14.10.2013
Itaí Hagman es candidato a diputado nacional por Camino Popular, la fórmula que encabeza Claudio Lozano como candidato a senador. Cómo un sector de la izquierda piensa el mapa ideológico de la Capital.
Por Joe Cornejo
AGENCIA PACO URONDO: ¿Qué análisis hacen de la performance de la izquierda en las PASO?
Itaí Hagman: Si uno suma las distintas expresiones, te da 12% de los votos. Es todo un tema la fragmentación de la izquierda en la Ciudad de Buenos Aires, pero refleja algo similar a lo que ocurre en todo el país Hay un malestar con la situación económica y la sensación de falta de respuesta frente a esos problemas. Un sector mayoritario de la población, lamentablemente, ha optado por variantes que se ubican a la derecha, tanto el PRO como el UNEN. Pero no es menor que un sector minoritario en comparación con el otro pero importante, haya optado por distintas expresiones de la izquierda.
APU: ¿Y Pino Solanas?
IH: UNEN se ubica del centro hacia la derecha, compite electoralmente con el PRO. Pino Solanas expresó una agenda claramente progresista, ha insertado debates que nosotros valoramos mucho, vinculados al problema de los recursos naturales y de la deuda externa. Sin embargo, hoy ha quedado entrampado en una estrategia cuya referencia principal lo representan sectores de la Unión Cívica Radical y en particular la figura de Elisa Carrió, una oposición conservadora y similar al PRO. Incluso Pino Solanas se ha visto como un elemento extraño para el votante del UNEN. Es una mujer que ha votado sistemáticamente en contra de todas las leyes que han implicado un avance: la estatización de las AFJP, la ley de medios, YPF, lo cual, refleja la contradicción de ese espacio. Lousteau que es quien la secunda, tiene un programa económico liberal y de ajuste, plantea que el problema de la inflación es el tamaño del Estado. Dice que el problema es aislarse de los mercados internacionales, propone volver al endeudamiento. Las PASO abren un gran debate. Camino Popular, intenta justamente meterse para no volver para atrás.
APU: Y la presencia de Lozano, ¿no es una interpelación a Pino Solanas?
IH: Por supuesto, Camino Popular se construye con muchas agrupaciones de la experiencia de Proyecto Sur. Solanas toma la decisión de aliarse con Elisa Carrió en forma personalista, lo cual es otro tema, el de las construcciones basada en la figura de una persona. Todos estaban en contra de esa alianza. Por eso muchos vienen de esa experiencia, nuestro candidato a legislador porteño, Jorge Selser, fue candidato a vicejefe de gobierno de Pino Solanas en 2011. Tenemos muchos comuneros que fueron electos por Proyecto Sur. Estamos tratando de reconstruir ese espacio que quedó vacante, una perspectiva progresista, por izquierda y no tomar la agenda de los sectores dominantes ni de los grandes medios de comunicación. Pino pasó de hablar del programa de la megaminería, la deuda externa y la reconstrucción del sistema ferroviario, a hablar de corrupción, inseguridad y autoritarismo. Ese cambio es una adaptación de una agenda que viene desde arriba.
APU: ¿Cuál es el análisis que hacen ustedes del FIT?
IH: Tenemos mucho respeto por el Frente de Izquierda. Es una militancia abnegada, con las cuales nos cruzamos en luchas. Nosotros representamos otro tipo de izquierda, no tenemos un manual preconcebido de cómo tiene que ser el proceso de cambio en Argentina. Tenemos una mirada menos sectaria, menos cerrada a las tradiciones nacionales y populares. Somos una izquierda que mira de frente a los procesos latinoamericanos, sobre todo Venezuela, Bolivia, Cuba. Al socialismo hay que agregarle otras agendas como el tema ecológico y la lucha contra el patriarcado. Nosotros estamos identificados con la búsqueda de una sociedad igualitaria, sin oprimidos pero en un contexto histórico diferente al que se pensó siglos atrás. Somos una izquierda que construye desde los movimientos populares y con una construcción democrática.
APU: ¿Ves que hay discusiones universitarias con el FIT que se meten en la campaña porteña?
IH: Creo que en la historia argentina ha habido un desencuentro entre las tradiciones de la izquierda y las identidades del movimiento nacional y popular. Ese desencuentro es festejado como un elemento distintivo, pero es una de las dificultades para estructurar un proceso de transformación, la revolución que no se pudo hacer en nuestro país. Necesitamos una izquierda que pueda dialogar con las tradiciones nacionales y populares, no una izquierda académica, universitaria.
APU: ¿Qué lugar le toca al kirchnerismo en ese mapa?
IH: El kirchnerismo tiene una gran contradicción. La interpretación de lo que implicó el voto de las PASO, ha ido en un sentido complicado en la Provincia: la designación de Granados, la gendarmería. Ha tomado la agenda de la oposición o que el voto viene en un cambio por derecha. El kirchnerismo tiene un problema más de fondo que la votación. Estamos en un agotamiento de un ciclo. Después de 10 años de crecimiento económico no se ha avanzado en transformaciones estructurales. Seguimos teniendo una matriz sumamente concentrada y extranjerizada.
La principal limitación del kirchnerismo es haber tenido en el centro de su política al PJ y esa misma limitación política la tiene el plano de transformaciones económicas y sociales. La demostración de eso es que los herederos del kirchnerismo después de 10 años son justamente los sectores más retrógrados de esa estructura, Scioli, el propio Massa. Hay que hacer un camino independiente, escapar del PJ como de la UCR y sus variantes más conservadoras como el PRO. El valor que tiene para nosotros la elección de Camino Popular, la que hicimos en agosto y la que vamos en octubre, no es ver cuántos diputados o legisladores metemos, es fundamentalmente demostrar que es posible articular una experiencia política en Argentina independiente a las estructuras tradicionales. Y que al mismo tiempo dialogue y sea parte del movimiento popular, del conflicto social, ese es el sentido del apoyo y del voto a Camino Popular. Es una apuesta a futuro, no es una experiencia que termine en octubre y aspiramos a transformar y poner a la Argentina a tono de otros procesos de América Latina.