Metrodelegados anunciaron que habrá un nuevo paro del subte
22.7.2023
Los metrodelegados anunciaron un nuevo paro de subte para el miércoles 26 de julio.
Como la semana anterior, la interrupción del servicio se realizará en simultáneo en todas las líneas, de 13:00 a 16:00. El gremio informó que antes de frenar el servicio habrá apertura de molinetes en las cabeceras.
La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) reclaman la apertura de la mesa paritaria para discutir sus demandas de dos francos y la reducción de la semana laboral para intentar mitigar la exposición al asbesto.
Paro de subte este miércoles 26 de julio
Este miércoles 26 de julio, los metrodelegados realizarán distintas medidas de fuerza, entre ellas la interrupción total del servicio de todas líneas del subte porteño.
• De 12:00 a 13:00: Aperturas de molinetes en las cabeceras de todas las líneas: San Pedrito (línea A); J. Manuel de Rosas (Línea B); Constitución (Línea C); Congreso de Tucumán (Línea D); Virreyes (Línea E) y Facultad de Derecho (Línea H)
• De 13:00 a 16:00: Interrupción de todas las líneas y el Premetro.
Qué reclaman los trabajadores del subte
Los metrodelegados reclaman la reducción de la jornada laboral para tener dos francos y, al mismo tiempo, reducir la exposición al asbesto que sufren los trabajadores. “El asbesto es un material usado como aislante, prohibido en nuestro país desde 2003 por ser cancerígeno”, informaron.
“La exposición al asbesto ya causó la muerte de 3 trabajadores, 87 afectados, una pasajera afectada y 2150 trabajadoras y trabajadores deben concurrir todos los años a vigilancia médica”, insistieron en un comunicado.
QUÉ ES EL ASBESTO
El amianto o asbesto, un elemento invisible e inoloro hallado en los coches CAF 5000 que el Gobierno porteño compró a España para la línea B del subte, es un peligro imperceptible y su fabricación y uso fue prohibido por el Ministerio de Salud nacional en 2003 debido a que cuando sus fibras se esparcen en el aire provoca enfermedades fatales, entre ellas cáncer.
Sin embargo, como se lo utilizó durante décadas como aislante, sigue presente en muchos lugares. Hace doce años, una investigación del INTI lo detectó en el 15% de las muestras tomadas en 30 edificios, la mayoría de Capital y conurbano.
Por sus propiedades aislantes y su resistencia al calor y el fuego, el amianto o asbesto tiene miles de aplicaciones, desde pastillas de frenos, hasta guantes o tablas de planchar. Y fue muy empleado en la construcción, sobre todo como componente del fibrocemento, y aislante de cañerías y de calderas.
Ante evidencias de que el amianto era dañino, su uso se fue restringiendo en todo el mundo. En la Argentina, el Ministerio de Salud sacó resoluciones vedando algunas de sus variedades en 2000 y 2001 y en 2003 prohibió totalmente su producción, importación, venta y uso. En 2005, una ley porteña reafirmó la prohibición en la Ciudad.
El gran peligro de este material aparece con el paso del tiempo, especialmente cuando se descompone y entra en contacto con el aire. Las fibras son huecas y livianas, por lo que se mantienen en el aire, y una sola de ellas puede enfermar.
Los síntomas pueden tardar entre 30 y 40 años en aparecer y causan fibrosis, una enfermedad que lleva a la muerte por insuficiencia respiratoria, o cáncer de pulmón.
La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo mueren 100.000 personas al año por causas relacionadas con el amianto. Los más afectados suelen ser los trabajadores que están en contacto continuo con el material. De ahí la preocupación que hay entre el personal del subte.