“El espacio verde público es el único donde las clases sociales están borradas”

14.2.2016

Los vecinos de Parque Chacabuco le torcieron el brazo al PRO porteño e impidieron que se instalara un bar en el espacio verde. Dialogamos con Margarita Compañez, integrante de la asamblea del barrio, quien explicó cómo alcanzaron este logro que, según aclaró, aún no puede llamarse victoria.

En mayo de 2014, la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 4950, conocida como la “ley de bares”, que habilita a instalar estos negocios concesionados en espacios verdes públicos. Desde ese momento, varias agrupaciones de vecinos porteños comenzaron a reunirse para dar marcha atrás a esta norma.
Una de las asambleas que más peleó fue la de Parque Chacabuco, que ya había visto reducido la totalidad de su espacio verde de 20 a 8 hectáreas y que ya cuenta con un bar en su interior que depende del propio gobierno porteño.
“No queríamos ningún otro bar, sobre todo porque quita espacio verde y público. La gran noticia es que el Gobierno de la Ciudad, después de todo el trabajo de hormiguita de cada uno de los vecinos, en todas sus acciones, decidió dar de baja la licitación que era para la construcción de este nuevo bar en el Parque; este es un avance enorme, sabemos que es un paso gigante, avanzamos un montón pero estamos en alerta”, aseguró Margarita Compañez, integrante de la Asamblea del Parque Chacabuco.
En diálogo con La Retaguardia, Compañez explicó por qué habla de avance y no de victoria: “es un logro porque dar de baja una licitación es algo importante, no todos los días suceden estas cosas a nivel burocrático ni administrativo en instituciones del Estado; pero no es una victoria porque la Ley 4950 sigue vigente para todos los parques de superficies grandes. También puede ser que se implemente para parques chicos. Según la norma, en el Parque Chacabuco, por ejemplo, se pueden instalar hasta cinco bares por la superficie, entonces podemos decir que tenemos miedo de que se siga con otros bares porque la ley sigue vigente aunque dimos marcha atrás con la licitación del primer bar. En noviembre tuvimos una reunión con representantes del gobierno de la ciudad, de la comisión de Espacio Público, que realmente así como siempre decimos lo malo, tenemos que decir que esta reunión fue bastante buena. Nosotros venimos protestando contra la política y la gestión de este gobierno que está hace tantos años en la ciudad, pero esta reunión fue bastante amena, se abrió una puerta de diálogo, esto no quiere decir que sea una victoria 100%, pero es una pequeña puerta que ellos hayan dado marcha atrás. Vemos una posibilidad de poder seguir defendiendo al parque de tanto cemento, de tanta construcción y tanta pérdida de espacio verde”.
En el Parque ya existe un bar que es del gobierno porteño, pero según describió Compañez está abandonado: “tiene una concesión de un pseudo privado pero la verdad uno pasa y no da un servicio atractivo, por más que nosotros no estamos a favor de las cuestiones de mercantilización de espacios públicos, este espacio que es del Gobierno de la Ciudad y podría explotar no lo hace, pero quiere poner hasta cinco bares más”.
De todos modos, la integrante de la asamblea barrial destacó el “pequeño diálogo” que iniciaron con las autoridades: “esperamos poder seguir conversando y que en el parque no se instalen más cosas, porque tiene calles de cemento gigantes, cinco escuelas por más que todos defendemos la escuela pública, pero es como que el espacio verde público es atacado constantemente, es como que tienen la falta de concepto de que este espacio es de todos. Lo que nosotros decimos siempre es que el espacio verde público es el único que queda donde las clases sociales están borradas, porque puede ir cualquiera en cualquier momento y es libre. Cualquier cosa que sea la mercantilización y la privatización de estas tierras públicas estaría ya transgrediendo el concepto fundamental del espacio verde”.

