La urbanización de Larreta es una fachada

17.8.2023

Se conocieron decenas de denuncias de vecinos que perdieron muchas de sus pertenencias por la falta de una urbanización real. Dada las fuertes lluvias que se registraron hubo inundaciones en toda la Ciudad y los barrios carenciados quedaron muy golpeados.

Las y los vecinos de la Villa 31 se encuentran juntando donaciones por la enorme inundación que sufrió el barrio. Llegan decenas de denuncias contando que perdieron muchas de sus pertenencias por las fuertes lluvias. Hacen responsable al gobierno de Larreta y exigen una real urbanización inmediatamente. Dada las fuertes lluvias que se registraron durante la madrugada y la mañana de este jueves, hubo inundaciones en toda la Ciudad por falta de infraestructura como en las escuelas y en las líneas de subte, pero también terminaron bajo el agua, los barrios más carenciados, asi no se puede vivir.
En el barrio Villa 31, las calles y pasajes permanecen intransitables. La población del lugar se manifestó a través de las redes: “Se priorizó millones para el marketing de la campaña electoral. Esto muestra el fracaso de la urbanización del gobierno de Larreta al que hacemos responsable. Las obras, tanto de infraestructura, como de mejoramientos alcanzaron las fachadas de los bordes del barrio. Las y los vecinos no tienen ningún poder de decisión en las prioridades del proyecto de urbanización”.
Referentes del PTS, en el Frente de Izquierda, la legisladora Alejandrina Barry y Patricio del Corro, se manifestaron a través de sus redes. Mientras juntan donaciones en el local partidario del barrio. “La solidaridad es la primera forma de enfrentar el individualismo que quieren imponernos y la urbanización es la herramienta para que el barrio sea un lugar digno de ser vivido” nos decían los vecinos.
Las y los vecinos de la Villa 31 también expresaron que, “los problemas de humedad y filtraciones hacen que las condiciones habitacionales impacten directamente en la salud, cuando en el barrio, la salita permanece cerrada hace meses”. Se necesita con urgencia una urbanización real, apertura de Centros de Salud y presupuesto de emergencia habitacional para todos los barrios carenciados.
Las donaciones se reciben en:
Villa 31: Yacaré 670.
Centro: Alsina 975.
Ciudad Universitaria: FADU y Exactas.
Sociales: Santiago del Estero 10249.
Derecho: Av. Figueroa Alcorta 2263.

La Policía de la Ciudad ya es más letal que la Bonaerense: mata a unas 23 personas desarmadas por año

17.8.2023

Por Martín Suárez

Son datos de la CORREPI. Desde enero de 2017, cuando se creó, acumula 139 asesinatos personas desarmadas desde 2017. La de Molares fue la primera en una protesta social.

Si bien nació en 2017, la Policía de la Ciudad no resultó una fuerza de seguridad nueva que vino “a cambiarle la cara” al sector, como la definió el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta. De hecho, en solo 6 años se transformó en la más represiva y denunciada en todo el país. La sentencia a efectivos por el asesinato de Lucas González, semanas atrás, y la muerte de Facundo Molares tras la represión en el Obelisco, son los últimos episodios de una tendencia que se consolida y que llega al punto de que, según las cifras, la Policía de la Ciudad ya es más letal que la Bonaerense.
De acuerdo a un relevamiento realizado por la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), la policía porteña «lleva asesinadas al menos 139 personas desarmadas entre el 1° de enero de 2017 y diciembre de 2022». Un promedio de 23 por año. De esos 139 asesinatos efectuados por efectivos de la fuerza porteña, 93 fueron realizados en la provincia de Buenos Aires (casi el 67%), uno en la provincia de Chaco y 45 en la Ciudad de Buenos Aires (32,3% del total).
“Los números no mienten y muestran que casi el 70% del total de muertes de personas desarmadas en manos de la Policía de la Ciudad ocurrieron fuera del distrito, todas asesinadas con el arma reglamentaria. Usaron su arma cuando ya no se encontraban dentro del horario de servicio o cuando estaban de civil”, explica a Tiempo María del Carmen Verdú, titular de la CORREPI.
De total de muertes, 119 fueron fusilamientos de gatillo fácil, el resto son asesinatos en lugares de detención. “A eso se sumó esta semana su primera muerte en la represión a la protesta (había de la policía metropolitana, los tres del Indoamericano en 2010, pero no de la actual Policía de la Ciudad); aunque todavía no tenemos relevado todos los casos que hubo en lo que va de 2023, que estarán a fin de año”, aclara Verdú.
Y agrega: “desde la CORREPI hace años venimos reclamando la prohibición del uso del arma reglamentaria fuera del horario de servicio. En todos estos años el Gobierno de la Ciudad es responsable, su jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, es responsable”.

