18 años de Metrovías en el Subte: Los trabajadores y usuarios siempre perjudicados
18 años de Metrovías en el Subte: Los trabajadores y usuarios siempre perjudicados
10.8.2012
ANRED – INDYMEDIA
Los trabajadores del subte llevan adelante un paro ininterrumpido desde el viernes último para reclamar la apertura de paritarias que le son negadas desde marzo. Los trabajadores nucleados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) pretenden un aumento del 28% y mejoras en las condiciones de trabajo. Además, piden mayor inversión y controles del servicio, entre otras reivindicaciones pensadas para el conjunto de la sociedad.
El paro se da en un marco de desconcierto, donde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) no quiere hacerse cargo del control y ejecución de la concesión a cargo de la empresa Metrovías S. A., y el ejecutivo Nacional se desentiende totalmente del conflicto. Ante la desidia de las autoridades políticas y la empresa a cargo del servicio, los trabajadores y usuarios de este medio de transporte son los únicos perjudicados.
Como todos los trabajadores, en marzo tendrían que haber tenido paritarias. Sin embargo, recién en mayo, luego de unas jornadas de protestas (apertura de molinetes primero y paro total después), los trabajadores del subte fueron escuchados. Metrovías ofreció una suma no renumerativa del 20% hasta agosto -muy inferior al 28% que pedían los trabajadores-, momento en donde prometieron abrir las paritarias. Los metrodelegados cumplieron la promesa de no llevar adelante jornadas de lucha durante la tregua negociada. Pero cumplido el plazo tuvieron que volver a manifestarse ante la total ausencia de la empresa. "Nosotros estamos pidiendo nuestra paritaria. A principios de marzo tendríamos que haber firmado nuestro acuerdo salarial para este año y parte del año que viene. En esta empresa no quieren que la haya y actuaron de esa manera", afirmó Roberto Pianelli, el Secretario General de la AGTSyP.
Historia de un traspaso no concretado
Metrovías recibió, por parte del Gobierno Nacional, crecientes subsidios año tras año para mantener congelado el valor de las tarifas del servicio. Los subsidios, exorbitantes -por encima de la inflación, tanto la proclamada por el INDEC como por las consultoras privadas-, llevaron a pensar la búsqueda de un beneficio especial para el Grupo Roggio, propietario de Metrovías S. A. y socio de la gestión kirchnerista en grandes y variadas obras a nivel Nacional. Tal como dijo el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en una conferencia de prensa del 16 de mayo último, el Grupo Roggio "ha firmado contratos de obra pública con el Estado por 8 mil millones de pesos, de los cuales tiene ejecutados 4.300, lo que lo constituye en el principal contratista de obra pública".
En diciembre del año pasado, en medio de reclamos cruzados entre el ejecutivo porteño y nacional, se hizo efectivo un reclamo histórico a los distintos gobiernos de la Ciudad de Buenos Aires: el traspaso del subte. El 1º de enero de este año se firmó un acta de acuerdo en donde se concretaba la transferencia del control de la concesión de las cinco líneas de subterráneos y el Premetro a Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) que funciona bajo la órbita del gobierno de Mauricio Macri. Al día siguiente, el Jefe del Pro decretaba un tarifazo del 127%, subiendo el valor del pasaje de $1,10 a $2,50, para compensar el 50% del total del subsidio que le correspondía a su gobierno, que no estaba dispuesto a afrontar.
Con el paso de las semanas, Macri empezó a dudar, y posteriormente rechazó el traspaso. Se valió de excusas diversas: el estado general del servicio, el reclamo de inversiones y la ausencia de recursos policiales por parte del Gobierno Nacional. La confrontación, en donde ningún gobierno se quiere hacer cargo, lleva a la problemática actual. Metrovías acusa una deuda de $120 millones por los subsidios, por lo que decidió quitar de circulación 20 formaciones -y amenaza con quitar otras 15 a fin de año si el conflicto actual se mantiene- argumentando que no puede afrontar gastos de mantenimiento. Lógicamente, esta decisión trae malestar social por el empeoramiento (todavía mayor) del servicio. Además, la empresa dice no poder afrontar una suba de salarios que conforme a los trabajadores, al tiempo que afirma no poder realizar una oferta salarial ante la ausencia del gobierno de Macri que es el controlante de la concesión y quien debe avalar las condiciones de la misma.