Las hormiguitas

Los vecinos comenzaron a reunirse hace ya varios años, primero dentro de la agrupación “Queremos Buenos Aires”. "Fuimos a audiencias públicas donde rechazamos esta ley. Esto fue a nivel general, después como a los vecinos de Parque Chacabuco nos tocó este tema de la instalación del primer bar, los que pertenecíamos a ese lugar de encuentro nos empezamos a juntar y realmente ayudaron las redes sociales, los medios de comunicación que siempre agradecemos tanto los oficiales como los alternativos, y el hecho que estemos permanentemente todos los domingos llueva, truene, haga calor, frío, nunca suspendimos una asamblea los domingos. También esto de ir a la Legislatura, entregar notas, íbamos entre tres o cuatro veces por semana a conversar con todos los bloques sin distinción, hablamos con todos de nuestro problema. Algunos nos aceptaban y otros nos rechazaban, presentamos notas, que todos los vecinos los domingos firmen las notas para diferentes proyectos de ley. Hay uno que está hecho por Adrián Camps (del Partido Socialista Auténtico) en el que pide que se exceptúe al Parque Chacabuco de la ley de bares. De eso entregamos por mesa de entrada de la Legislatura alrededor de 3600 firmas para adherir a ese proyecto y ese es el trabajito de hormiga. También los domingos los vecinos vamos a volantear, con el megáfono informamos a la gente, ponemos carteles, ese es el trabajo de concientización. Fuimos a reuniones públicas que (Horacio Rodríguez) Larreta hacía por todos los barrios cuando todavía no era jefe de gobierno, nosotros nos presentábamos, íbamos como grupo contando nuestro problema. Cada cosa que veíamos y cada cosa que podíamos hacer de difusión y concientización la íbamos haciendo y logrando”.
Tal como lo vienen haciendo desde hace años, este domingo 14 de febrero, a las 11, la Asamblea de Parque Chacabuco volverá a reunirse, pero esta vez será especial: “en una de las esquinas del parque, en Asamblea y Emilio Mitre, vamos a hacer la asamblea como siempre pero con un festejo con los detalles de cómo fue este logro de la baja de la licitación. Están invitados todos los vecinos para que nos acompañen y sigamos adelante para ver cómo hacer que ese dinero que se iba a destinar al bar y va a seguir estando se destine a cosas más útiles, por ejemplo a parquizar el parque, a poner mejor las instalaciones que están bastante deterioradas”, explicó Margarita Compañez, orgullosa de la organización entre los vecinos que logró que se suspenda la instalación de un bar con concesión privada en medio de un espacio verde público. No obstante, deslizó que seguirán atentos para que el paso adelante sea victoria definitiva.

La vuelta de las topadoras

12.2.2016

Sin mostrar ninguna orden judicial y sin dar explicaciones, municipales y metropolitanos atacaron los puestos de la feria, se llevaron freezers, parrillas y muebles, maltrataron a los puesteros y demolieron los puestos.

Por Carlos Rodríguez

Para confirmar la idea de que el gobierno de Cambiemos propicia un pronto regreso a los años noventa, los vecinos del barrio Rodrigo Bueno, detrás de Puerto Madero, denunciaron un operativo al estilo del ex intendente menemista Jorge “Topadora” Domínguez. Los afectados son los propietarios de puestos de venta de comida que fueron destruidos a lo largo de la avenida España, en Costanera Sur, dejando sin fuente de ingresos a unas cien familias. Los testimonios recibidos por la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia Móvil (Atajo) son coincidentes en cuanto a señalar la violencia del operativo realizado por la Dirección General de Inspección de Uso del Espacio Público, con el aporte de la Policía Metropolitana. Las topadoras arrasaron con todo y los damnificados fueron maltratados, incluyendo el caso de una mujer embarazada.

Rosa, una mujer de nacionalidad peruana, dijo que cuando le avisaron del operativo, que se hizo a partir de las 6 de la mañana del jueves pasado, concurrió de inmediato a la parrilla de su propiedad y vio cómo subían a un camión el freezer que tenía en su negocio. Les pidió “por favor” que no se lo llevaran, pero le respondieron que había sido “decomisado” junto con “dos exhibidoras, una plancha, anafes, un mueble y una parrilla tambor”.

El procedimiento, según pudo determinar el equipo de Atajo que trabaja en Rodrigo Bueno, estuvo a cargo de Daniel Sbora, de la Dirección General de Inspección de Uso del Espacio Público del gobierno porteño, en colaboración con personal policial al mando de un subcomisionado de investigaciones de la Metropolitana de apellido Taborda. Cuando la mujer les pidió que le mostraran la “orden de allanamiento” emitida por alguna autoridad judicial, le respondieron que “la tenían, pero no se la iban a mostrar”, según consta en el acta labrada por María Constanza López, secretaria de Atajo, a la que tuvo acceso Página/12.

La denunciante, que está embarazada, sostuvo que los policías “la empujaron y no le dejaron sacar sus cosas”. Sólo le entregaron “un acta de secuestro” donde figuran los bienes que se llevaron. Relató, con visible angustia, que “le rompieron el puesto con una especie de topadora” sin escuchar sus reclamos dado que esa era “su fuente de trabajo” para darle de comer a sus siete hijos.