La más letal

De los 172 casos de gatillo fácil ocurridos desde el 10 de diciembre de 2019 y hasta el 31 de diciembre de 2022 en CABA y Provincia, 63 fueron cometidos por la policía porteña, y 109 por efectivos de la Bonaerense. «Pero hay que tener un dato en cuenta: la Policía de la Ciudad tiene poco más de 25.000 efectivos, mientras que su par provincial supera holgadamente los 100.000«.
La Bonaerense es responsable del 63,3% del total de fusilamientos, mientras la Policía de la Ciudad, con la cuarta parte de efectivos, cometió el 36,7%. “Estos números dejan en evidencia que la Policía de Larreta es más letal que la Bonaerense –añade Verdú. Hay que tener mucho énfasis represivo para ganarle en tan poco tiempo a ‘la maldita policía’«.
“Como legisladores exigimos se nos informe sobre el accionar policial y de la asistencia médica bajo la cual se produjo la muerte –reclama el diputado porteño Matías Barroetaveña (FdT)–. Lamentamos la reacción en tono de campaña del jefe de gobierno respaldando este accionar y afirmado diagnósticos”.
Hay más. En el último año, hubo casi 100 denuncias por hechos de violencia institucional por parte de la Policía de la Ciudad. Así lo refleja el Mapa de la Policía, una iniciativa impulsada por la diputada porteña Ofelia Fernández en base a denuncias de vecinos y vecinas de las comunas que surgió en agosto de 2022 y que tuvo como respuesta oficial el intento de bajar la web y eliminar su base de datos. Solo en el primer mes ya tenía 45 testimonios de abusos policiales.

La jueza Servini pidió separar la elección nacional de la distrital en CABA

17.8.2023

La magistrada continúa con la investigación sobre las irregularidades del voto electrónico en la Ciudad de Buenos Aires.

