancelaciones debido a falsas amenazas de bomba en las estaciones Once, Constitución, Lemos y Sáenz, informó la empresa Trenes Argentinos y Metrovías.

Durante la mañana, miles de usuarios sufrieron las demoras y cancelaciones en los trenes que unen a distintos puntos del conurbano con la Ciudad de Buenos Aires.

En la línea Roca afectó los andenes 2 y 3 de Constitución, y obligó a evacuar la estación. En el Sarmiento la amenaza llegó en la estación Once, mientras que en el Belgrano Sur llegó a la estación Sáenz.

Según confirmaron desde Trenes Argentinos a Clarín, las amenazas entraron a través de llamados anónimos al 911. Dos llegaron a las 7:30, contra las estaciones Once y Sáenz, mientras que una tercera ingresó 8:15 y estaba dirigida contra Constitución.

Personal de las brigadas de explosivos de la Policía de la Ciudad y Federal realizan operativos en las citadas estaciones para descartar la presencia de objetos explosivos.

Cabe recordar que este miércoles los servicios de trenes de las líneas Roca y Sarmiento sufrieron demoras y cancelaciones a raíz de amenazas de bomba, por lo que se trata del segundo día consecutivo con la misma dificultad.

En paralelo, dos escuelas porteñas también debieron ser evacuadas. Se trata del Instituto Argentino Excélsior en la calle Rivadavia al 6000, en el barrio porteño de Caballito, y en una escuela en el Instituto de Estudios Superiores de Buenos Aires (ESBA), en Presidente José Uriburu al 1045, en Recoleta.

Las amenazas a los establecimientos educativos llegaron desde llamados al 911, según indicaron fuentes de la fuerza de seguridad porteña, que se encuentran realizando operativos antibombas. Colaboran efectivos de la Policía Federal Argentina y de la Ciudad.

Demoras en las líneas Roca y Sarmiento por amenazas de bomba

08.11.2023

Los servicios de trenes de las líneas Roca y Sarmiento sufrieron demoras y cancelaciones esta mañana a raíz de amenazas de bomba. El primero de ellos circula limitado entre Constitución y Monte Grande por una amenaza de bomba en la estación de Ezeiza, mientras que la línea Sarmiento circula con demoras y cancelaciones por una amenaza de bomba en la estación Once.

“La línea de ferrocarriles Roca, en su ramal Ezeiza, se encuentra limitado entre Constitución y Monte Grande por una amenaza de bomba en la estación de Ezeiza”, precisó la empresa.

Por su parte, Trenes Argentinos indicó que “la línea Sarmiento circula con demoras y cancelaciones por una amenaza de bomba en la estación Once”.

Personal de las brigadas de explosivos de la Policía de la Ciudad y bonaerense realizan operativos en las citadas estaciones para descartar la presencia de objetos explosivos, por lo que la normalización de los servicios dependerá del tiempo que lleve revisar las estaciones y las formaciones que se encontraban al momento de las amenazas.

San Telmo: un museo fue cárcel de mujeres hasta mediados de los 70

07.11.2023

Por estos días se exhibe una muestra en el Museo Penitenciario Argentino en el barrio de San Telmo. Allí funcionó entre 1890 y 1974 la cárcel de mujeres regenteada por la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Buen Pastor. Ahí estuvieron detenidas las primeras legisladoras nacionales: 32 mujeres que ocuparon sus cargos entre 1951 y 1955, las primeras diputadas y senadoras nacionales, quienes terminaron sus mandatos en prisión.

Fueron detenidas por ser legisladoras “bajo las falaces acusaciones de traición a la patria y asociación ilícita”, señala a Página 12 Oscar González, el director del museo. El trabajo sobre el archivo criminalístico que conserva, con legajos históricos de todos los penales federales, permitió reconstruir el derrotero de las legisladoras detenidas en este mítico enclave penitenciario, cuyo nombre formal era Asilo Correccional de Mujeres. Aquí estuvieron detenidas desde Victoria Ocampo a “La Raulito”.

Hoy, el edificio que data de fines del XVIII, ya convertido en el Museo Penitenciario exhibe la muestra temporal titulada: “Del Congreso a la cárcel, legisladoras detenidas tras el golpe del 55”. Puede visitarse, junto al resto del museo, los domingos de 11 a 15 horas, en Humberto 1° 378. Y permite apreciar rasgos de una época donde comenzaba a ser institucional, y también criminalizada, la participación política femenina.