Julio César, de 42 años, oriundo de Bolivia, denunció a su vez que se llevaron todo de su puesto de comidas ubicado en España 1820. El hombre confirmó que vio cómo los policías metropolitanos “empujaban a una mujer de nombre Rosa, quien se encuentra embarazada”.

En lo personal, el hombre reportó que vio cómo rompían su puesto de comida “con una sierra” y que, a pesar de que actuó lo más rápido posible, sólo pudo rescatar del secuestro “una heladera, vajilla y una freidora”. Para finalizar, dijo que a su negocio “lo aplastaron con una especie de topadora”. Agregó que los que hicieron la destrucción fueron “trabajadores del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”. El acta de secuestro que le extendieron está firmada por Sebastián Calvo.

Yolanda Elvira, también de nacionalidad peruana, afirmó que cinco agentes de la Policía Metropolitana le dieron “20 minutos para sacar lo que tenía adentro porque le iban a derribar todo” su negocio. Ella se apresuró a sacar lo que pudo porque vio que “desde el fondo venían tirando y rompiendo los carros de los demás vecinos con una especie de topadora”.

Como a los otros vecinos, a ella no le presentaron “orden (judicial) alguna”. Le llevaron “la congeladora, dos cocinas, dos microondas, utensilios, sillas, mesas, dos garrafas (…) el puesto de madera, las maderas y las chapas, sin entregarle ningún acta de secuestro”.

Sostuvo que “nadie de la Dirección de Espacio Público le notificó cómo y dónde retirar los bienes que se llevaron”. La mujer testificó, además, que pudo presenciar cómo “terminaron de derribar los puestos de comida, 40 aproximadamente, dejando sin trabajo a 100 familias aproximadamente”.

Nereida Francisca, de 58 años, dijo que “siete agentes de la Policía Metropolitana, con una máquina parecida a una topadora” destruyeron su negocio “y se llevaron todo, sin manifestar nada”. Los bienes perdidos por ella son “una heladera exhibidora, un freezer, una cocina, ollas, utensilios varios, mercadería en general por un valor de 3000 pesos, una garrafa, una pava eléctrica, una licuadora, mesas, sillas, y el puesto con chapas y maderas” incluidas.

Sostuvo que el operativo, que había comenzado a las 6 de la mañana, se extendió hasta después del mediodía. Al referirse a su situación personal, luego de perder su única fuente laborar, afirmó que “se agrava en este momento (…) ya que es paciente oncológica, dado que padece cáncer de útero”. A ella nunca le habían notificado de la posibilidad de semejante operativo y tampoco le entregaron acta de secuestro alguna.

En la información a la que tuvo acceso este diario, se puso de relieve que “en algunos casos, los bienes secuestrados fueron dañados durante la ejecución del operativo”, lo que abre un interrogante sobre en qué condiciones se los van a reintegrar, si es que eso ocurre finalmente. En algunas de las actas de secuestro entregadas a los damnificados no hay datos precisos sobre los bienes que se llevaron, dato que agrega más incertidumbre para los damnificados.

Unión Docentes Argentinos: “Corre riesgo el inicio de clases en CABA”

13.2.2016

El Secretario Adjunto de la UDA Seccional Capital Federal, Gustavo Frutto, manifestó la “profunda preocupación” de esta entidad porque “a dos semanas del comienzo de clases la cartera educativa del gobierno porteño aún no ha realizado una propuesta salarial consistente y cercana a las necesidades reales de la docencia”.

El dirigente expresó que “la anterior propuesta fue rechazada de plano en la mesa de negociación por ser insuficiente” y agregó: “esperamos que haya definiciones en la reunión convocada para el martes ya que la dilación por parte del Gobierno de la Ciudad en realizar una oferta acorde pone aún más en riesgo el inicio del ciclo lectivo”.

Puerta Abierta: el primer centro de jubilados LGBT de Argentina

28.1.2016

El espacio, ubicado en el barrio porteño de San Cristóbal, funciona como lugar de encuentro de hombres y mujeres que conversan, acompañados por psicólogos, y organizan actividades como viajes, talleres de teatro, cine debate, bailes y festejos de cumpleaños. Su presidenta, Norma Castillo, expresó que “es una forma de visibilizar nuestro orgullo por la elección de vida que nos hace felices”.