La jueza federal con competencia electoral en la ciudad de Buenos Aires, María Servini, pedirá a la Cámara Nacional Electoral que el próximo 22 de octubre se voten de manera separada o en fechas diferentes las candidaturas locales de las nacionales.
Según confirmaron fuentes judiciales, la magistrada reveló que prepara un escrito que enviará al máximo tribunal electoral del país a raíz de los inconvenientes que hubo con el voto electrónico el domingo último, en el marco de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del distrito, que se desarrollaron en forma concurrente con las nacionales.
Para ello, la jueza trabaja por estas horas en la recopilación de informes sobre unas 250 máquinas que reportaron problemas, enviados por delegados de la Justicia electoral en las mesas de votación.
En la presentación, la magistrada con competencia electoral en el distrito aludirá al contenido de dos denuncias penales que presentó en los tribunales federales de Comodoro Py 2002 por averiguación de delito, vinculadas a estos hechos.
En estos días se realiza el escrutinio definitivo de las PASO para autoridades locales y nacionales de manera separada.
Según precisaron las fuentes, Servini solicitará que el próximo 22 de octubre se vote en lugares separados para la instancia nacional y para la porteña, de manera que, si se producen problemas con las máquinas para el voto electrónico, eso no demore o impida a los electores emitir su sufragio para las autoridades nacionales con boleta de papel.
Si esto no es posible, planteará de manera subsidiaria que los comicios sean en días diferentes.
Para las PASO se implementó el llamado voto concurrente por parte del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y los electores tuvieron que sufragar en el mismo acto con los dos sistemas distintos.
Pero hubo demoras en la puesta en marcha de las máquinas, inconvenientes con su funcionamiento, largas esperas y muchos votantes se retiraron sin emitir su sufragio.
Servini redactará el escrito durante esta semana y se prevé que lo presente este viernes o el martes próximo
La fiscalía electoral de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de Ramiro González, recibió 22 denuncias puntuales referidas al voto electrónico para las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, del distrito.
De ese total, 15 reportaron “problemas por mal funcionamiento de las máquinas”, cinco “impedimento para el voto por parte de autoridades de mesa” y dos por “cuestionamiento al anonimato”.
En este último caso se trata de una posible violación al artículo 141 del Código Nacional Electoral, en relación a que el voto electrónico no garantizaría el secreto necesario para emitir el sufragio.
El domingo último, durante la jornada electoral en CABA, Servini había advertido sobre el mal funcionamiento de las máquinas en un oficio enviado la Cámara Nacional Electoral.
“El gran problema fue la empresa y los técnicos de las máquinas”, dijo el domingo a la noche en diálogo con Télam, en una transmisión especial por las elecciones.
A estas denuncias se sumó la presentada por la Fundación por la Paz y el Cambio Climático, que recayó en el juzgado federal 6, contra la firma “Magic Software Argentina”, y el Instituto de Gestión Electoral de CABA y sus responsables.
“Magic Software Argentina y los funcionarios tendrían que haber previsto que estas graves circunstancias, su negligencia, ‘dejó a ciento de miles de ciudadanos’ con imposibilidad cierta de emitir su voto, y posibilitó el fraude electoral”, sostuvo la denuncia, que aludió a un posible “fraude electoral por negligencia”.
“Resulta preocupante el grado de improvisación” en el manejo de las máquinas de votación electrónica para votar precandidatos a jefe de Gobierno porteño y a cargos locales en el marco de las PASO, cuestionó Servini el domingo.
Su reclamo recibió luego el respaldo de la Cámara Nacional Electoral (CNE), que avaló la decisión de indicar al electorado que vote sólo cargos nacionales con boleta de papel en aquellos casos en que no funcionara la máquina para sufragar por los cargos de CABA.
Los inconvenientes derivaron en la extensión del horario de votación hasta las 19.30 en algunas escuelas en las que a las 18 había electores aguardando afuera tras registrarse problemas con las máquinas de votación.
Entre las irregularidades que mencionó la magistrada, estuvo la coexistencia en el cuarto oscuro de dos votantes, uno para sufragar autoridades nacionales con boletas de papel y otro en la máquina para el voto porteño
También se labraron actas ante la ausencia de técnicos para revisar y reparar las máquinas que presentaron inconvenientes.
“Resulta preocupante el grado de improvisación con que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral” de CABA, advirtió la jueza en esa oportunidad.

Radiografía de la Policía de la Ciudad

12.8.2023

Por Adriana Meyer

La joven Policía de la Ciudad, fuerza de choque de los gobiernos de Juntos por el Cambio que acaba de cobrarse la vida del militante popular Facundo Molares Schoenfeld, llegó a ser más letal que la denominada “Maldita” Policía bonaerense. “En seis años y medio, la Policía de la Ciudad superó a la bonaerense en materia de gatillo fácil; entre el 10 de diciembre de 2019 y el 31 de diciembre de 2022, la Policía de la Ciudad fusiló 63 personas y la Policía Bonaerense 109”, explica la abogada María del Carmen Verdú, de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). “Pero –advierte– la Policía de la Ciudad tiene poco más de 25.000 efectivos, mientras que su par provincial supera holgadamente los 100.000. Es decir, con una dotación cuatro veces menor, la Policía de la Ciudad cometió casi el 37% del total de fusilamientos de ambas fuerzas”. La organización que integra Verdú sistematiza cada año desde 1996 las muertes ocurridas a manos del aparato represivo del Estado.

