30.8.2014
Desde el Frente Popular Darío Santillán denunciamos una vez más el ensañamiento y la violencia contra los pobres por parte de la Policía Metropolitana y el Gobierno de la Ciudad. A partir de un enfrentamiento entre mafias organizadas y los policías que custodiaban el predio desalojado el sábado 23 de agosto pasado, el gobierno porteño aprovechó para terminar de desalojar definitivamente el lugar y llevándose detenidos a inocentes, entre ellos el vecino César Fabián García. Reclamamos la libertad inmediata de todos los detenidos que nada tienen que ver con el crimen organizado.
Seguimos exigiendo urbanización de la Villa 20 y soluciones para todos los desalojados del Barrio Papa Francisco y decimos: para acabar con las mafias del narcotráfico hay que terminar con una realidad inocultable: las fuerzas de seguridad, ya sea Metropolitana, Federal, Gendarmería, Prefectura o policías provinciales, son parte activa de los delitos que dicen combatir. Exigimos que se investigue el accionar violento de la Metropolitana.
El tiroteo se produjo alrededor de las 22 hs del día viernes 29 de agosto. El operativo se realizó en plena madrugada del sábado. El desalojo y las detenciones se realizaron con una violencia descontrolada. No hubo ninguna presencia civil. Otra vez, las topadoras contra las humildes viviendas que los ocupantes habían podido levantar. No hubo ningún tipo de asistencia ni resguardo por parte del Estado para las familias desplazadas, que no pudieron más que ver desde un costado como las topadoras se llevaban lo poco que tenían. Esto se suma a que las familias desalojados en la última oportunidad que fueron ubicadas en paradores denuncian malos tratos y pésimas condiciones de alojamiento.
En el desalojo anterior ninguno de los detenidos tenía que ver con el asesinato de la Melina López. Esta vez la historia se repite: las personas detenidas nada tienen que ver con el tiroteo previo. Uno de los detenidos, César Fabián García, ni siquiera participaba de la toma. Vive en la Manzana 30 de la Villa 20, en una casilla lindera al predio tomado, junto su mujer y sus cinco hijos. Al escuchar las corridas y los tiros salió de su casa. Salió con los brazos en alto, solicitando a los policías que dejen de disparar ya que temía por la integridad de sus hijos. Se encontró con un pelotón de la Metropolitana que lo detuvo sin que César se resistiera. Lo pusieron boca abajo en el piso, le pegaron culatazos y patadas en el cuerpo y en la cabeza. Luego, la Policía ingresó en su casa sin contar con orden de allanamiento, apuntando con armas largas a todos los presentes, inclusive a los hijos de César. Los chicos tienen entre 6 meses y 11 años. El más chico sufre asma. El perro de la familia recibió tres perdigonazos. Los chicos todavía no pueden dormir ya que quedaron muy asustados. .
Al menos otros dos vecinos quedaron también detenidos. Están detenidos en la comisaría de la Metropolitana en la Comuna 4, bajo las órdenes del Juzgado de Instrucción N° 17 a cargo del Dr. Javier Ríos, Secretaría N° 153 a cargo del Dr. Pablo Cina. El juzgado no respondió a los llamados de los abogados de Liberpueblo, que se hicieron cargo de la defensa de César. Además de Liberpueblo, otros organismos de derechos humanos, como la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza y el Centro de Estudios Legales y Sociales se solidarizaron ante este nuevo atropello. El legislador Marcelo Ramal (PO-FIT) se hizo presente en la comisaría, junto a los familiares de César, a integrantes de nuestra organización y de Liberpueblo. Martín Hourest (GEN), Rocío Sánchez Andía (CC), Gustavo Vera (Bien Común) también actuaron en resguardo de la integridad de los detenidos.
Aprovechando el cima xenófobo y represivo instalado por el secretario de Seguridad de Nación, Sergio Berni, las autoridades del gobierno macrista golpearon una vez más a los más pobres. En lugar de realizar una investigación eficiente y desmantelar a los traficantes que se aprovechan de los vecinos humildes, eligieron apañarlos con un operativo mediático destinado sólo a conformar a quienes piden “mano dura” y se sienten cómodos criminalizando a los pobres. Es preciso señalar que los vendedores de droga que se hacen presentes en las villas cuentan con protección policial. Y que los jefes de estos grupos no viven en ningún barrio postergado: habría que allanar los lujosos countries y zonas como las de Puerto Madero para detener a los peces gordos: No es en las villas donde deben buscarse a los grandes narcotraficantes. Para que los delincuentes no se enquisten también en las villas, es urgente la urbanización y la provisión de servicios básicos. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad apañadas por el poder político de la ciudad y de la nación seguirán descargando su violencia contra los más pobres, como en los casos de en la Villa 20 y Villa 21. El 7 de agosto pasado, Jonathan Mareco y Brian Ayaviri, de 17 y 19 años fueron ejecutados por la PFA en la Villa 20. Cuando las familias y vecinos salieron a protestar fueron reprimidas por la Gendarmería. El viernes 22 de agosto, quienes sufrieron de la violencia de la PFA fueron los vecinos de la Villa 21. Sergio Gabriel Vaca y su hermano Mario fueron ejecutados por dos policías de civil.
BASTA DE CRIMINALIZAR LA POBREZA
BASTA DE DESALOJOS Y REPRESIÓN
URBANIZACIÓN CON RADICACIÓN Y PLAN INTEGRAL DE VIVIENDA
LIBERTAD INMEDIATA DE CESAR FABIÁN GARCÍA Y TODOS LOS DETENIDOS INJUSTAMENTE DURANTE EL DESALOJO