Los porteños sin subtes ni comunas
Los porteños sin subtes ni comunas
15.8.2012
*El Movimiento Comunero * a los/as vecinos/as de la Ciudad de Buenos Aires www.movimientocomunero.com.ar Buenos Aires, 12 de agosto de 2012.-
¿Ciudadanos de segunda?
Durante varios días millones de vecinos que vivimos y/o trabajamos en la
ciudad de Buenos Aires, tuvimos que padecer largas horas de espera para
acceder a un colectivo que nos transportara. Sufrimos así trastornos de
todo tipo en nuestras vidas cotidianas familiares y laborales. Su causa: la
inactividad total de los subterráneos de Buenos Aires.
Y mientras este sufrimiento era soportado hora tras hora y día tras día, la
dirigencia en general y la dirigencia política en particular, seguía
enredada en una maraña de intereses contrapuestos, sin resolver la
infinidad de problemas causados al ciudadano común.
La culpa la tiene el otro
Independientemente de las mayores o menores responsabilidades de unos y
otros, lo cierto es que el cuadro central de la situación es tan patético
como dramático. Por un lado millones de personas con una necesidad
cotidiana elemental insatisfecha, por el otro, dirigentes ocupados en
resolver sus cuestiones de poder, sin contemplar ni satisfacer dichas
necesidades. Cada uno tendrá sus "justificaciones" y siempre la "culpa la
tendrá el otro", pero esto no cambia en nada el aspecto esencial de los
hechos: una dirigencia que prioriza la resolución de sus problemas por
sobre y a costa de lo que le pasa al pueblo que, supuestamente, representan.
Crisis de representatividad
Y este es el punto. Si no se ocupan de resolver los problemas que tienen
los vecinos y encima los incrementan, sin mostrar la menor sensibilidad
frente a los mismos. ¿Nos representan? ¿Por qué? ¿Sólo por el hecho de que
fueron votados? ¿Cuántas veces escuchamos decir de ambos lados ganamos por
tal porcentaje como justificación de sus acciones? ¿Y esto les da derecho a
comportarse como lo están haciendo, aún en contra de sus propios
electores? Entonces la cuestión resulta obvia: algo está funcionando muy
mal en esta democracia representativa; es lo que llaman, elegantemente,
crisis de representatividad. Si a esto le agregamos la dinámica
amigo-enemigo como forma excluyente de relacionarse entre sí las distintas
partes de esta dirigencia, el problema se agrava aún más.
En nuestra nota titulada "Lucha permanente o Convivencia constructiva"
decíamos: "El hartazgo de la población ante la ausencia de una convivencia
pacífica y constructiva a nivel dirigencial y la percepción de que para
dicha dirigencia resultan más importantes sus luchas que el bien del
conjunto, resultan evidentes". Tal hartazgo fue claro en ocasión del paro
del subte. Lo que ha puesto en evidencia, una vez más, que la grave
deficiencia del sistema político actual para resolver los problemas que
tenemos los porteños, no ha sido superada.
Necesidad de la participación
Sin embargo este no es un problema sólo de los porteños. Ni siquiera sólo
de los argentinos. Hoy vemos cuestionamientos a la democracia electoral en
todo el mundo. Ante la aparición de los indignados en España el Juez
Baltasar Garzón, por ejemplo, decía: "Hoy más que nunca ha quedado
evidenciado que la participación ciudadana, la democracia real, no puede ni
debe circunscribirse a la mera consulta electoral cada cuatro años. Todos
debemos asumir que el mundo ha cambiado, que el siglo XXI ha revolucionado
para siempre los viejos mecanismos de participación política" … "otorgando
una nueva dimensión a la fuerza política de los movimientos reales que no
se puede obviar con el mantenimiento de mecanismos burocráticos de
interposición que dificulten la relación bidireccional entre los ciudadanos
y sus representantes".
Comunas participativas
Pues bien, esto es lo que los vecinos comuneros venimos planteando y
luchando por concretar, desde hace más de diez años, con la implantación de
las Comunas en la ciudad de Buenos Aires: profundizar el modelo democrático
vigente mediante la participación vecinal, buscando coincidencias en lugar
de acentuar los enfrentamientos.
La institución Comunal establece sabiamente una original combinación entre
la democracia representativa y la democracia participativa que exige, para
su buen funcionamiento, priorizar los consensos por sobre las diferencias.
Por eso crea una Junta Comunal colegiada, electiva y multipartidaria que
deberá acordar en su interior la forma de llevar adelante el plan de acción
y presupuesto anual de la Comuna. Plan de acción y presupuesto anual
consensuado y propuesto por el Organismo Público de Participación Popular
llamado Consejo Consultivo Comunal quien, además, deberá controlar su
cumplimiento.
Necedad y convocatoria
Sin embargo gran parte de la dirigencia política de la Ciudad, en lugar de
aprovechar la posibilidad de mejorar el sistema político que ofrece esta
novedosa institución, se sigue resistiendo neciamente a aceptar las
Comunas. Empezando por el Gobierno de la Ciudad que no solo no le
transfiere recursos y facultades para que no tengan posibilidad alguna de
decidir nada, sino que intenta modificar la ley que las regula, para anular
la participación vecinal libre e independiente en ellas. Y siguiendo por
gran parte de la oposición política que no adopta una posición decidida y
clara a favor del desarrollo comunal descentralizado y participativo.
Por eso el Movimiento Comunero convoca a todos los vecinos y organizaciones
que quieren ser protagonistas del destino común a sumarse a los Consejos
Consultivos Comunales y a demandar a la dirigencia política de la Ciudad
que asuma su responsabilidad en el desarrollo de las Comunas de Buenos
Aires. Para que no nos siga pasando permanentemente lo que hoy nos pasa con
el subte.
*MOVIMIENTO COMUNERO*