La historia

El macrismo, que gobierna la Ciudad de Buenos Aires desde hace 16 años, tuvo la oportunidad de crear una fuerza desde cero, pero no le importó hacerla sin los defectos de fábrica de las anteriores. La antecesora de la Policía de la Ciudad fue la Metropolitana que, a poco de su creación en 2008, protagonizó feroces represiones en la Villa 31, la Sala Alberdi, el Hospital Borda y el Parque Indoamericano, además de ataques a la prensa. En el caso del Indoamericano –en 2010, cuando Rossemary Chura Puña y Bernardo Salgueiro fueron asesinados en un operativo de fuerzas de seguridad de la Ciudad y la Policía Federal Argentina–, el jefe de la fuerza policial porteña era el actual ministro de Seguridad Eugenio Burzaco, emblema de la mano dura con su defensa de las Taser y como asesor del exgobernador de Neuquén Jorge Sobisch cuando en 2007 fue asesinado el maestro Carlos Fuentealba, también en una protesta.
La Metropolitana estuvo conformada por exintegrantes de la Federal, Gendarmería, policías provinciales y hasta de las Fuerzas Armadas. La mayoría estaba en actividad y se pasaron porque el sueldo básico era superior. Los dos primeros jefes, Jorge “el Fino” Palacios y Osvaldo Chamorro, ambos expolicías federales, fueron desplazados de sus cargos en medio del escándalo por espionaje ilegal. De aquellos 52 altos mandos, 38 habían tenido actuación en fuerzas de seguridad durante la dictadura. Y de los legajos revisados para los puestos de conducción, 9 habían pasado a disponibilidad en 2004 como parte de una purga. La mitad de los oficiales separados tenía alguna causa judicial o sumario abierto. A finales de 2010, la Metropolitana reclutó a varios de los oficiales de la Federal que el Ministerio de Seguridad había pasado a retiro. Los perfiles de formación de varios de los agentes incorporados presentaban antecedentes en áreas de inteligencia, capacitación en “lucha antisubversiva” y “guerrilla urbana” en la época de la dictadura. Las impugnaciones de los organismos de Derechos Humanos en la Legislatura jamás fueron escuchadas por el gobierno porteño.
El 1° de enero de 2017 comenzó a operar en la CABA la nueva fuerza de uniformes bordó y celeste, fusión de la Metropolitana con la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Policía Federal. Quedó constituida como una megafuerza de 25.000 efectivos y en su debut, opacó los 22 casos de asesinatos por gatillo fácil de su antecesora, entre 2011 y 2016: a noviembre de 2020 eran 91 los casos de la Policía de la Ciudad, desde enero de 2017.
El escritor y periodista especializado Eduardo Silveyra en su libro La Gorra, prontuario de la Policía de la Ciudad (Ciccus 2022), da cuenta de la doble vara del macrismo respecto a las diversidades, los casos de femicidios de uniforme, las implicancias de portar el arma fuera de servicio, el fenómeno de los “polichorros” y el racismo intrínseco de la fuerza, desplegado en el recuerdo del asesinato de Massar Ba, uno de los líderes de la organización senegalesa humanitaria Daira, de las primeras en asumir la defensa de los vendedores ambulantes ante los ataques policiales, de todos los colores de uniformes.
Es probable que el joven policía de origen armenio, Arshak Karhanyan, haya visto algo turbio o haya quedado en medio de la feroz interna que perdura tras la fusión de la Metropolitana y la Federal, porque está desaparecido desde el 24 de febrero de 2019. Casi ningún candidato lo recordó en esta campaña. A excepción de Victoria Montenegro y Leandro Santoro, que llevaron a la Casa Rosada a su madre Vardush Karhanyan, el tema no integra la agenda política.

