Ordenan el desalojo de La Litoraleña: «Vamos a pelear hasta el último momento por la cooperativa»

20.5.2023

Las y los trabajadores de la empresa recuperada en 2016 denuncian que el fallo judicial tiene argumentos «clasistas, racistas y xenófobos».

La Cooperativa de Trabajo La Litoraleña, recuperada por sus trabajadores hace ocho años, sufre un nuevo ataque judicial. Un fallo de desalojo judicial en firme amenaza los 50 puestos de trabajo recuperados en 2016, tras la quiebra de Deconti SA.
El periplo judicial arrancó en aquel año. En una primera instancia, la jueza Valeria Pérez Casado les negó el permiso de explotación. Tras años de reclamos, la Cámara de Apelaciones les otorgó el permiso. Ahora, llegó una orden de desalojo que desatiende el reclamo de las y los trabajadores. Es, en rigor, una confirmación de un fallo del 2020 que fue apelado por los trabajadores, sin éxito.
Fabián Pierucci, síndico y Responsable de Planificación de la fábrica, explicó: “Propusimos que con la deuda salarial e indemnizaciones de la quiebra, se pague la fábrica; es decir, las instalaciones y las máquinas. La respuesta negativa de la Justicia tiene que ver con una cuestión de política ideológica. Poner a trabajar la fábrica tiene un valor incalculable en cuanto a la generación de puestos de trabajo y al servicio que se brinda a la sociedad, que es nada menos que la producción responsable de alimentos”.
Para el síndico, “al juzgado no le importa nada de eso. No nos permite compensar créditos. El peor escenario es que la fábrica se desguace y se pierda y que el edificio se use para cualquier tipo de negocio inmobiliario”.
Con mucho tiempo y dinero invertido, la empresa no solo volvió a producir las tapas de empanadas y pascualinas, sino que hoy tiene participación en todas las redes de distribución de productos cooperativos. Tienen un local de venta directa al público y crearon un programa de difusión del trabajo cooperativo para la comunidad educativa de todos los niveles. “Es el programa Fábrica de Puertas Abiertas. Fuimos a muchas escuelas a contar nuestra experiencia cooperativa y de trabajo, y también han venido muchos estudiantes a la fábrica a ver los procesos de producción”, resumió Pierucci.
Sin embargo, La Litoraleña no se rinde: “Vamos a pelear hasta el último momento por la fábrica. Estamos buscando todas las alternativas posibles: desde resistir al desalojo a una ley de expropiación en la Ciudad, aunque sabemos que es muy difícil por la conformación de la Cámara legislativa”.

Los motivos del fallo de desalojo contra La Litoraleña

Con respecto a los argumentos legales de la negativa judicial, el Responsable de Planificación de la fábrica aseguró: “Argumentos no tienen muchos y los pocos que tienen son clasistas, racistas y xenófobos. En las distintas instancias, dudan de que un grupo de trabajadores pueda gestionar los medios de producción. Es como un estigma o prejuicio que tienen. La formación jurídica y las prácticas corporativas conforman una verdadera casta a la que es muy difícil entrarle”.
En el mismo sentido, continuó: “Por otro lado, hay una situación de reflujo de las empresas recuperadas en particular, en donde volvió a la carga un sentido de que las cooperativas somos organizaciones que llevan a cabo emprendimientos precarios. Y no es así. Somos una empresa en la que trabajamos 50 personas y producimos muchas toneladas de alimentos, compramos camiones de insumos, aportamos valor agregado que está grabado con impuestos y no le debemos un peso a la AFIP. Pagamos tarifa plena de energía, con valores muy importantes. No somos una organización precaria bajo ningún punto de vista y es fácil de corroborar”.
Finalmente, Pierucci evaluó: “Es el momento de hacer efectiva una integración del movimiento cooperativo que no sea solamente testimonial, sino que incluya la posibilidad de generar integraciones virtuosas de capital, productiva, tecnológica, asociativa que nos permita potenciarnos. Las de trabajo, las de servicio, las de producción. Es el momento para plantear salidas de este tipo. Por qué no pensar en términos estratégicos a largo plazo, en lugar de estar siempre acuciado por la coyuntura”.

