3.12.2013
En la madrugada del lunes 2, como hacen los que no pueden dar la cara ante la sociedad a la luz del sol, amenazaron con desalojar el local, como ya lo han intentado en tres oportunidades.
La Policía Federal cercó con vallas a 200 mts. a la redonda el área donde se encuentra Alé Alé, en la Av. Estado de Israel y Jufré. La orden era no dejar pasar a nadie en esa zona de exclusión. Varios pudimos sortearlas, porque no pudieron coordinar en forma conjunta en las cuatro bocacalles donde las instalaron. Luis Enrique Angió Programa ¡OTRAS VOCES…OTRAS PROPUESTAS!
La Policía Metropolitana debía hacer el operativo de desalojo en apoyo al Juez y al Oficial de Justicia que no se sabía en qué momento llegaría al lugar.
A la una de la madrugada los cuarenta trabajadores se encontraban en asamblea debatiendo como iban a resistir el desalojo. Propuestas varias, pero un sentimiento común. “Nuestra fuente de trabajo hay que defenderla hasta con nuestra vida, si es necesario”.
Quienes ya se habían podido acercar, representantes de distintas organizaciones sociales, políticas y gremiales, legisladores nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires avalaron esta decisión. “Son ellos los que deben resolver y los demás ayudar a que se cumpla ese mandato” fue la decisión unánime de quienes estaban allí.
En el ambiente se notaba la tensión, pero también la firme determinación de no entregar la fuente de trabajo de quienes decidieron quedarse en Alé Alé, luego que sus dueños se fueran y dejaran deudas y salarios impagos, entre otros fraudes comprobados.
Pasaban las horas y la vigilia se hacía interminable, las dudas y los trascendidos no terminaban de aclarar que pasaría en las siguientes horas. Mientras tanto se gritaba y agitaba consignas, como aquella de: “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode, se jode”.
En un momento, Andrés Toledo, Presidente de la Cooperativa se dirigió a todos los que estábamos en las puertas del restaurante para ratificar que los trabajadores resistirían de manera pacífica el desalojo. Volvió a resonar en el canto de cientos de voces: “Alé Alé, Alé Alé ala, al restaurante no lo vamos a entregar”.
Siguió la vigilia. Los rumores eran varios. A las cuatro y media de la mañana tres colectivos y un camión hidrante de la Policía Federal sobre la Av. Estado de Israel y Lerma con policías de la guardia de infantería amenazaban la relativa calma del lugar. Alerta nuevamente. Se resolvió en una nueva asamblea que los trabajadores se quedarían dentro del local y los demás que estaban apoyando harían una cadena rodeando la entrada al local. Los legisladores y dirigentes sindicales estaraban adelante para negociar con las fuerzas policiales.
A las seis de la mañana comenzaron a llegar los medios de comunicación de distintos canales de TV, radios, gráfica. Muy pocos habíamos podido llegar antes del cerco policial. El oficial a cargo del operativo de apellido Casas informó que nadie podría entrar. Más de media hora de discusión y la única respuesta es “no pasa nadie, ni los medios, aunque se restrinja la libertad de información”. El “Nono Frondizi, Delegado del Htal. Borda le quizo hacer una pregunta a uno de los oficiales que estaban allí. Este le contestó que “no estaba para responder preguntas, que solo acataba órdenes, y que dentro de este sistema democrático, el pertenecía a una institución verticalista, que sólo responde a órdenes”. Allí se terminó la posibilidad de diálogo.
Mientras tanto del otro lado de las vallas se sumaban más periodistas y medios de comunicación, entre ellos Canal 7, el canal oficial que tampoco tenía acceso a la información… a todas y a todos. Una compañera periodista llamó por su celular al Sub – Secretario de Seguridad Sergio Berni para ponerlo en conocimiento de que sus subordinados estaban impidiendo el derecho constitucional de los trabajadores de prensa de informar libremente. Casi media hora después, ese oficial de policía, de apellido Casas se acercó los trabajadores periodistas y dijo: “disculpen, era la orden que tenía, ahora pueden pasar”, y decenas de periodistas, cámaras, ayudantes, movileros de radio y TV se pudieron acercar a las puertas de Alé Alé, con el aplauso de los trabajadores, quienes eran consientes que se sumaba una garantía más para evitar el desalojo y la eventual represión.
A las 8 de la mañana, con todos los medios de comunicación dentro del salón, donde horas antes familias estaban disfrutando de una excelente cena, se organizó una conferencia de prensa donde nuevamente Andrés Toledo declaró: ” buscamos la solución del conflicto desde el mes de diciembre pasado, donde nos conformamos como cooperativa,… queremos resolver el tema entre hoy y mañana . Esto no se soluciona con violencia, no queremos otro Borda…”
Cuando se terminó la conferencia de prensa, las vallas de la Policía Federal eran retiradas y se comenzó a liberar el tránsito por la Av. Estado de Israel y Jufré. Todo parecía volver a su normalidad. Los medios de prensa comenzaron a retirarse; los militantes seguían allí con el último resto que les quedaba después del aguante de toda la noche; los trabajadores de Alé Alé, recuperándose del esfuerzo extra luego de haber brindado su cálida atención a los fieles clientes en la noche del domingo, y ratificando que su unidad en la lucha, junto al apoyo concreto de otros trabajadores y sectores sociales, políticos y sindicales lograron una vez más rechazar las maniobras de jueces y patrones que solo defienden sus intereses económicos. De eso se trata esta pelea. Los patrones defendiendo su propiedad privada y sus negocios y los trabajadores defendiendo su fuerza y su fuente de trabajo.
Por eso se quedaron preparando las mesas para el día que comenzaba, y para la cena de apoyo a la lucha de los trabajadores de Alé Alé, a partir de las 21 hs.de hoy en Av. Estado de Israel 4503.