La reacción conservadora que buscó con el golpe del ’55 terminar con todo lo que fuese popular y peronista ordenó la cárcel para estas legisladoras. “Aunque no todas eran peronistas”, destaca González, abogado y periodista. Su gestión logró que el museo pueda mostrar no solo la historia del Sistema Penitenciario Federal, sino también la de “los reos”. Y en particular las historias de las detenidas.

Esta era entonces la única cárcel de mujeres en la Ciudad de Buenos Aires. Y dejó de ser un penal tras la fuga protagonizada por cuatro militantes de las juventudes armadas del ’70, retratada en “Operación Capeletti” (Planeta, 2023). El episodio narrado en esta investigación periodística por Fernanda Aren y Patricia Somoza ocurre en 1971. Pero la fuga Amanda Peralta, Ana María Solari, Marina Malamud y Ana Papiol, por un comando de cuatro organizaciones armadas –FAR, FAP, FAL y Montoneros— es de tan alto impacto que motivó la clausura del penal en 1974.

Entre las presas ilustres hay cuatro figuras destacadas y sus fotografías presiden una de las salas: Celia de la Serna de Guevara Lynch, o “la madre del Che” (detenida en 1963); Alicia Eguren de Cooke (en 1956 y 1958); Victoria Ocampo (en 1953); y la anarquista Salvadora Medina Onrubia (en 1931).

De Ocampo puede leerse en el libro de ingresos: “Prontuario 20104: Argentina, 63 años. Viuda, alfabeta, escritora, cabello canoso, ojos pardos”. Detenida del 8 de mayo al 2 de junio de 1953. Por desorden en la vía pública de carácter político, es decir: antiperonista. En las antípodas del perfil de Alicia Eguren, esposa de William Cooke y activa representante de la Resistencia Peronista.

Delia Degliuomini de Parodi, dos veces diputada, preside la muestra de las primeras legisladoras, cuya curaduría corresponde Graciela Fusco y Vivian Elem. “Parodi fue además quien dirigió la Fundación Eva Perón cuando Evita murió”, aporta González. Y fue detenida como las demás “por ser mujeres, activistas y peronistas, aunque había algunas de otros signos políticos”, aclara.

Luego del golpe de 1955 comenzaron a llegar detenidas las legisladoras. Acusadas de traición a la patria y asociación ilícita. “Dos motivos falaces”, apunta González. Traición a la patria es un delito “pero se torna operativo cuando hay enfrentamiento entre dos países, y se traiciona cuando se trabaja para otro país”, se explaya.

“Como para la Revolución Libertadora, la patria son ellos y los demás: la plebe; o como dice el Papa, los descartables, aplican esta acusación”, explica. Y sobre la asociación ilícita afirma que “nunca ejercer un cargo por mandato popular puede constituir una asociación ilícita. Esto es el lawfare del ’55. Y son las mismas acusaciones que pesan sobre Cristina”, repasa sobre Cristina Fernández de Kirchner.

En los años siguientes llegaron las presas de la Resistencia Peronista y luego las primeras detenidas de los movimientos juveniles setentistas. Hasta que cuatro internas “ligadas a la naciente actividad guerrillera considerada entonces subversiva, son rescatadas por un grupo comando”, detalla. “Es un hecho de sangre porque ahí muere Bruno Cambareri, integrante del grupo de asalto”, agrega. Y aunque las monjas resisten al operativo de rescate las presas logran fugarse en el episodio que narra “Operación Capeletti”.

Así termina el destino carcelario del edificio y su registro dramático bajo el ejido del Buen Pastor, la orden dedicada a la custodia de mujeres presas en América Latina. “Se cierra después de la fuga porque esto demuestra que las monjas ya no estaban en condiciones de controlar a las internas, que ya no eran las presas por robo, por hurto o por homicidio. Ya estaban hiperpolitizadas y muchas eran profesionales”, explica González.

“Que la primera camada de mujeres legisladoras de este país, no termina su período, o lo termine en la cárcel es algo que casi nadie conoce”, subraya González. Su gestión busca que el museo permita conocer la historia y “que sea participativo, que esté abierto a la comunidad y en contacto con la realidad, porque un museo no es un amontonamiento de cosas, es algo vivo”, explica mientras muestra objetos y documentos expuestos en los cuartos de clausura que luego fueron celdas y hoy salas de exhibición, en la planta baja del edificio.

