¿Somos Riachuelo?
21.4.2010
Desde la Asociación de Vecinos La Boca reflexionan "¿SOMOS RIACHUELO ? Riachuelo, símbolo de la imposibilidad de acordar y progresar en Argentina, que nos refleja sucios, abandonados, indiferentes, perdidosos, corruptos e hipócritas, aunque nos idealicemos pulcros, vivaces, derechos y humanos. Deseo por el bienestar de todos los habitantes de la cuenca y por el reencuentro con la grandeza del Ser Argentino, que ojalá nuestra Suprema Corte de Justicia nos devuelva la dignidad extraviada".
El presidente de la Asoc. de Vecinos de La Boca Alfredo Alberti, Miembro del Cuerpo Colegiado en la causa Riachuelo, conformado por la CSJN y del Espacio Matanza Riachuelo puntualiza la cuestión legal "El 8 de julio de 2008 hubo un emblemático fallo de la CSJN ( Corte Suprema Nacional de Justicia ) obligando a Nación, Provincia de Bs. As. y Ciudad de Bs. As. a sanear la cuenca Matanza Riachuelo, se designó al Juez Federal de Quilmes Dr. Luis Armella para ejecutar la sentencia, se involucró para el control pecuniario a la Auditoría General de la Nación, para un control social al Defensor del Pueblo de la Nación como coordinador de un Cuerpo Colegiado formado por cinco ONGs. (Greenpeace, Fundación Ambiente y Recursos Naturales, Asociación de Vecinos La Boca, Asociación Civil por los Derechos Humanos, Centro de Estudios Legales y Sociales). Me pregunto, si nuestros funcionarios no cumplen ni hacen cumplir la Constitución Nacional, ni nuestras leyes, ahora tampoco se respeta el fallo de la instancia máxima de la justicia, ¿en que siniestro juego nos están involucrando?
Por otro lado, Alfredo Alberti señala las consecuencias de la contaminación sobre la salud "Estudios realizados en aguas del Riachuelo encontraron alta concentración de hidrocarburos polinucleados cancerígernos que se difunden al fondo y pasan a las napas freáticas contaminando las aguas de pozo de la zona, repotenciando la muerte infantil y la mortalidad en general de sus vecinos, en virtud que los mismos beben, cocinan y se higienizan con tal substancia. Urge que los funcionarios asuman su responsabilidad. Nuestro fatídico Riachuelo equivale a cientos de Cromañón, cientos de papeleras Botnia, enferma, mata silenciosamente e impide al sobreviviente toda vida digna. El derecho a la vida es primordial, de él se desprenden todos los demás, pero en la cuenca Matanza-Riachuelo, están conculcados los más esenciales derechos humanos que peticionados ante la justicia, ésta confirmó el desatino con un fallo ejemplar que a la fecha nuestros políticos no se hacen cargo. Cuando el estado se ausenta, se quiebran los más elementales códigos de convivencia, reina la anarquía, aparte de encomendarme a Dios necesito alguien me asesore que otras instancias tengo, descartando Ezeiza".
Además agregan de la institución vecinal del barrio de La Boca que "Para transformar el Riachuelo, se requiere cambiar cotidianamente realidades estructurales, es afligente que el plan de Acumar ( Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo ), se agote en iniciativas idealizadoras. La acción efectiva de Acumar hoy depende del presupuesto que se vote en las distintas jurisdicciones de la cuenca y de la priorización de inversiones de otras áreas de gobierno. Los aspectos económicos y sociales son básicos para trabajar, pero Acumar requiere autonomía y autarquía para alcanzar efectividad en el cumplimiento de sus objetivos. Aunque el plan para la cuenca Matanza Riachuelo quiera solucionar el conflicto, los desechos industriales es lo primero y fundamental a controlar, y no se observa esta real voluntad, aún dicen ignorar el mapeo industrial y contar con solo 14 inspectores, la anarquía territorial tampoco se la encara como amerita, y respecto a los residuos sólidos, existen asentamientos poblacionales que habitan sobre basurales, cuyos residentes viven de la basura, esto se complica con algunas políticas municipales que soslayan este tipo de ocupaciones insalubres e ilegales. El ineficiente control en la cuenca M-R, para ser realmente efectivo requiere un severo cambio estructural de conductas profundas y diarias. La Justicia, la buena política, la ciudadanía, merecen un plan previsible, que cuente con certeros objetivos para el corto, mediano y largo plazo, presupuesto y fuente de financiación precisa, plazos ciertos con cronogramas de realización y gran precisión en los resultados, todo con fuertes y reales multas pecuniarias para quienes incumplan. La sociedad necesita y exige certezas".