Raffo promueve Ley antidiscriminación en la Ciudad
6.10.2011
En la sesión de de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, el diputado Julio Raffo (Proyecto Sur) evocó el 76 aniversario de la creación de la Delegación de Asociaciones Israelitas de la Argentina (DAIA), enfatizando la grave amenaza ante toda discriminación como la que, en estos días, ha aparecido bajo el rostro del antisemitismo en un informe realizado por el Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Raffo adelantó que estaba presentando un proyecto de ley para que en la Ciudad de Buenos Aires se combata todo tipo de discriminación.
A continuación, presentamos el proyecto de ley mencionado.
PROYECTO DE LEY
Art 1º- Durante el ciclo lectivo de 2012 el Ministerio de Educación implementará el Programa “La Discriminación es un crimen” que prevé esta ley.
Art 2º- El Programa “La discriminación es un crimen” consiste en que, en todas los establecimientos educacionales de la Ciudad, se dedique una jornada completa a ilustrar a la comunidad educativa respecto del flagelo de toda la discriminación, respecto de sus diversas manifestaciones en la Historia y, en especial respecto del antisemitismo en nuestro país. A esos eventos se invitará formalmente a exponer, y en iguales condiciones de participación, a representantes de todos los cultos y personalidades de la cultura, la ciencia o la política que fueren no creyentes.
Art 3º- El Ministerio de Educación elaborará materiales ilustrativos y didácticos respecto de la naturaleza y el flagelo de la discriminación a ser distribuidos en esos eventos conjuntamente con los materiales que presenten las comunidades interesadas y que fueren consideradas de utilidad para el objetivo perseguido por el Ministerio de Educación.
Art 4º- El Ministerio de Educación invitará al INADI a participar en esta campaña.
Art. 5º- Anualmente, en todos los establecimientos educativos de la Ciudad, se realizará una jornada en la que participará la totalidad de la comunidad educativa, dedicada a exponer los peligros y el flagelo de la discriminación en sus diferentes manifestaciones, dedicando cada una de ellas a cada una de las formas y perjudicados directos de la discriminación que apareciese, en la oportunidad, con mayor énfasis en nuestra Ciudad.
FUNDAMENTOS
Sr . Presidente:
Debe alarmar en sumo grado, a la sociedad argentina, el resultado de un reciente trabajo de investigación realizado por la Universidad de Buenos Aires respecto de la presencia de actitudes o concepciones antisemitas.
El antisemitismo, como toda forma de discriminación, es una peligrosa deformación del alma humana que atribuye al “otro” –a algunos otros- cualidades nocivas y el ser causa de algunos de los males que lo aquejan.
La infundada generalización, el odio, el resentimiento y la irracionalidad anidan en el núcleo vital de la discriminación y han encontrado y encuentran en ella el camino para la persecución, la agresión e, inclusive, el crimen.
Así la Historia registra hechos de dimensión y crueldad inconcebibles, como lo fueron los “pogroms”, la expulsión de los judíos e islámicos, hermanados en un mismo padecimiento monstruoso, de la España de los Reyes Católicos, que no supo ser la España de Alfonso el Sabio, la España de Cervantes o de Fray Bartolomé de las Casas; como lo fueron los abominables sistemas de esclavitud de nuestros hermanos de África y nuestros hermanos aborígenes; y, ya en el siglo XX, el crimen la Shoah, que exterminó a seis millones de judíos en la Europa nazi, bajo la miradacómplice o complaciente de Estados, gobiernos e instituciones que no reaccionaron a tiempo para evitar o, al menos, denunciar, ese crimen contra la Humanidad.
En nuestros días hay quienes discriminan a los islámicos, atribuyéndoles el rostro del terrorismo, el cual muchas veces lo cometen Estados que envían a sus agentes a matar fuera del escenario del combate y fuera de todo proceso legal. Hay quienes discriminan a los judíos, y agravian a la Historia negando el Holocausto y negándoles, como le sucede también al pueblo palestino, el derecho a vivir en su propio Estado, en paz, respetando y siendo respetado por sus vecinos.
De acuerdo a la investigación mencionada el rostro de la discriminación se exacerba hoy, aquí y entre nosotros, con nuestros compatriotas judíos, a cuyo respecto cabe recordar las significativas palabras que pronunció San Ignacio de Loyola negando la acusación de ser “judío” ante la Inquisición: “No tengo el privilegio de pertenecer a la misma raza que nuestro Señor Jesucristo y la Virgen María”; palabras que en nuestros tiempos deben ser resignificadas, porque no debe haber privilegio alguno en pertenecer a una u otra comunidad ni, según nos enseña la ciencia de hoy, hay efectivamente “razas”, al menos en los términos en que lo pretenden los mentores e ideólogos de la discriminación. San Ignacio, en aquella oportunidad, y en aquellas circunstancias, mostró una actitud cuyo contenido ético supera largamente al significado literal de sus palabras.
La Argentina, y dentro de ella nuestra Ciudad, Señor Presidente, debe ser una tierra libre del flagelo de la discriminación en todas sus manifestaciones. Pero para ello, en el marco de nuestras competencias, debemos reaccionar a tiempo, con dinamismo y con energía y en forma permanente para combatir ese flagelo que agravia y deshonran a las comunidades que lo toleran.
Es por ello que consideramos urgente la implementación de la campaña del programa extraordinario de concientización que se propone con este proyecto.