“El éxito de las dictaduras le debe mucho a esa capacidad que tienen de cortar la memoria popular, interrumpen la transmisión del conocimiento. Pero este museo reivindica a las mujeres en general y a las políticas en particular, como segmentos represaliados, porque el Estado represalia a las disidencias, por ser lesbianas, por ser políticas”, enumera.

Aquí la historia cuenta que las presas políticas en los años ’30 eran anarquistas y comunistas. Del ‘47 al ‘55 fueron socialistas, comunistas y liberales. “Liberales gorilas”, añade González. Entre otras antiperonistas célebres estuvo también detenida Norah Borges (la hermana de Jorge Luis), junto con Victoria Ocampo. Fue durante el peronismo y por “alteración del orden público”.

Después del golpe del ’55 fueron detenidas aquí las diputadas y senadoras. Entre otras, Juanita Larrauri, Susana Correché de Novick, Ana Macri quien murió en 2020 a los 107 años, y Delia Parodi “por quien el salón rosado del Congreso, lleva su nombre”, repasa González.

Hay otras famosas de la ortodoxia peronista como María Hortensia “Lala” García Marín, gran impulsora del voto femenino fallecida en 2015. Y llegan luego las de la Resistencia Peronista como Alicia Eguren de Cooke “varias veces detenida aquí y llevada a la cárcel de Olmos”. A Olmos y a Devoto se trasladaba a “las presa bravas”.

La presidencia de Arturo Frondizi trajo a las presas del plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado) vinculadas a la actividad sindical. Y entre otras detenidas políticas estuvo aquí la hija del general Juan José Valle. “Susana Valle estuvo aquí tres veces detenida”, agrega González sobre la hija del militar fusilado en la cárcel de Las Heras en 1956 tras un intento de insurrección al gobierno de Aramburu. “Y su hija, la nieta de Valle, estuvo aquí cuando conmemoramos el episodio infausto de su fusilamiento”, recuerda.

En el Museo Penitenciario Argentino Antonio Ballvé, que fue el Asilo Correccional de Mujeres regenteado por las monjas de la orden francesa del Buen Pastor, hay objetos y documentos que retratan la historia carcelaria del siglo XX. Su valioso acervo documental atesora los itinerarios carcelarios de miles de detenidos: 16.000 legajos.

Guarda en particular las historias del Asilo de Mujeres, pero también de las cárceles federales del siglo XX, de Ushuaia a Salta. De los legajos de mujeres surgen datos comunes: entre las presas, que en su mayoría están por hurtos y robos, hay un gran porcentaje por homicidio o abortos provocados. Cada legajo es una Historia Criminológica. La de Elisa de Veltri, de 1937, indica que pasó tres años en prisión. “Trabaja de Obstétrica y Masajista”. Realizaba abortos. Su legajo dice de su “conducta durante la reclusión” que colabora, aunque no siempre.

En el lugar se instalaron los jesuitas que construyeron la Capilla de Belén y luego los claustros y un colegio. Paradójicamente sus primeros presos fueron los propios jesuitas: diez años detenidos por un conflicto con la corona española, hasta 1767. Esto le confirió un destino: se convirtió en cárcel de prostitutas y varones jóvenes hasta que en 1890 se transformó en el Correccional de Mujeres. “Porque a las mujeres había que corregirlas”, explica González. Debían ser “mejoradas, a través de la oración y el trabajo”.

La museología recupera objetos de sus pasados carcelarios, como las vestimentas. La de hombres, de rayas amarillas y negras. Las mujeres usaban vestido a cuadrillé blanco y negro. Y zapatos con guillermina, negros. Un desafío para presas como “La Raulito”: lesbiana, hincha de Boca, cada domingo protagonizaba algún desorden. En los ’60, que una mujer vistiera de varón infringía un edicto policial. “Y ella no quería usar el vestido de las internas. Incluso dominaba y se peleaba con las presas bravas”, relata González.

También hay utensilios para medir el tamaño de las cabezas, acorde a la teoría lombrosiana de la mujer delincuente. Hay boticarios que exhiben frascos de farmacia. Hay pupitres, para la escolaridad rudimentaria de un penal. Hay máquinas de coser y banquetas para armar alpargatas en la “zapatillería”. Hay partes de una imprenta: llegaron a publicarse dos periódicos en la cárcel de Las Heras.

Hay dos réplicas de celdas: del Cabildo -la cárcel de la ciudad hasta 1860- y de Caseros. Y la silla de fusilamiento donde fueron muertos el General Juan José Valle y Severino Di Giovanni, también es patrimonio de este museo.

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