Norma Castillo es la presidenta del primer centro de jubilados para lesbianas, gays, bisexuales y trans (LGBT) de Argentina y probablemente del mundo. “Ojalá llegue el día en que podamos ir a cualquier centro de jubilados y no sentirnos como si fuéramos raras. El centro Puerta Abierta es una forma de visibilizar nuestro orgullo por la elección de vida que nos hace felices, donde podemos compartir nuestras experiencias y sentir que no somos las únicas a las que les pasa. Somos como una familia”, dijo a Infojus Noticias Norma.

Puerta Abierta es un espacio cultural que funciona hace 16 años, en el barrio porteño de San Cristóbal, y desde hace seis que también sirve como lugar de encuentro para el centro de jubilados. Norma explicó que “el espacio está abierto a todas las personas, aunque se aclara lo de la diversidad sexual porque no está culturalmente implícito”. En Argentina, hay unas seis millones de personas jubiladas y pensionadas, según estadísticas oficiales de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

En el centro de jubilados LGBT se reúne todas las semanas un grupo de mujeres y uno de hombres y charlan. Los acompañan especialistas en psicología. “A los viejos nos sacan la sexualidad y esto de decir ‘soy mayor, tengo nietos y además la paso bien acompañada’, es relativamente nuevo. Yo tengo 73 años y como la mayoría de los que vienen a Puerta Abierta tuve un pasado hetero y formé una familia, pero un día me animé a decir lo que me pasaba. Somos de una generación que creció con la idea de que era un horror ver a un hombre con otro hombre, que era algo que se debía castigar. Y sacarte de la cabeza esos prejuicios tan instalados no es fácil, pero hacerlo acompañados es mejor”, dijo Norma.

Puerta Abierta tuvo una presencia fuerte durante la campaña por la ley de Matrimonio Igualitario (26.618), aprobada en 2010. Además de las reuniones semanales, en los encuentros organizan  otras actividades como viajes, talleres de teatro, cine debate, bailes y festejos de cumpleaños.

 

Norma y Cachita

 

Norma empezó a salir con Ramona “Cachita” Arévalo hace 35 años y, apenas sancionada la ley de Matrimonio Igualitario, se casaron. Antes, con la ley de Unión Civil en la Ciudad de Buenos Aires, ya se habían unido en los papeles. “Cuando la conocí a Norma yo también tenía 37 años. Entonces nos dimos cuenta que estábamos enamoradas, aunque no sabíamos cuánto iba a durar”, dijo Cachita en el living de su casa, que tiene en las repisas y las paredes huellas de amor a través del tiempo: fotos de la fiesta del casamiento, de vacaciones y con amigos.

En 2015, Norma fue nombrada “Personalidad Destacada de los Derechos Humanos” por la Legislatura porteña. Al agradecer el reconocimiento, mirando a Cachita en primera fila, llamó a involucrarse con la visibilización: “Tenemos que buscar la libertad, el vivir bien. Y vivir bien significa hacer el bien a tu alrededor y compartirlo con los demás. Y sentirte que sos una persona, como nos sentimos cuando pudimos casarnos. Nosotras estuvimos juntas y enamoradas durante treinta años. ¿Por qué eso va a ser algo malo?”.

El grupo de mujeres se reúne en Puerta Abierta los martes y el de hombres los miércoles, de 20 a 21.30. La dirección es Alberti 1052.

Corre peligro la construcción del Monumento a la Mujer Originaria

27.1.2016

Por Natalia Arenas

Es un proyecto multisectorial y totalmente solidario que se construye gracias a la donación de cerca de 200 mil llaves recolectadas a lo largo de todo el país. El conflicto se desató por el lugar físico donde se está elaborando la estatua: el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex ESMA)

De poder concluirse, el monumento será una imponente estatua de bronce de 10 metros de altura de una mujer de los Pueblos Originarios. Una mujer bella, sabia. Una mujer de 80 años, porque así lo quisieron las cientos, miles de representantes de las distintas comunidades indígenas que aceptaron este imponente homenaje y colaboraron con el proyecto.

Una, cinco, cien, miles de cientos de llaves recolectadas, acercadas, enviadas, donadas desde las 23 provincias argentinas están abriendo la puerta a esta obra monumental que pretende erguirse en algún lugar de la Ciudad de Buenos Aires. De poder concluirse, claro.

Andrés Zerneri es el artista plástico que se puso al hombro este proyecto. Corría el 2008 y en Rosario, en la inauguración del monumento a Ernesto "Che" Guevara –ese gigante que se eleva en la plaza homónima-, Osvaldo Bayer le sugirió a Zerneri realizar un homenaje a los Pueblos Originarios con el mismo sistema de donación de llaves. Porque el monumento al Che se hizo así: con la donación de 75 mil llaves, lo que equivale a tres toneladas de bronce.