El Gobierno Nacional no se considera responsable y se respalda en la decisión del Congreso de aceptar el traspaso. Si bien la Justicia aún no ha resuelto la cuestión de fondo, todo parece indicar que fallará en el mismo sentido. Por su parte, los dos gremios involucrados, la UTA y AGTSyP, reclaman que Macri se haga cargo, e incluso Metrovías se ha pronunciado en ese sentido. El GCBA sin embargo, se niega a hacerlo dado que rechazó el acuerdo firmado en enero. De esta forma, se extiende una situación de incertidumbre que afecta enormemente a los trabajadores y a los usuarios del servicio.
¿Es cierto que Metrovías no puede afrontar una suba de salarios en este contexto de incertidumbre?
El balance contable presentado por la empresa Metrovías S. A. en la Comisión Nacional de Valores (CNV) arroja una ganancia neta de $6.4 millones durante el 2011 y de $35,9 millones en el ejercicio anterior. A su vez, en los últimos años, ha distribuido entre sus accionistas dividendos por $149,5 millones, correspondiéndole el 90,66% al Grupo Roggio y la mayor parte restante a la Anses.
El Grupo Roggio es un holding diversificado y consolidado que creció fuertemente durante los ‘90 de la mano de las obras públicas y las privatizaciones impulsadas por el ex presidente Carlos Menem. Según un informe realizado por el diputado porteño Rafael Gentili (Proyecto Sur), Metrovías contrata el servicio de diversas empresas entre las que se destacan Benito Roggio Transporte S. A., Metronec S. A., Cía. Metropolitana de Seguridad, CPS Comunicaciones, Cía. Latinoamericana de infraestructura y servicios, Prominente S. A., Benito Roggio FerroIndustrial S. A., Taym S. A. y Neoservice. Todas ellas son integrantes del Grupo Roggio. Según el detallado informe, “las mismas prestan al subte servicios de gestión y administración, publicidad y comercio, asistencia al pasajero y vigilancia, cableado, administración de fondos, gerenciamiento y operación de sistemas, reparación de vehículos, limpieza, y seguridad. Este mecanismo de autocontratación llevado adelante por Metrovías, torna poco transparente la administración y prestación del servicio”. Estas empresas le dejan al holding una ganancia libre de riesgo, ya que son montos que el Grupo percibe independientemente del resultado económico que tenga Metrovías S. A.
Es Metronec S. A., empresa muy poco conocida del Grupo Roggio, la que se lleva el grueso de las ganancias, ya que administra la publicidad en vagones, estaciones, escaleras, relojes y carteleras del subte. La empresa llegó a facturar más que Metrovías en el 2010. El informe estima que en total todas las empresas del Grupo Roggio se llevarían $100 millones anuales.
Por lo tanto, las ganancias que obtiene la empresa propietaria de Metrovías son muy superiores a las que la concesionaria del subte dice tener. Varias de estas denuncias fueron realizadas en la CNV por los representantes de la Anses que se negaron a aceptar el balance de la empresa.
Lo que falta en la discusión
La discusión por el traspaso del subte, que ya lleva más de 8 meses, aún no reparó en la poca transparencia que lleva adelante la empresa concesionaria, lo que traería a colación la posibilidad de que el medio de transporte pueda ser manejado íntegramente por el gobierno local y, por qué no, por los mismos trabajadores y usuarios del mismo. En este sentido, la comisión interna de la AGTSyP realizó el pasado 20 de Julio, el 1° Encuentro de Evaluación, proyectos y política del transporte subterráneo de pasajeros.
Las principales ciudades del mundo manejan el subte con recursos propios. Así lo informa un artículo publicado por la Agencia Télam. En París, Berlín, Londres, Nueva York y Madrid, entre otras ciudades, este trasporte es administrado íntegramente por los gobiernos locales.
Si se decide rescindir el contrato de concesión con Metrovías (o la misma empresa prefiere renunciar a la prestación del servicio), que comenzó en 1994 y tiene vigencia hasta el 2017 con posibilidad de prórroga por 10 años más, la responsabilidad recaería en el SBASE, que pertenece al Gobierno de la Ciudad.
Los servicios están colapsados y las inversiones frenadas. La privatización del servicio de subterráneos representa una estafa para el conjunto de la sociedad. Así como también la que se lleva adelante en los ferrocarriles; el reciente accidente del lunes 6 de agosto y la herida latente de la Tragedia de Once lo demuestran. La posibilidad real de que se quite la concesión a Metrovías parece lejana pero no imposible. Su realización podría ser un paso importante para el beneficio de la sociedad si es acompañada con otras modificaciones de fondo.