Debate en la Biblioteca Nacional sobre la nueva Ley de Salud Mental
30.8.2013
El pasado viernes 23 de agosto, el Foro de Políticas Públicas de Salud del espacio Carta Abierta organizó un debate en la Biblioteca Nacional sobre los alcances de la nueva ley de salud mental.
Del panel participaron, el Dr. Vicente Galli (Director de Salud Mental de Nación de 1984 a 1989 – Ex profesor de Salud Mental de la UBA), Mariano Laufer Cabrera (Defensoría General -de la Nación), Alicia Stolkiner-(Fac. de Psicología-UBA), Woronowski (Capacitación programa PREA- Htal. Esteves) y el Dr. Mario Róvere (Decano Dpto. Cs de la Salud -UNLM).
Compartimos la intervención de Marcelo Frondizi, secretario adjunto de CTA y titular de ATE Lista Azul, Talleres Protegidos
“¿Podrían levantar la mano los compañeros que son profesionales acá en la sala? ¿Compañeros que son enfermeros? ¿Compañeros de escalafón general? (se comprueba un absoluto predominio de profesionales).
Lo digo porque para mí una ley expresa relaciones de fuerza en la sociedad. A mí me encantó lo que dijo la compañera Alicia sobre la democratización, sobre todo de los que son más desprotegidos, entre ellos los pacientes, y a mí me parece que si no hay un debate profundo del significado de la ley, si ese debate no es incorporado por el conjunto – no sólo por los trabajadores de la salud mental sino en un proceso que incluya a los ciudadanos que somos todos nosotros y por supuesto los pacientes – si eso no sucede estaremos en problemas.
Yo lo escuchaba al Dr. Laufer y pensaba cuantos obstáculos tenemos para poner en marcha esa ley, porque acá juegan todos, juegan los laboratorios, los profesionales que hacen una alianza con los laboratorios, los sectores más reaccionarios de la sociedad que estigmatizan a los pacientes, a veces hay que repetir lo obvio, me parece que esto es uno de los debates troncales que nosotros tenemos que hacer.
Fíjense, recién el compañero de la Defensoría decía que la Ley debía ser aplicada al toque, sin embargo la Directora de Salud Mental de la Ciudad dice que ella no la va a aplicar hasta que el gobierno de Mauricio no adhiera a la ley, fíjense cómo estamos nosotros. Yo me voy a referir a la Ciudad de Buenos Aires que es lo que yo conozco: nosotros atravesamos desde agosto desde el 2012 al 26 de abril un inmenso conflicto que tiene que ver con una especie de pinza, que tenía por un lado un gran negocio inmobiliario y por otro lado el antidiscurso o el discurso anti, del tema de la ley, y en ese atravesar a muchos trabajadores de salud mental, porque nosotros consideramos trabajadores a todos – hay algunos que discriminan profesionales, los de escalafón general son distintos, pero en el hospital estamos todos – pero cuando uno habla de interdisciplina supone que va a incorporar a ese trabajador, porque el equipo interdisciplinario significa que uno necesita al otro. Entonces nosotros nos enfrentamos a esa situación muy difícil, porque había que sostener a los pacientes, a los trabajadores, al taller protegido y cuando digo y hablo de un negocio inmobiliario es porque la decisión del Sr. Jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires no abarcaba solamente las primeras dos hectáreas. En la página 56 de Clarín del mes de agosto apareció lo que significaba el centro cívico: barrer todo, los pacientes no se sabe, los laburantes tampoco se sabe, entonces a nosotros esas dos situaciones nos ponían en una situación muy difícil.
Porque Uds. saben de la feroz represión y del acto de terrorismo que fue lo que pasó en el Borda, entonces instalar el debate de la ley supone comenzar a construir una nueva subjetividad, que permita que el compañero que no se coma el discurso de que la aplicación de la ley supone el cierre de la fuente de trabajo; ese es un laburo que hay que construir porque las leyes se construyen, se construyen como se informó acá, pero después se construyen en la subjetividad de cada trabajador. Si no es muy difícil la transformación y la transformación sólo es posible si uno de los sujetos fundamentales son los trabajadores, los pacientes, los familiares de los pacientes, etc., etc., porque del otro lado, por lo que decía recién el compañero de Defensoría, va a haber una serie de obstáculos y de presiones para impedir que la ley se aplique en la vida. Nosotros tenemos experiencia, me supongo que muchos son de acá de la Ciudad de Buenos Aires, con el tema de la 448 que está reglamentada pero acá no la aplica ni la Titi, entonces me parece que es interesante el debate en términos de intercambio de ideas, pero la impresión que tengo, puede ser que me equivoque, es que para avanzar con la ley hay que construir poder.