Más ambiciosa aún que la que dio como resultado la estatua de Guevara, esta iniciativa se propuso juntar 10 toneladas de bronce y construir, así, el Monumento a la Mujer Originaria.

Desde entonces, y a fuerza de recorrer provincias, localidades y pueblos, el Movimiento Memoria y Organización (MMO) –la asociación civil que se armó a propósito de este proyecto- logró juntar nueve toneladas de bronce: el 95 por ciento del necesario. Vecinos, artistas, políticos, referentes de movimientos sociales, escuelas, sindicatos, instituciones varias donaron las llaves.
En 2011, el Espacio Memoria y Derechos Humanos, que funciona en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), le cedió a la MMO un lugar para que allí se construya el monumento.
Con el cambio de gobierno, sin embargo, las malas noticias llegaron: de manera intempestiva, aunque no oficial, el nuevo secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, le dijo a Zerneri que deberá abandonar ese espacio.

"Por la rápida lectura que (el secretario de Derechos Humanos) hizo, creo que lo han asesorado mal", le dijo Zerneri a DiarioPopular.com.ar. El artista detalló que fue "un pedido expreso y personal", como si el beneficiario de la obra fuera él mismo. "Como si fuera mi atelier", expresó.

Sin embargo, la postura de la MMO es firme: "No nos vamos a ir hasta no terminar con la escultura que nos encomendaron todas las personas que nos donaron las llaves".

"El MMO no es sólo una escultura o un homenaje a los Pueblos Originarios, es una expresión política que se manifiesta desde el arte y un apoyo a los más de 500 años de resistencia indígena", aseguraron, en un comunicado, donde destacaron que "nunca" pidieron "subsidios ni contratos laborales, sólo un lugar para hacer la escultura en bronce más grande de la Argentina, la cual será donada a la Ciudad de Buenos Aires".

Para Zerneri, esta decisión de desalojarlos de la Ex ESMA está relacionada con "esta postura de desarticular proyectos o iniciativas en las que se ha avanzado en términos de derechos humanos". Al ser consultado sobre si hay una persecución ideológica detrás, el artista fue categórico: "No. Yo le he dado al gobierno saliente (de Cristina Fernández de Kirchner) algunos dolores de cabeza por mi compromiso con los derechos humanos de los Pueblos Originarios".

Sin embargo, el escultor sí cree que la "personalización" puede estar relacionada con su pasado más reciente: Zerneri es el creador del monumento a Juana Azurduy, que tanta polémica generó por reemplazar al de Cristóbal Colón, justo detrás de la Casa Rosada. Por aquel entonces, el artista había expresado su deseo de que la escultura de Azurduy "trascienda a los gobiernos". "Defendí mucho la construcción de ese monumento", recuerda hoy.

Luego de conversar con Zerneri, Diario Popular se comunicó con el área de Prensa de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, para obtener la versión del funcionario en cuestión. Pero no obtuvo respuesta.

"A nosotros nos gustaría que, lejos de pedirnos que nos vayamos, nos apoyen", manifestó el escultor. "Sería bueno que nos contemplen en esta iniciativa del Gobierno nacional de inclusión de los Pueblos Originarios en lo que tiene que ver con defensa de los derechos humanos", concluyó.

 

Reproducimos convocatoria:

“Desde hace poco más de un mes, cada día nos enteramos de una nueva noticia: 100 despidos, reprimen una protesta, recortan presupuesto en áreas claves, se modifican leyes votadas mediante decretos, se designan jueces y autoridades antidemocráticamente, se beneficia a quienes tienen más poder.
Y a veces ni nos enteramos, salvo buscando, conversando y encontrándonos, porque en muchos medios nos chocamos con un coro de alegría. La indignación crece y buscamos una forma de decir basta. De expresar que estos cambios no representan la voluntad de nuestro pueblo. Además, sabemos que el silencio y la inacción puede ser usado como que se valida lo que pasa. Entonces hoy queremos invitarte a alzar esa voz, para decir que no cuenten con nosotras y nosotros.
Y se lo decimos al responsable, a Macri. No queremos más despidos, más represión, más ajuste y el gobierno del decretazo, Macri. Y entonces lo vamos a decir claro, sencillo y contundente. Paso un mes y unos días, pero ya es suficiente: ¡Macri… pará la mano!”.

Usted es el visitante N°