El caso Molares

Sobre la última muerte violenta donde aparece la Policía de la Ciudad, Verdú sostiene que “en vísperas de las PASO, después de una campaña electoral signada de promesas de pérdida de derechos y más, mucha más represión, la muerte de un militante a manos de la policía es usada por el responsable directo, sus aliados y sus ocasionales competidores para echar más leña al fuego de la mano dura y el punitivismo, lo que nos muestra con prístina brutalidad lo que nos espera, recargado, a partir de diciembre, si no somos capaces de frenar esta oleada reaccionaria y antidemocrática”. Para la abogada de Correpi, al gatillo fácil se suman “los impactantes hechos represivos que a diario protagoniza la policía porteña, especialmente contra los sectores más vulnerables de la sociedad”, por caso los operativos contra manteros o los violentos desalojos de viviendas ocupadas.
En tanto, Silveyra sostiene que “si hay algo que caracteriza a las políticas represivas de Cambiemos es la sistematización de la muerte o asesinatos, como en el caso de Molares, donde la maquinaria de encubrimientos siempre está disponible”. Indica que “cuando no es la justicia y/o los medios, son otros aparatos, como el SAME, donde su referente sale a declarar que la muerte fue por un infarto, sin aclarar qué lo provocó”. Para Silveyra, “Horacio Rodríguez Larreta se auto victimiza y hace referencia a la militancia de Facundo, pero no asume la más mínima responsabilidad en el hecho”. Y agrega: “Nada es casual, en sus discursos de campaña dicen que van a exterminar la protesta y dos días antes del acto electoral, se despachan con un asesinato, para mostrarles a sus electores lo cierto de sus promesas. Siempre hacen un uso político de las muertes, ya sea ‘carancheando’ como ocurrió con Morena en Lanús o con una muerte selectiva como ocurrió con Facundo”.
Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) afirmó que los últimos momentos de Molares, “nos permiten verlo rodeado de funcionarios de seguridad que tampoco estaban capacitados para asistirlo”. El organismo expresó que “participar de una protesta no puede implicar riesgo de vida y el Estado tiene que cuidar a quienes protestan porque cualquier otro camino hace más frágil la democracia”. Además, destacó que “el gobierno de la Ciudad, antes de que cualquier investigación judicial haga su trabajo, salió a instalar la versión de que Facundo murió por causas que nada tienen que ver con el operativo, y ya hemos visto este tipo de respuestas en otras ocasiones”.

El rol de Alberto Crescenti y del SAME para apañar la teoría de Larreta del «infarto» de Molares

11.8.2023

El jefe de gobierno se apoyó en las palabras de “una eminencia como médico”. Crescenti sostuvo que “puede haber sido un infarto masivo. Yo no puedo decir que fue por un golpe de Policía realmente. Nosotros no vemos golpes bajo ningún punto de vista”. Lo que omitió decir, la demora de la ambulancia y el accionar represivo.