Entonces yo voy a comentar, porqué nosotros tenemos la impresión que después de lo del Borda y la movilización que se hizo, esa situación había producido un quiebre en la ciudad de Buenos Aires, entonces Uds., quizás pensaran “qué tendrá que ver”, pero yo me tomé el trabajo y traje estos datos porque me parece que tiene que ver con el proceso de transformación, de involucrarse en el tema de la ley, que no solo es de los trabajadores de la salud mental sino también de los ciudadanos, por eso traje estos datos. Ej.: en la comuna 4, que es la zona de Barracas, Parque Patricios, La Boca, en el 2004 el PRO saco 31,88 % de los votos, el FPV saco el 14,67 %; en el 2013 el PRO saco el 28% y el FVP el 24 % es decir porque eso también hay que mirarlo, es decir que en algún aspecto, porque nosotros estamos insertos en el barrio, lo que atravesó el Borda modificó y eso es un camino abierto para poder empezar a discutir, para que se involucren los ciudadanos, se involucren en el proceso de cambio de los hospitales. Es un laburo, un laburo grande porque para nosotros que estamos atravesados por esta situación y que además sentimos, yo tengo 64 años, empecé a trabajar en el taller protegido a los 22, después fui echado por la dictadura, siempre fui delegado, pero otra noche se los cuento. Entonces para nosotros este debate es muy difícil porque por un lado está el negocio inmobiliario y por otro lado están todos los que azuzan, incluso algunos compañeros que dicen ser de izquierda, que dicen que la ley es producto de los acuerdos internacionales, del Fondo Monetario, etc., etc. Entonces establecer el debate de que no es así, que es una ley de derechos humanos, que supone la democratización, el respeto por los ciudadanos que tienen problemas en el alma y que cada uno debe hacerse cargo de su tarea para mejorar su vida y avanzar en la sanación, etc., etc., ese es un debate profundo, no sólo es un debate académico del cual obviamente no voy a renegar, pero sí es un debate en la subjetividad de todos los trabajadores y de todos los ciudadanos de la ciudad de Buenos Aires y de toda la Argentina.
Por eso para mí, o más bien para nosotros, es un desafío porque cuando yo les pedí la gauchada de que levantaran las manos, es porque hay ausentes en este debate, y hay ausentes porque quienes representamos a esa parte de los trabajadores de la salud mental no fuimos convocados, entonces hay algo mal, no es que los trabajadores somos unos santos, hijos de puta hay en todos lados, para que nadie se confunda. ¡También eso juega en contra compañeros! Yo tengo un gremio que es ATE, Alicia fue a dar algún curso a ATE, y ahí hay mucha discusión porque hay muchos compañeros que no están de acuerdo para nada con esta ley de salud mental, para nada, y lo que ellos dicen: “te van a cerrar el hospital, o nos lo cierra Macri o nos lo cierra la ley”, y obturan el debate. Por eso digo que todos nosotros, que estábamos de acuerdo con defender la ley y ponerla en práctica, y el estado que tiene que jugar un papel y etc., etc. en los compañeros. Fíjense: yo me refiero a esto porque es lo que conozco, ahora hubo un retiro voluntario y por 5 años esos puestos no se pueden cubrir, entonces achican, se achica el personal, se achica la atención, a los profesionales les han bajado el sueldo, a las enfermeras le han aplicado el decreto 60, es decir que las políticas neoliberales de este Menem de ojos celestes avanzan sobre los hospitales.
La actitud de los trabajadores en general es defender, entonces es muy difícil, no digo imposible porque eso no es así, pero sí muy difícil meter el debate sobre el problema de la ley y eso lo digo desde una persona que está convencida de la ley. Yo tomé el tema de problematizar la cosa, porque yo les digo: hago una asamblea en el taller, tengo un compañero que también es delegado conmigo que también defiende la ley, y se arma un soberano quilombo, no es tan fácil, sobre todo cuando vos tenés esos miedos, esos fantasmas , esa escena temida, y por otro lado te dicen “loco, pará de discutir, si Macri quiere cerrar todos los hospitales”, cosa que es cierta. Yo, para no aburrirlos más, creo que es necesario iniciar este debate, trabajarlo es fundamental porque nuestro sujeto principal de laburo son los pacientes, cada paciente que sale de alta es un triunfo para nosotros, aportamos para que ese ciudadano se reinserte en la sociedad.
Entonces yo diría que sería bueno ver cómo se articulan los debates, la construcción de esa subjetividad, el tema de sacarles el miedo a muchos trabajadores que la ley supone perder su fuente de trabajo y nosotros con muchísima humildad, y termino con esto, le estamos haciendo un homenaje a esta ley aunque muchos compañeros no lo tomen así, que es la decisión votada por asamblea de reconstruir el dispositivo intrahospitalario del Taller 19, que es un proyecto ambulatorio donde los trabajadores estamos involucrados con los pacientes, y quizás a partir de allí podamos meter el debate de por qué los derechos de los pacientes, por qué desarrollar los dispositivos ambulatorios, el por qué la necesidad de las casas de medio camino, etc., etc.; y después potenciar los anticuerpos que se desarrollan dentro del Borda como por ejemplo La Colifata, el Frente de Artistas, el Centro Cultural, la Huerta, y además poner en discusión que eso debería ser bancado por el estado. Nada más.