“Si nos desalojan, ¿a dónde vamos a ir?”

Denuncian colapso en el Hospital Garrahan, con niños internados en pasillos y aulas

19.5.2023

La Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan difundió imágenes que ponen en evidencia la problemática. “La guardia y camas de internación están completamente desbordadas”, motivo por el cual “se están suspendiendo cirugías y diversos procedimientos”, denuncian. “Exigimos respuestas al Consejo de Administración y a la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzoti. Habiéndose adelantado la epidemia de enfermedades respiratorias que afectan a la niñez, la demanda está superando ampliamente a la capacidad de respuesta. Las autoridades de la institución, en lugar de alertar públicamente sobre esta situación y reclamar un aumento en los recursos del sistema de salud, precarizan y flexibilizan la calidad de atención. Así, se montan camas en pasillos no aptos para tal fin y hasta en aulas, claramente no aptos para brindar la atención correspondiente a los pacientes, ya que no cuentan con elementos esenciales y vitales como carro de paro, oxígeno y aspiración. De este modo, se descarga el peso de esta crisis en las condiciones laborales del personal de salud y de las y los niños y niñas”, sentencian.

La Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan emitió un comunicado titulado “Colapso en el Garrahan: niños internados en pasillos y aulas”, denunciando la situación que atraviesa la institución de salud pediátrica, junto con contundentes imágenes que evidencian la problemática.
“Exigimos respuestas al Consejo de Administración y a la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzoti –comienza el comunicado– La Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan denuncia que la guardia y camas de internación están completamente desbordadas. Se están suspendiendo cirugías y diversos procedimientos. Habiéndose adelantado la epidemia de enfermedades respiratorias que afectan a la niñez, la demanda está superando ampliamente a la capacidad de respuesta de nuestro Hospital Garrahan. Las autoridades de la institución, en lugar de alertar públicamente sobre esta situación y reclamar un aumento en los recursos del sistema de salud, precarizan y flexibilizan la calidad de atención. Así, se montan camas en pasillos no aptos para tal fin y hasta en aulas, claramente no aptos para brindar la atención correspondiente a los pacientes, ya que no cuentan con elementos esenciales y vitales como carro de paro, oxígeno y aspiración. De este modo, se descarga el peso de esta crisis en las condiciones laborales del personal de salud y de las y los niños y niñas”, sentencian las y los trabajadores de la salud de la institución.
También sostienen que, en este marco, “con cinismo, extorsionan a las y los trabajadores diciendo que ‘no se puede negar la atención’. Por supuesto que no, pero ¿de qué forma? ¿Se están usando todos los recursos del sistema sanitario? ¿Dispone el Ministerio de Salud de las camas que hay en el sistema privado para redistribuir? La respuesta es no”, remarcan. Esta situación, consideran, “expone una gravísima crisis del sistema sanitario, sin recursos materiales ni humanos suficientes”.
“Después de la pandemia, cuando era evidente que había que reforzar el sistema de salud, se hizo lo contrario. Para cumplir con el ajuste del FMI, recortaron fondos. Ahora, el Garrahan es cada vez más la punta de un embudo frente a un sistema sanitario que no puede dar respuesta ni en CABA ni en PBA”, alertan.
Y agregan: “las autoridades del Consejo de Administración ocupan puestos políticos, por lo que no pueden desentenderse de esta situación. Junto a la ministra Vizzotti gustan de salir en los medios con cara sonriente casi semanalmente, pero nada dicen públicamente sobre esta crisis”.
Ante esta situación, reclaman “que se haga pública esta situación insostenible” y que “frente a la emergencia se tomen medidas excepcionales”, dado que “la capacidad de atención no es infinita”. “Basta de atención precaria en pasillos y aulas: que se centralicen los recursos de todo el sistema de salud, público o privado y se deriven pacientes sin costo según nivel de complejidad para que nadie se quede sin atención y se deje de súper explotar al personal de salud. Que se destinen los recursos necesarios para más personal y espacios con las condiciones de higiene y salubridad necesaria en el sistema de salud”, finaliza el comunicado.