«Lo de ayer en el Obelisco fue un infarto, lo dijo claramente Alberto Crescenti, que es una eminencia como médico y fue muy claro sobre las causas de muerte». Las palabras del jefe de gobierno porteño y precandidato a presidente (JxC), Horacio Rodríguez Larreta, reflejan la estrategia y actitud del macrismo desde que se conoció la muerte de Facundo Molares en la represión de la Policía de la Ciudad en el Obelisco este jueves a un grupo de no más de 25 personas.
A pesar de que un video muestra claramente cómo los efectivos pisoteaban y aplastaban las cabezas y los cuerpos de los manifestantes detenidos, y Molares se puso morado sin respirar, en la Ciudad siguen sosteniendo la teoría del infarto. Y ahí cumple un rol central el titular del SAME, que ya tiene un antecedente con un hecho falso años atrás en la toma del Indoamericano.
Crescenti dialogó horas después del hecho con La Nación y dio su versión: “Este hombre se desplomó aproximadamente a las 17:08. Aparentemente esa descompensación fue por un infarto. Instantes después se le produjo un paro cardiorrespiratorio. Un agente de la Policía lo empezó a masajear y llamó a la central operativa. Llegó la primera ambulancia del Same, le hizo tres disparos de cardiodesfibrilador y colocó una vía femoral con adrenalina, medicación de avanzada para sacarlo de esa situación”.
Por un lado, el relato omite que la víctima estaba siendo aplastada por el efectivo. Pero a su vez, testigos (y el propio video lo refleja) aseveran que el policía tardó en reaccionar, no le efectuó RCP en el instante, y la ambulancia demoró al menos media hora en llegar. A pesar de que era en el Obelisco, un sitio central del distrito porteño. Ayer mismo fuentes oficiales le admitían la demora en el traslado a Infobae: «le realizaron maniobras de reanimación durante 30 minutos y luego fue trasladado por el SAME.»
“A las 17.18 cayó la segunda ambulancia del Same para apoyar a la primera ambulancia. Ambos lo cargaron en la ambulancia, se fueron los médicos masajeando hasta el Hospital Ramos Mejía. Allí, se le siguió haciendo disparos de cardiodesfibrilador. El paciente no respondió a las maniobras y falleció a las 17.45″. “Puede haber sido un infarto masivo”, agregó Alberto Crescenti a La Nación.
Y añadió: “Desconozco, pero por lo que yo veo, y seguramente tenemos que esperar la autopsia. Puede haber sido un infarto masivo. Yo no puedo decir que fue por un golpe de Policía realmente. Nosotros no vemos golpes bajo ningún punto de vista. Tenemos las imágenes de un policía haciéndole reanimación cardíaca. Yo creo que el peso del corazón en la autopsia va a ser definitorio. Pero por los años de experiencia, me da la impresión que esto es un infarto masivo”.
Ayer, Crescenti habló junto al secretario de Seguridad porteño, Eugenio Burzaco. Al lado del médico, Burzaco justificó el accionar de las fuerzas en que los manifestantes intentaron quemar una urna y unas banderas: «La policía avanzó para demostrar que esa actitud no podía seguir».
El primer comunicado oficial, basado en la comunicación del SAME, afirmó: “Las causas del descenso se relacionan con un paro cardíaco producto de factores de riesgo”.

«Profesionalismo»

Este viernes, Rodríguez Larreta volvió a respaldar el accionar de la Policía de la Ciudad: “Actuó con total profesionalismo, como siempre. Se estaban generando hechos de violencia y por eso actuó, la violencia es el límite, nosotros no permitimos acciones de violencia”, a pesar de que las imágenes muestran claramente que el grupo de manifestantes estaba compuesto por no más de una veintena de personas.
También Patricia Bullrich salió a respaldar la versión de que Molares murió por sus factores de riesgo, sin decir nada del accionar policial: era “una persona que estaba enferma” y que su fallecimiento “es tomado por un asesinato político” por sectores políticos y sociales adversarios de Juntos por el Cambio: “Es un muerto que tenía problemas de salud y quieren endilgarle eso al gobierno (porteño) y a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires”.

El antecedente de Crescenti

En 2010, durante la represión en el Indoamericano que había provocado tres muertos, el director del SAME, Alberto Crescenti, confirmó la muerte de un cuarto joven que había sido herido y estaba siendo llevado al Hospital Piñero, cuando fue “sacado por la fuerza por desconocidos” cuando ya estaba dentro de la ambulancia. “Lo remataron en el lugar”, aseguró en ese momento.
Sin embargo, desde la morgue judicial llamaron en ese momento al fiscal de Instrucción porteño Número 24, Sandro Abraldes, y le advirtieron que aún no disponían de registros del fallecimiento de ese joven. «No hubo una cuarta víctima», afirmaron. «Toda la repartición está muy dolida. Nosotros no tenemos que ser el blanco de este ataque. Fuimos los que dimos la cara con la gente», se justificó luego, dolido. Dos años después el titular del SAME declararía a La Nación: «Yo no hago preguntas, salvo vidas».

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