En plena ola de calor, Edenor y Edesur dejaron sin electricidad a 200.000 usuarios
13.02.2023
Esa cifra se registró durante el fin de semana en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. Fue en días con temperaturas récord. Sale a la luz el desprecio empresarial por la salud de la población y la mirada pasiva del Gobierno que les dio tarifazos inflacionarios.
Durante el fin de semana en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se sufrieron altísimas temperaturas, con sensaciones térmicas que en algunas zonas superaron los 40 grados. Según el Ente Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE), entre viernes y domingo hubo más de 200 mil usuarios de Edenor y Edesur que, además del calor, sufrieron la falta de servicio eléctrico. En la mañana del lunes, aún se registraban más de 40.000 usuarios sin luz.
El ENRE informó que, al menos hasta las 11 de la mañana, seguían sin electricidad 42.296 viviendas en el AMBA, de las cuales 31.653 eran de usuarios de Edesur y 10.643 de Edenor.
Entre las zonas más castigadas con los cortes ejecutados por las empresas hay barrios de CABA como Caballito, Almagro, Balvanera, Flores, Mataderos, Lugano, Belgrano y Palermo; y otros del conurbano ubicados en La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes, Berazategui, Lanús y José C. Paz.
Con total cinismo, la secretaria de Energía de la Nación Flavia Royón dijo en las últimas horas que reportes que indican “que cientos de familias llevan días sin electricidad” y que, en consecuencia, instruyó al ENRE “para que inicie las actuaciones administrativas correspondientes para solucionar de forma inmediata, y definitiva, este tipo de situaciones que se repiten año tras año”. Como si ella no formara parte de un gobierno que lleva más de tres años de gestión y de un frente político que gobernó, además, entre 2003 y 2015.
“No nos va a temblar el pulso si eso implica tener que terminar el contrato de concesión del servicio de distribución eléctrica a cargo de la empresa Edesur”, advirtió Royon. En boca de una servidora de las grandes corporaciones mineras y extractivistas, esas declaraciones suenan a puro palabrerío.
Un dato brindado por el ENRE es de suma importancia: la empresa Cammesa , operadora oficial del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), confirmó que “no solicitó ningún corte en ninguna de las áreas o regiones del país dado que el pico (de consumo) se operó con reservas óptimas”. Es decir que Edenor y Edesur decidieron esos cortes de forma unilateral. Como siempre lo hacen, ante la mirada pasiva de los funcionarios de todos los gobiernos que pasaron desde que se privatizó el servicio eléctrico en la década de los 90.
Más allá de las declaraciones de Royón y compañía, lo cierto es que las empresas concesionarias de distribución eléctrica llevan décadas haciendo lo que quieren sin rendir cuentas. Y encima (más alá de episódicas multas que casi nunca pagan) el propio Estado las “premia” con tarifazos que recaen sobre los bolsillos populares y con beneficios para que sus ganancias no sean alteradas.
En enero, sin ir más lejos, el Frente de Todos acordó con Edenor y Edesur una refinanciación de las deudas de las compañías para con el Estado. Así, de los $ 219.615 millones que debían a Cammesa sólo le pagarán $ 80.210 millones en 96 cuotas. Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa decidieron perdonarles a estos pulpos los intereses punitorios y pactaron una “compensación” que redujo aún más la deuda. A la par de la suba de tarifas y el empeoramiento del servicio, las compañías reciben un premio que es parte del plan de ajuste que exige el FMI.
Está claro que la nacionalización del servicio eléctrico, bajo control de trabajadores de estas empresas y comités de usuarios, poniendo la generación y distribución de energía realmente al servicio de las necesidades sociales, no es parte del programa de quienes vociferan un supuesto proyecto “nacional y popular”. Mal que les pese a quienes aún defienden al peronismo, eso sólo se le “ocurre” a la izquierda, que tiene un programa y un plan para transformar de raíz este sistema energético inhumano y criminal.