El asbesto: un drama del subterráneo porteño que continúa sin respuestas

16.5.2023

Por Martín Suárez

Es un reclamo central de los trabajadores, que paran este lunes. Hay casi 90 con enfermedades relacionadas a este material prohibido. Tres murieron. “A los usuarios no los controla nadie”, denuncian.
“Dejé de pensar a futuro mi vida. Antes tenía proyectos, me veía jubilado viajando a mi querida Tucumán y luego volviendo a Buenos Aires para estar con mi familia”, rememora Martín Paredes, conductor de la línea B de Subte. En noviembre de 2019, tras varios años de lucha, la empresa Metrovias (hoy Emova) y el gobierno porteño aceptaron realizar estudios médicos a trabajadores y trabajadoras del sector. Un año después, él y decenas de compañeros fueron notificados con enfermedades provocadas por el asbesto, un elemento potencialmente cancerígeno cuya utilización está prohibida en nuestro país desde el 2003.
El quite de todas las formaciones que lo contienen es uno de los principales reclamos del gremio, que decidió un paro total para este lunes. Denuncian que ya hay 85 trabajadores diagnosticados, 2150 “bajo vigilancia médica” y tres perdieron la vida.
“Me diagnosticaron ‘inflamación de pleura neumoconiosis’, es el primer estado de una enfermedad potencialmente peligrosa para un cáncer. Mi organismo encapsuló a la fibra de asbesto que se me clavó en el pulmón y eso se inflama, es como una costra. Por ejemplo, me provoca muchísimo dolor de espalda», cuenta Paredes. Comenzó a trabajar en el subte en 1994, haciendo 12 horas continuas durante muchos años. Hoy tiene 53. Hasta 2020 fue conductor, su pasión.
“Cuando me informaron el diagnóstico no lo podía creer. Rápidamente, la ART y la empresa que concesiona los Subtes me mandaron una carta diciendo que me liberaban de mis tareas por tiempo indeterminado. Tuvieron que reconocer que era por el asbesto”, continúa. En la misma carta le dijeron que no debería regresar al subte por ningún motivo. Nunca le aclararon ni a él ni a sus compañeros ni a los usuarios por qué. El Hospital Británico confirmó los diagnósticos. Lo había provocado el asbesto.
Quienes les advirtieron que las formaciones que compró Mauricio Macri cuando era jefe de gobierno tenían asbesto fueron los trabajadores del subte de Madrid: “en 2017 nos dijeron que ellos tenían varios compañeros enfermos por asbesto y que ya había fallecido uno”.
La compra a Madrid de los coches CAF 5000 de segunda mano, fabricados en los ’70, se concretó en 2011 sin análisis ambiental, por 550 mil dólares cada uno. Iban a ser chatarra para subastar. La adquisición ocurrió ocho años después de que el asbesto fuese prohibido en nuestro país. Recién en 2018 el gobierno porteño confirmó que contenían ese material.

