23.8.2023
Natalia Daniel, profesora de nivel primario y candidata a secretaria de salud de UTE por la lista Púrpura-Verde-Granate, de cara a las elecciones de octubre de la Unión de Trabajadores de la Educación.
¿Qué detalles podés dar de la lista que presentaron para las elecciones de UTE en la Ciudad de Buenos Aires?
Natalia Daniel: Este miércoles presentamos la lista de unidad entre la CTE y la Granate, la lista Púrpura-Verde-Granate, con 1.700 avales que logramos llevar de compañeres de nuestras escuelas y programas. La verdad es que, ante el panorama que se viene, necesitamos un sindicato fuerte, que dé la pelea y que logre frenar los ataques a los que nos enfrenta el gobierno de la ciudad hace muchos años. El sindicato es nuestra herramienta para dar la pelea, y sabemos que se viene fulero. Nuestra situación es, por donde la miremos, avasallante. Entonces necesitamos que nuestra herramienta de lucha nos acompañe para frenar estos ataques con los que van avanzando cada vez más sobre todos nuestros derechos y los de los estudiantes.
Hay muchos gremios en la Ciudad de Buenos Aires que representan a los trabajadores de la educación. Lo que me parece que está faltando es una unidad para poder ir en contra de las políticas de Acuña ¿Te parece acertada mi aclaración?
N.D: Sí, totalmente. En este tiempo, hemos construido acuerdos entre la Granate y la CTE, por un lado, respecto a la caracterización de lo que se viene y la necesidad de construir de conjunto, y, por otro lado, hemos construido acuerdos respecto a lo que necesitamos del sindicato. Necesitamos un sindicato participativo, democrático, que le dé lugar a las minorías, que sea las escuelas y que construya organización para enfrentar al gobierno de la ciudad.
Muchos padres y madres manifestaron un cansancio por los paros docentes ¿Crees que si hubiera diálogo con el Gobierno de la Ciudad y se puedan alcanzar consensos los paros no serían tan asiduos? ¿Qué opinión tenés al respecto?
N.D: Totalmente. Yo vivo muy cerca del Huergo, que estuvo por semanas lleno de carteles respecto a las ratas, y participamos de distintas movilizaciones que se hacían para visibilizarlo. El paro es nuestra herramienta, es cierto. Por supuesto que no podemos hacer abuso de ella, pero, si nuestras condiciones no están garantizadas, necesitamos exigirlo de algún modo ante el gobierno, ante la sociedad, y necesitamos decir basta. Siempre intentando que sean paros fuertes, paros legítimos, conversando con las familias para poder explicarles por qué pensamos que esa medida es necesaria. El gobierno de la ciudad se encarga mucho de hablar de que cada día cuenta. Y nosotros lo venimos pensando de otra manera. No es que cada día no cuente, y es importante que vayamos todos los días a la escuela, pero lo que importa es lo que pasa en la escuela esos días que vamos, que construimos conocimiento. No es solo cuestión de que estemos adentro, ante cualquier condición.
Recordemos lo que fue marzo, sepamos lo que es estar un día como el viernes o el jueves, con esa lluvia terrible. Necesitamos condiciones que nos permitan estudiar y aprender de la mejor manera posible. Ahora en las aulas, por ejemplo, tenemos un nivel de sobrecarga administrativa, y además por cuestiones salariales de amplio conocimiento, trabajamos dos turnos, tres turnos, lo que impide hacer la mejor versión pedagógica de nuestro trabajo, porque un docente o una docente que no tiene tiempo para pensar su práctica, para discutir con otres, bueno, no es la misma docencia, no tiene detrás el pensamiento respecto a la práctica que necesitamos para hacer nuestra mejor versión posible.
Las elecciones pasadas dejaron a Milei como ganador con un 30% de los votos ¿Qué opinión tenés sobre sus propuestas para la educación?
N.D: No está tan claro el panorama, pero sabemos que tiene que ver con la mercantilización y la privatización de la educación. Acá tenemos una educación pública a la que defendemos y hacemos todos los días, y del otro lado tenemos este personaje que viene a tirar por tierra todos los derechos que hemos conquistado en relación con la educación y con todas las otras áreas de la vida. Entiendo que tiene que ver con ideas ya de más de 20 años atrás, y Friedman en Estados Unidos, y esta lógica de poner a las escuelas a competir a ver cuál es la que tiene una mejor puntuación en función de anda a saber qué variables y entonces es la elegida. En las escuelas no vamos a competir a ver quién saca más puntaje en un examen, vamos a construir conocimiento, a formar sujetos críticos para que puedan participar activamente de esta sociedad. Y vale aclarar que las escuelas hoy no son lo que queremos que sean. No es que no tenemos conflictos. No es que todo funcione espectacular.
Tenemos un montón de cosas por resolver y preguntas por hacernos respecto a la enseñanza, respecto a nuestras condiciones de trabajo. Estos políticos de derecha identifican problemas reales, pero las respuestas que nos devuelven o las políticas que nos devuelven, nos llevan a lugares aún peor de donde ya nos encontrábamos. Parte de pensar la participación en el sindicato tiene que ver también con lo propositivo, con no estar siempre a la espera de los ataques para defendernos, sino también con plantear cuáles queremos que sean las condiciones. Invertir el orden.