Asbesto: el temor de trabajadores y usuarios

Los trabajadores más perjudicados por el asbesto son los de Talleres. Allí el material flota en el aire y entra al organismo. La desabestización debe ser completa, incluso los expertos recomiendan mudar los talleres ubicados en inmediaciones de viviendas y escuelas, como los Bonifacio y Polvorín de Caballito, linderos a una primaria y un jardín de infantes.
Tras la ratificación de que en esos talleres hay material potencialmente cancerígeno, la vida de cientos de familias de la comunidad educativa cambió para siempre. Hoy afirman vivir la angustia de ser ignorados tanto por el Ministerio de Educación como por Sbase y Emova.
“Yo empecé con febrícula de 37,5 grados durante varios meses. Iba a la guardia, me empezaron a hacer todo tipo de estudios y no me encontraron nada. Así vivía todos los días y me iba a trabajar. Hasta que me hacen una tomografía y ven algo en el pulmón”, recuerda Gustavo Villalba, que entró a trabajar como boletero en 1997, luego pasó al sector de tráfico en 2003 y finalmente como conductor. A los 48 años fue diagnosticado con neumoconiosis, igual que Paredes y otros cientos de compañeros.
Actualmente se encuentro de licencia: «presenté una demanda ante la Superintendencia de Salud, porque la ART mintió descaradamente al entregarme un ‘alta médica sin secuelas’. Me levanto con el ojo seco, la garganta seca, y son muchos compañeros que viven con los lagrimales secos y no pueden estar sin gotas en los ojos. Yo entré con 24 años a la empresa donde me prometieron crecer, desarrollarme y tener un futuro. Tenía aspiraciones hasta que me encontraron este daño en la pleura. Ahora estoy luchando no solo por mí, sino por mis compañeros y por todos los que viajan en el subte a diario”.
De los casi 90 trabajadores y trabajadoras afectados por el asbesto, seis desarrollaron cáncer y tres fallecieron. “Pero este relevamiento es el que tenemos nosotros de cinco años atrás a la fecha, anteriormente como no sabíamos que el subte tenía asbesto pueden haber muchos otros compañeros y compañeras y usuarios afectados –aclara Claudio Dellecarbonara, del Secretariado Ejecutivo de Metrodelegados. Lamentablemente contamos con varios trabajadores de subte que fallecieron por cáncer, es una de las denuncias que hacemos siempre”.
Asegura que la incidencia del cáncer era alta en el sector, pero se lo atribuían a otras condiciones insalubres como electromagnetismo, microondas y micro partículas de minerales y metales. La situación no abarca solo a empleados. De hecho se conoció que una usuaria demandó al Gobierno de la Ciudad y a la empresa concesionaria. Le encontraron una fibra de asbesto encapsulada en el pulmón. Viajaba todos los días en subte.
“Ahora que sabemos que el asbesto existe y de sus consecuencias –acota Dellecarbonara–. Después de tanta lucha logramos que la ART, una vez por año, nos realice un control médico para saber si estamos afectados o no, pero a los usuarios no los controla nadie”.

Una medida de fuerza que abarca todas las líneas

Tras fracasar la negociación, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agtsyp) anunció para este lunes un paro total que “afectará el servicio de las seis líneas del Subte y el Premetro”. Además del asbesto, hay reclamos económicos y laborales. Afirman que la empresa concesionaria no les devuelve las sumas descontadas en los haberes de trabajadores y trabajadoras por los días de paro. Christian Paletti, de los Metrodelegados, denunció que Emova, con el aval de la estatal porteña Sbase, “realizó descuentos en los salarios, masivos y arbitrarios como represalia contra las medidas gremiales, que consisten en paros rotativos de dos horas y dos líneas por vez”. También piden “por un segundo franco, el recambio de los trenes contaminados por asbesto, aumento imprescindible de personal”. Y agregaron la necesidad de “la convocatoria paritaria que debe ajustar la pérdida salarial del último período”.

En vez de sacar el asbesto cancerígeno del Subte, Larreta gasta fortunas para ensuciar el reclamo

15.5.2023

Por Lucho Aguilar

El sindicato y los trabajadores y trabajadoras del subte denuncian la muerte de tres compañeros y decenas de afectados por la presencia del asbesto, prohibido desde hace 20 años en Argentina. La empresa les descontó hasta 22 días de trabajo por 15 horas de paro en dos meses. Un burdo ataque al derecho de huelga. En vez de gastar dinero en sacar el veneno del subte Larreta gasta millones para mentir sobre el reclamo.

El reclamo es conocido por muchos: el gobierno macrista compró vagones contaminados con amianto (asbesto) al Metro de Madrid. Eso se sumaba a la presencia de ese material cancerígeno en otras formaciones e instalaciones del subte. Ya murieron 3 trabajadores y hay 84 enfermos. El peligro acecha también a los usuarios.
Los trabajadores y trabajadoras, junto a su sindicato, reclaman que el gobierno y la empresa saquen todo ese veneno de las 6 Líneas y reduzcan la jornada laboral a 6 horas y 5 días, con dos francos, porque el subte es y seguirá siendo insalubre.
Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad y el Grupo Roggio quieren seguir envenenando a los trabajadores y trabajadoras. No solo se niegan a cumplir con las medidas de la justicia, que le dio la razón al amparo ambiental presentado por la AGTSyP, sino que ataca las medidas que toman en defensa propia. Pero si no fuera por la apertura de molinetes, los paros y la campaña de concientización, nunca se hubiera tomado en serio la denuncia de la contaminación.
Además de los descuentos compulsivos, desorbitantes y antisindicales que hace la empresa, el Gobierno porteño gasta millones de pesos en pauta para ensuciar la lucha. Así como hace con las organizaciones sociales, sus periodistas amigo$ salen a negar las denuncias y exigir “mano dura” contra los Metrodelegados.
En La Nación + fue Luis Novaresio quien dijo que la denuncia era “sarasa” y es electoral. Pura mentira. ¿Cómo explica que comenzó en 2018 entonces, y se mantuvo todo este tiempo? En TN solo mandan a buscar opiniones negativas de usuarios (así lo reconocen voz en off algunos trabajadores de prensa) y el columnista Edgardo Alfano pide que echen a los huelguistas. Aunque solo pidan mejores condiciones para no envenenarse. O le dan aire a las voceras de Emova que ya fueron desmentidas por médicos y hasta la justicia, pero siguen diciendo desde sus chetas oficinas que bajo tierra no pasa nada. Y al Jefe de Gabinete, Felipe Miguel, que se indigna que quieran tener dos francos por trabajar en un ambiente insalubre. Lo dice con las patas arriba de su escritorio mientras le sirven el segundo cafecito de la mañana.
¿Por qué no instalan sus oficinas en el Taller Rancagua o Urquiza y respiran un poco ese aire, si total “no pasa nada”?
Porque son caraduras. Y criminales.
En vez de gastar dinero en desabestizar el subte, Larreta y Emova (Metrovías) gastan millones en ensuciar el reclamo, mantener el subte envenenado y hacer campaña electoral. Porque lo que busca Larreta es competirle a Milei o Bullrich quién es más facho y antiobrero.
Hay que reconocer que en este caso se está anotando unos puntos en el “fachómetro”.

Subte: paros escalonados en todas las líneas por reducción de la jornada laboral y desasbestización

14.5.2023

Pararán de forma rotativa 3 horas por línea comenzando por la línea C a las 5:30 y finalizarán en la línea B a las 00:00. Al reclamo que los trabajadores venían realizando por la reducción de la jornada laboral con dos francos y la desasbestización total, se le sumó el ataque recibido ilegalmente por parte de la empresa de descuentos a sus salarios.

Los trabajadores del subte vienen reclamando hace años la eliminación total del material cancerígeno del asbesto que se encuentra en el subte, que ya llevó 3 fallecimientos y más de 60 afectados, llegando incluso a encontrarse pasajeros contaminados con dicho material.
Por esto reclaman la reducción de la jornada laboral, incluyendo 2 francos semanales, como forma de reducir la exposición al asbesto, como así también el conjunto de la insalubridad que significa -y reconocen propios y ajenos- que significa trabajar bajo tierra. Junto a esto reclaman que la apertura de paritarias que se encuentran vencidas desde fines de febrero y que se presente un plan de desasbestización total.
Ante la falta de respuesta de la empresa Emova y los ataques al derecho de huelga, que se expresó en descuentos salariales ilegales y compulsivos a cientos de trabajadores, incluso a trabajadores que no realizaron las medidas de fuerza, llegando al colmo de realizar descuentos a trabajadores con licencias médicas, el sindicato de los metrodelegados AGTSyP convocó a un paro escalonado para este lunes.
De 5:30 a 9:00. Interrupción de la Línea C
De 9:00 a 12:00. Interrupción de la Línea A
De 12:00 a 15:00. Interrupción de la Línea D
De 15:00 a 18:00. Interrupción de la Línea H
De 18:00 a 21:00. Interrupción de la Línea E y Premetro
De 21:00 a 00:00. Interrupción de la Línea B
Claudio Dellecarbonara, miembro del secretariado de la AGTSyP nos decía: “Hay una crisis sanitaria bajo tierra y la empresa lo sabe y lleva años con falsas promesas, mientras tenemos 3 compañeros fallecidos por el asbesto y más de 60 afectados y hasta pasajeros vinieron a decirnos que gracias a nuestra denuncia pudieron tratar sus propias afecciones. Esto no va más y este paro es solo un paso más en nuestro reclamo, que profundizaremos si Emova no da una respuesta satisfactoria a nuestro reclamo”.

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